domingo, 19 de febrero de 2017

El SIDA. Acerca de las declaraciones de Benedicto XVI, en su reciente viaje a África, sobre el modo de frenar la epidemia del SIDA, proponemos: A) un entrevista con Edward Green, uno de los expertos más conocidos en el mundo, director del Departamento de Estudios de Población y Desasarrollo de la Universidad de Harvard, que se declara agnóstico; B) recensión de un artículo de Edward Green en el Washington Post: «El Papa puede tener razón»; C) un artículo de Marta Martínez sobre los datos que hay que tener en cuenta para luchar contra esa epidema, más allá de los tópicos y de las ideologías; D) lo que dijo el Papa en el encuentro con periodistas durante el viaje de Roma a Camerún; E) comunicado de la Santa Sede (19 de abril de 2009) sobre la censura del parlamento belga al Papa.



1 El SIDA. Acerca de las declaraciones de Benedicto XVI, en su reciente viaje a África, sobre el modo de frenar la epidemia del SIDA, proponemos: A) un entrevista con Edward Green, uno de los expertos más conocidos en el mundo, director del Departamento de Estudios de Población y Desasarrollo de la Universidad de Harvard, que se declara agnóstico; B) recensión de un artículo de Edward Green en el Washington Post: «El Papa puede tener razón»; C) un artículo de Marta Martínez sobre los datos que hay que tener en cuenta para luchar contra esa epidema, más allá de los tópicos y de las ideologías; D) lo que dijo el Papa en el encuentro con periodistas durante el viaje de Roma a Camerún; E) comunicado de la Santa Sede (19 de abril de 2009) sobre la censura del parlamento belga al Papa. Fuentes: Alfa y Omega n. 638, 23-IV-2009, Vatican.va y Zenit.org A) Entrevista a Edward Green, profesor en Harvard y experto en SIDA Fuente: Alfa y Omega o Únicas evidencias científicas: fidelidad y abstinencia Cuando el Papa Benedicto XVI, en su reciente viaje a África, afirmó que la distribución de preservativos como modo de frenar el avance de la epidemia del sida, no sólo no ayudaría a este propósito, sino que, además, sería contraproducente, levantó una polvareda de críticas en todo el mundo, incluso por parte de muchos católicos, que aún hoy se hace sentir. Sin embargo, algunos expertos levantaron la voz para hacer ver que el Papa «podría tener razón» Éstas fueron las palabras, por ejemplo, de uno de los expertos sobre sida más conocidos en el mundo, Edward Green, director del Departamento de Estudios de Población y Desarrollo de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Edward Green se declara agnóstico, pero afirma, después de 35 años de estudios, que las únicas evidencias científicamente demostradas en la prevención del sida son la abstinencia y la fidelidad. Así lo explica en esta esclarecedora entrevista, en exclusiva para «Alfa y Omega» ¿Cree que existen muchos mitos en Occidente acerca del sida en África? Sí, y trataré sobre ello en mi nuevo libro: Sida e ideología. Estos mitos podrían resumirse en: «El sida todavía sigue extendiéndose, o al menos incrementándose, en África;/ No puede haber una prevención efectiva del Sida sin disponibilidad de tratamientos antirretrovirales;/ No puede haber una prevención efectiva del sida a menos que la gente se haga la prueba y sepa si es portador del virus;/ Los preservativos previenen el sida;/ El sida se propaga por tener relaciones sexuales sin protección;/ Al menos utilizar condones es mejor que no utilizarlos. Promocionar y publicitar los preservativos no puede hacer daño;/ La mayor parte de los adolescentes africanos ya mantienen relaciones sexuales;/ La mayor parte de los africanos tienen múltiples parejas sexuales, muchas más 2 que los occidentales;/ Promover la abstinencia no es realista, porque los hombres africanos no pueden ser fieles;/ Los africanos son las personas más promiscuas del mundo;/ El matrimonio es peligroso porque los maridos infectan a las esposas con el virus del sida;/ La pobreza es el cauce por el que se expande la epidemia del sida;/ El desequilibrio sexual conduce a la epidemia del sida;/ La falta de educación conduce a la epidemia del sida;/ La guerra civil y, en general, todas las luchas civiles, favorecen la epidemia del sida;/ Las mujeres africanas no pueden hacer nada;/ Utilizar el miedo en los mensajes para motivar el cambio de conducta es contraproducente;/ La ayuda de los programas de intercambios de jeringuillas ayudan a disminuir las tasas de infección...» Y así seguiría sin cesar. Usted ha hablado sobre evidencia en los resultados de la lucha contra el sida: la fidelidad y