domingo, 23 de abril de 2017

Escuelas independientes en Francia. El 74% de los ciudadanos piensa que el fracaso escolar disminuiría si el Estado fomentase la diversificación de los tipos de escuela accesibles a todos (diferentes pedagogías y estilos educativos variados).



1 Escuelas independientes en Francia. El 74% de los ciudadanos piensa que el fracaso escolar disminuiría si el Estado fomentase la diversificación de los tipos de escuela accesibles a todos (diferentes pedagogías y estilos educativos variados). Cfr. Francia: aprender a crear escuelas Aceprensa – Firmado por Salvador Bernal – 14 de septiembre 2010 Caroline Fourest se alarma en Le Monde de la pujanza de la escuela independiente en Francia, frente al supuesto deterioro de la pública como consecuencia del desinterés del actual gobierno. El título de su tribuna es significativo: “Ecole: silence, on privatise...” Lo cierto es que se ha reducido el número de plazas docentes en el sector público como consecuencia de la crisis económica, las aulas tienen más alumnos, hay menos posibilidades de profesores de apoyo para estudiantes especiales y se ha flexibilizado el mapa escolar, para evitar la rigidez en la elección de escuela, en la práctica causa de guetos y no remedio contra la exclusión social. Por si fuera poco, parece un escándalo gravísimo la aprobación de la llamada ley Carle, que permite una tímida financiación municipal a favor de alumnos de centros no estatales. Y surge la teoría de una especie de conspiración, que esta vez no es patrimonio de la extrema derecha del FN de Le Pen: no se trataría de corregir el déficit público ahorrando gastos, sino de cumplir un programa ideológico, que facilitase la fuga de alumnos hacia la escuela privada (como se sabe, en Francia es en su gran mayoría de orientación católica). Fourest recuerda los datos: en la actualidad hay 8.200 escuelas católicas bajo contrato, el equivalente a los centros concertados españoles (1.961.037 alumnos), otros 256 centros judíos (38.000), ocho protestantes (2760), 82 escuelas bretonas católicas (4241), 44 bretonas Diwan (3076), 26 ikastolas (2508), 50 escuelas occitanas (1627) y ocho catalanas (6000). Toda una ruptura de la “unidad republicana”, que presagiaría graves males para el futuro, según la autora del artículo. A Fourest le escandaliza también la concesión de exenciones y beneficios fiscales. El “colmo” es el reconocimiento como de interés público de dos fundaciones dedicadas a apoyar la financiación de escuelas privadas, como la Fondation Saint-Matthieu y la Fondation pour l'école. Esta última nació a partir de la asociación "Créer son école", gente muy variada, que coincidía en la necesidad de fomentar el pluralismo educativo. o Creadores de escuelas Caroline Fourest, sin querer, invita a acudir a la página Web de Créer son école, para aprender los mecanismos que hacen posible el nacimiento de una escuela independiente. Y a la de la Fondation pour l'école, que ofrece información abundante, también en materia financiera. En su portada, esta última presenta el resumen de un interesante sondeo IFOP del pasado mes de junio. Muestra que los franceses querrían beneficiarse de una auténtica capacidad de elegir la escuela de sus hijos. El 74% de los ciudadanos piensa que el fracaso escolar disminuiría si el Estado fomentase la diversificación de los tipos de escuela accesibles a todos (diferentes pedagogías y estilos educativos variados). El 87% está a favor de que los directores de los centros escolares tengan más competencias en materia de disciplina, organización de las enseñanzas y gestión de los equipos docentes. El 81% estima que el director de un establecimiento escolar debe tener la posibilidad de reclutar su equipo de profesores en función de un proyecto educativo bien definido, de modo que puedan cumplirse objetivos compartidos por todos. El 81% concuerda en que “sólo las familias más acomodadas tienen la posibilidad efectiva de elegir la escuela para sus hijos”. Así lo estima también el 85% de obreros. Y un 74% desea que el Estado ponga en marcha algún sistema que permita a cada familia financiar la escolaridad de sus hijos, cualquiera que sea el centro escolar que elijan. En el sondeo se sugerían “el bono escolar, un El 74% de los ciudadanos piensa que el fracaso escolar disminuiría si el Estado fomentase la diversificación de los tipos de escuela accesibles a todos 2 ticket escolar, un cheque educación o un crédito fiscal”. El 84% de obreros y el 85% de simpatizantes de la izquierda están a favor de esos sistemas. La encuesta planteaba también el clásico problema de la inspección y control de los centros. Ciertamente, en Francia la escuela pública está sometida a un serio control. No se puede decir que haya en esto discriminaciones. Pero resulta significativo que el 65% de las personas encuestadas por IFOP sean partidarios de que el conjunto de los centros escolares, públicos y privados, sea evaluado por una agencia independiente en la que estén representados los diferentes protagonistas de la educación, para que los padres tengan la mejor información posible. o Centros sin contrato con el Estado La página web incluye una breve historia de las asociaciones que han hecho posible el nacimiento de la Fundación. “Créer son école” nació en 2004 para impulsar a las familias que deseaban promover centros libres, sin contrato de asociación con el Estado. Por tanto, con más capacidad de elegir métodos de enseñanza y libros de texto. Desde entonces, cuenta con más de 460 escuelas (47.000 alumnos); y abre un promedio de 25 al año, promovidas por asociaciones sin fines de lucro. La puesta en marcha de la Fundación ha dado consistencia pública a muchos proyectos, y ha ayudado a resolver dos de los principales problemas: la financiación de los centros, con gastos de escolaridad limitados, y la formación de profesores y directivos de calidad. A la vez, orienta la acción para un pleno reconocimiento social y jurídico de la libertad de enseñanza y de las ventajas del pluralismo educativos. Como en otros países, muchos padres sufren en Francia discriminaciones derivadas de llevar a sus hijos a estudiar en centros no públicos. La libre elección de escuela suele figurar entre los derechos humanos, como manifestación práctica de la libertad de las conciencias. Pero dista mucho de ser así en la práctica, como la Fundación ha planteado al Tribunal de derechos humanos de Estrasburgo.

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