lunes, 22 de mayo de 2017

La familia. Es necesaria una mayor implicación del padre en la educación de los hijos. Modelos de paternidad. El uso equívoco del término “tradicional”.



1 La familia. Es necesaria una mayor implicación del padre en la educación de los hijos. Modelos de paternidad. El uso equívoco del término “tradicional”. Cfr. La conciliación es mejor si ellos se implican más Alvaro Lucas, Aceprensa, 14 Diciembre 2010 El contexto económico y social en el que se desarrollan los proyectos de vida de las nuevas familias en la actualidad hace inevitable superar el viejo modelo, en el que el padre trabajaba fuera de casa y apenas participaba en la educación de los hijos, mientras que la madre ejercía las labores del hogar y tenía una vinculación emocional más estrecha con su prole. Si el incremento del trabajo de las madres fuera del hogar representa un reto para mantener estándares de cuidado y atención a los menores, las familias resuelven los problemas que surgen sin que las relaciones padres-hijos resulten afectadas. Entre otros aspectos clave, destaca que los hogares donde las madres trabajan no son espacios desangelados, donde los niños pasan largas horas atendidos por “madres sustitutas” menos comprometidas en su cuidado, o en soledad, mientras esperan a sus progenitores ausentes. Esta situación hace que la vuelta hacia un mundo en el que las mujeres asumían universalmente esos roles ya no sea posible. Para poder asumirlo de una manera que no afecte negativamente a los hijos, es necesaria una mayor implicación del padre en la educación de los hijos. Algo que por otro lado comienza a ser una realidad dado que si en 2009 el 42% de los varones en España se decantaba por un modelo simétrico de distribución de roles de género, en 2004 el porcentaje ya ascendía al 69%. En los últimos años se ha consolidado esta tendencia y en apenas dos décadas, el modelo equitativo se ha impuesto como ideal sobre el modelo tradicional. o Modelos de paternidad En este escenario, el informe “Infancia y futuro. Nuevas realidades, nuevos retos” elaborado por la Obra Social de la Fundación La Caixa clasifica el tipo de paternidad según el grado de implicación de los padres en la educación y relación con los hijos. – La paternidad intensa es la de aquel padre que está dedicado de pleno al cuidado de los hijos, igual o mejor que la madre. – La paternidad responsable es aquella en la que el padre desea compartir equitativamente con la madre cuidados y responsabilidades de los hijos. – En la paternidad adaptativa o complementaria, el padre rechaza el modelo tradicional y apoya desde el exterior a la madre en todo cuanto pide, pero entiende que los hombres no pueden reemplazar el papel preeminente de la madre en la relación con los hijos. – La paternidad predispuesta sería aquella en la que, a juicio de la madre, el padre está muy implicado pero no pasa tiempo suficiente con sus hijos por causas ajenas a su voluntad. – En la paternidad tradicional se incluyen todos los casos de poca o nula implicación del padre y mucha de la madre. – Y, por último, la paternidad no comprometida representa aquella en que tanto la madre como el padre dedican poco esfuerzo y tiempo. Según el informe de la Fundación, en la actualidad un 43, 9% de los hogares con niños de 5 a 10 años presenta una paternidad responsable, seguidos del 19,8% que tienen padres adaptativos y en tercer lugar un 12,8% que todavía mantienen el modelo tradicional de paternidad. En último lugar quedarían tanto la paternidad no comprometida (6,5%) como la intensa (6,7%). 2 o Bueno para el desarrollo de los hijos Un aspecto clave para la mayor implicación del padre en el proceso de desarrollo de los hijos es la actual norma social, cumplida por la mayoría, que exige a padres y madres prodigar expresiones de ternura a los hijos. Los resultados del informe dejan claro que en la mayoría de los hogares el hombre participa activamente en el entramado de afectos y emociones que se teje alrededor del niño. Este mayor compromiso afectivo de los padres contribuye a forjar nuevas formas de entender la masculinidad que nada tienen que ver con los modelos antiguos, pero tampoco con los arquetipos que desde algunos sitios se nos presentan y que de masculinos tienen bien poco. El informe de la Fundación La Caixa pone de relieve tres aspectos del desarrollo de un niño que se ven claramente favorecidos si se da en la familia una mayor implicación del padre: la salud, las competencias socioemocionales y el rendimiento escolar. Respecto a la obesidad infantil, la probabilidad de padecerla es más alta si los niños tienen progenitores que manifiestan que el tiempo que comparten con sus hijos es insuficiente. La dedicación del padre es aparentemente más crucial que la de la madre, especialmente cuando la de ésta es insuficiente. Otra conclusión del estudio es que los niños que viven en hogares donde el padre está menos involucrado, el nivel de competencia emocional de los niños tiende a ser más bajo que en los hogares en los que se ejerce una paternidad intensa o responsable. 3 Los resultados del estudio acreditan la importancia de la intervención de los padres en los problemas de desafección escolar. En igualdad de condiciones sociodemográficas, los niños cuyos padres ejercen una paternidad intensa o responsable tienden a presentar menos dificultades en la escuela. Todo lo expuesto por el informe demuestra la importancia de que los progenitores conozcan el papel determinante que pueden jugar en la trayectoria educativa de sus hijos y encontrar incentivos, apoyo y asesoramiento público para ejercer responsablemente sus funciones parentales. Para lograrlo, los responsables del estudio, consideran indispensable que las dotaciones presupuestarias de las políticas familiares se sitúen, comparativamente con otros países, al nivel a que se sitúan las dotaciones en otras partidas, como las de protección a la vejez, la asistencia sanitaria o el subsidio de desempleo. o El uso equívoco del término “tradicional”. El concepto “tradicional” se puede utilizar con diferentes enfoques y puede dar lugar a percepciones erróneas. En el caso de este informe se refiere a las familias en las que solamente trabaja el padre y la madre se dedica a cuidar del hogar. En otros casos se refiere a un hombre y una mujer casados frente a otros nuevos modelos de convivencia. Si no se especifica, puede ocurrir que se titule 4 como han hecho algunos medios: “Los niños de familia tradicional tienen más riesgo de problemas escolares y de obesidad”. Una vez más, si uno no lee el cuerpo de la noticia pensará casi con total seguridad que es mejor para la salud de los niños pertenecer a uno de esos nuevos modelos de “familia” con dos padres, una sola madre, etc… Más bien cabría plantearse si es tan importante la implicación del padre en la crianza de los hijos, por qué el padre pasa a ser prescindible en el caso de niños criados por una pareja de mujeres o por mujeres que se embarcan en una maternidad en solitario.

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