la abstinencia sexual antes del matrimonio. El caso de Uganda es un ejemplo de ello. ¿Por qué esta evidencia es aparentemente silenciada? Porque el sida es una industria multibillonaria. Es muy duro cambiar la dirección de las cosas cuando ha habido una inversión masiva en reducción de riesgos (preservativos, medicamentos, pruebas, intercambio de jeringuillas) en forma de billones de dólares, donde se juntan, además, el desarrollo de programas y de burocracias relacionados con organizaciones de planificación familiar (yo estoy a favor de la planificación familiar, pero reconozco que el sida y la planificación familiar son cosas distintas), reputaciones, egos y carreras profesionales, y una fortísima ideología de la liberación sexual. Yo comparto esta ideología, como americano que ha crecido en los años 60, pero éste no es el sistema que conduce a la prevención del sida en África, donde alrededor del 20% de la población está infectada por el virus VIH. ¿Qué tipo de intereses económicos hay detrás de la campaña de preservativos como único modo de prevenir el sida en África? Precisamente el interés personal de aquella gente que se beneficia de la industria del sida que mueve billones de dólares al año. Ellos prefieren no apoyar las intervenciones que cambiarían la conducta de la gente, donde no tomarían parte los productos o servicios que ellos promueven. De esta manera, continuamos haciendo las mismas cosas, esperando resultados distintos. Y todo esto se complica por el hecho de que algunas intervenciones para la reducción del riesgo de contagio, como la promoción de preservativos, han funcionado en países como Tailandia o Camboya. No es tanto el hecho de que las compañías farmacéuticas sean el problema, al menos en lo que a los preservativos se refiere. Los condones no dan tanto dinero. Sin embargo, las compañías farmacéuticas son el soporte para hacer billones de dólares en medicamentos para tratamientos. La última idea para la prevención en América, que ha aparecido la semana pasada en el Washington Post, es procurar dosis diarias de antirretrovirales a gente que simplemente está en riesgo de llegar a ser infectados por el VIH. 3 ¿Cree que es posible cambiar la conducta sexual en la sociedad? Sé que es posible. El Gobierno ugandés invirtió 23 céntimos de dólar por persona y por año al final de los años 80. En dos años, aproximadamente, se percibió un cambio de conducta masivo, y el sida se redujo en 2/3 aproximadamente. El mensaje principal era ser fiel a la pareja. Muchas organizaciones católicas y no católicas hacen grandes esfuerzos para atender a pacientes enfermos de sida por todo el mundo. Pero usted añade que estos esfuerzos se hacen también en el ámbito de la prevención. ¿De qué tipo de prevención habla? Este tipo de organizaciones llevan a cabo campañas de promoción de la fidelidad y la abstinencia. Lo cierto es que científicamente se ha comprobado que estas intervenciones son las que mejor funcionan en la lucha contra el sida en África. A. Llamas Palacios B) El Papa puede tener razón Fuente: Alfa y Omega o El Papa puede tener razón Edward Green es agnóstico, y sus afirmaciones en algunos campos así lo dejan ver. Sin embargo, el pasado 29 de marzo, en el Washington Post, se podía leer un artículo suyo titulado El Papa puede tener razón, que dio la vuelta al mundo, aunque sólo en aquella parte del mundo dispuesta a escuchar algo políticamente incorrecto. Según el profesor de Harvard, han sido muy numerosos los estudios que han confirmado ya que los preservativos no funcionaban en la prevención del sida en África, aunque sí lo hayan hecho en otros países como Camboya o Tailandia (ya que la transmisión en estos casos tenía que ver con la prostitución). «En teoría -dice el profesor- , los condones deberían funcionar siempre. O al menos debería ser mejor usarlos que no usarlos, pero esto, en África, no es así. Una razón -afirma- es la de la compensación del riesgo, es decir, la gente se siente segura usando condones y adopta conductas más arriesgadas sexualmente. Otro factor es que las personas raras veces utilizan preservativos con sus parejas estables, porque eso podría significar falta de confianza». El autor habla de lo habitual que es encontrar en África a personas que tienen varias relaciones al mismo tiempo, y finalmente afirma que lo único que hasta ahora ha funcionado en África son las estrategias que rompen esa costumbre de simultanear relaciones sexuales con varias parejas, es decir, apoyar la fidelidad y la monogamia. C) Datos contra tópicos Fuente María Martínez, Alfa y Omega «Todavía somos jóvenes, por eso decimos: 4 El sexo para más tarde» (Cartel de Mozambique) La oposición de la Iglesia a los preservativos favorece la expansión del sida. Es ilógico pensar que personas que no siguen las enseñanzas de la Iglesia y tienen relaciones sexuales antes o fuera del matrimonio, vayan a decidir no usar preservativo sólo porque lo diga la Iglesia. De ser cierta esta acusación, las tasas de sida serían más altas en los países con más católicos, y no es así. En Botswana, hay entre un 4% y un 5% de católicos, y un 23,9% de la población adulta es seropositiva; en Sudáfrica -6% de católicos-, un 18,1% de población adulta está infectada. En cambio, en Uganda, donde hay más de un 40% de católicos, la prevalencia del VIH es del 5,4%. En Angola, con un 55% de católicos, la tasa de infección es del 2,1%. Esto no implica que el catolicismo sea la panacea, pero tampoco es el problema. Más bien es el camino de la solución. No se pueden cambiar los hábitos sexuales. Van a tener relaciones sexuales de todas formas, que al menos lo hagan protegidos. En Uganda, entre 1989 y 1995, los jóvenes que practicaban la abstinencia pasaron del 31% al 56% en los chicos, y del 26% al 46% en las chicas. Los hombres que tenían relaciones con tres o más mujeres pasaron del 15% al 3%. La tasa de VIH pasó del 21% en 1991 al 6,4% en 2005, con un gasto de 0,23 dólares por persona. El doctor Filippo Ciantia, un médico ugandés que fue testigo del comienzo de la epidemia en su país y de la lucha contra ella, ha afirmado que, «en cada país africano donde ha descendido la tasa de seropositivos, ésta ha estado precedida por un descenso del sexo casual y de las múltiples parejas». En un documento que firma con otros siete médicos ugandeses, cita los casos de Kenia, Zimbabwe, Zambia, Etiopía o Malawi. Con tan poca fe sobre la posibilidad de cambiar los hábitos, ¿para qué se invierte en campañas sobre el tabaco o el alcohol? El éxito de Uganda no lo es de la Iglesia, porque usan la estrategia ABC de la ONU, que incluye el preservativo. No es lo mismo tolerar el preservativo como último recurso para grupos reducidos donde no se logra cambiar la conducta -estrategia ABC-, que hacerlo de forma generalizada. La ONU parece haber tomado este camino, repartiéndolos por miles de millones. El informe de ONUSIDA de 2008 menciona 149 veces los preservativos; la abstinencia, sólo seis y de forma negativa, igual que la fidelidad -una vez-. En cualquier caso, las estrategias exitosas en la lucha contra el sida están más cerca de la actuación de la Iglesia que de la de la ONU. Vale, el preservativo no es la única solución. Pero que el Papa diga que agrava el problema... Es difícil probar con cifras el fenómeno, muy estudiado por los epidemiólogos, de la compensación de riesgo, según el cual un aumento en la sensación de seguridad aumenta también las conductas arriesgadas. Sobre el papel, esto no tendría por qué ser así, pero lo es. La semana pasada, Alfa y Omega citaba el caso de Camerún, donde, entre 1992 y 2001, las ventas de preservativos aumentaron de 6 a 15 millones, pero la tasa de sida se triplicó. Otro ejemplo de Uganda: según un informe gubernamental, la tasa de VIH entre las personas que habían usado preservativo alguna vez era, en 2005, más alta que entre los que no lo habían usado. Incluso en Uganda, en los últimos años ha habido un repunte en los casos de sida. Efectivamente, y se ha utilizado para alegar que los cambios de comportamiento no permanecen a largo plazo. Sin embargo, como ya informó Alfa y Omega, el coPresidente de su Comité Nacional de Prevención del Sida, Sam Ruteiraka, denunció, en junio del año pasado, en el Washingon Post, que asesores extranjeros habían eliminado repetidamente de los documentos del 5 Plan Estratégico Nacional las referencias a la abstinencia y la fidelidad. Fue entonces cuando la tasa de VIH repuntó. María Martínez López D) Entrevista concedida por Benedicto XVI a los periodistas durante el vuelo hacia África. Martes 17 de marzo de 2009 - Viaje de Benedicto XVI a Camerún y Angola, del 17 al 23 de marzo de 2009 Fuente: vatican.va Pregunta. Santidad, entre los muchos males que afligen a África, destaca el de la difusión del sida. La postura de la Iglesia católica sobre el modo de luchar contra él a menudo no se considera realista ni eficaz. ¿Afrontará este tema durante el viaje? (Periodista: Philippe Visseyrias de France 2). Respuesta. Yo diría lo contrario: pienso que la realidad más eficiente, más presente en el frente de la lucha contra el sida es precisamente la Iglesia católica, con sus movimientos, con sus diversas realidades. Pienso en la Comunidad de San Egidio que hace mucho, visible e invisiblemente, en la lucha contra el sida, en los Camilos, en tantas otras cosas, en todas las religiosas que están al servicio de los enfermos... Diría que no se puede superar este problema del sida sólo con dinero, aunque éste sea necesario; pero si no hay alma, si los africanos no ayudan (comprometiendo la responsabilidad personal), no se puede solucionar este flagelo distribuyendo preservativos; al contrario, aumentan el problema. La solución sólo puede ser doble: la primera, una humanización de la sexualidad, es decir, una renovación espiritual y humana que conlleve una nueva forma de comportarse el uno con el otro; y la segunda, una verdadera amistad también y sobre todo con las personas que sufren; una disponibilidad, aun a costa de sacrificios, con renuncias personales, a estar con los que sufren. Éstos son los factores que ayudan y que traen progresos visibles. Por tanto, yo diría que nuestras dos fuerzas son éstas: renovar al hombre interiormente, darle fuerza espiritual y humana para un comportamiento correcto con respecto a su propio cuerpo y al de los demás, y esa capacidad de sufrir con los que sufren, de permanecer presente en las situaciones de prueba. Me parece que ésta es la respuesta correcta, y la Iglesia hace esto; así da una contribución muy grande e importante. Damos las gracias a todos los que lo hacen. E) Texto completo del comunicado hecho público el pasado viernes 17 de abril por la Santa Sede, en relación con la protesta oficial elevada por el Parlamento belga en relación con las declaraciones del Papa a los periodistas que le acompañaron durante el vuelo a Camerún y Angola, el pasado mes de marzo. Fuente: Zenit.org, 19 de abril de 2009 El Embajador del Reino de Bélgica, con instrucciones del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha informado al Excmo. monseñor Secretario para las Relaciones con los Estados de la Resolución con la que la Cámara de los Representantes de su propio país ha pedido al gobierno belga que “condene las declaraciones inaceptables del Papa con ocasión de su viaje a África y que proteste oficialmente ante la Santa Sede”. El encuentro tuvo lugar el 15 de abril c.m. La Secretaría de Estado toma acto con pesar de este paso, inusual en las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y el reino de Bélgica. Deplora que una Asamblea Parlamentaria haya creído oportuno criticar al Santo Padre, sobre la base de un extracto de entrevista truncado y aislado de su contexto, que ha sido utilizado por algunos grupos con un claro intento intimidatorio, 6 casi para disuadir al Papa de expresarse sobre algunos temas, cuya relevancia moral es obvia, y de enseñar la doctrina de la Iglesia. Como se sabe, el Santo Padre, respondiendo a una pregunta sobre la eficacia y el carácter realista de las posturas de la Iglesia en la lucha contra el Sida, declaró que la solución es la de investigar en dos direcciones: por una parte en la humanización de la sexualidad, y por otra, en una auténtica amistad y disponibilidad hacia las personas que sufren, subrayando también el empeño de la Iglesia en ambos ámbitos. Sin esta dimensión moral y educativa la batalla contra el Sida no será vencida. Mientras, en algunos países de Europa, se desencadenaba una campaña mediática sin precedentes sobre el valor preponderante, por no decir exclusivo, del profiláctico en la lucha contra el Sida, es confortante constatar que las consideraciones de orden moral desarrolladas por el Santo Padre han sido entendidas y apreciadas, en particular por los africanos y por los verdaderos amigos de África, así como algunos miembros de la comunidad científica. Como puede leerse en una reciente declaración de la Conferencia Episcopal Regional del África del Oeste (CERAO): “Estamos agradecidos por el mensaje de esperanza que [el Santo Padre] ha venido a entregarnos en Camerún y Angola. Ha venido para animarnos a vivir unidos, reconciliados en la justicia y la paz, para que la Iglesia en África sea ella misma una llama ardiente de esperanza para la vida de todo el continente. Y le agradecemos por haber vuelto a proponer a todos, con matices, claridad y perspicacia, la enseñanza común de la Iglesia en materia de pastoral con los enfermos de Sida”. [Traducción del italiano por Inma Álvarez] www.parroquiasantamonica.com

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