domingo, 23 de diciembre de 2018

LA OBEDIENCIA DE LA FE

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[Chiesa/Omelie1 /4AdvC18ObedienciaFeEscrituraCatecismo]
 Obediencia de la fe. “«Obediencia de la fe» significa la aceptación del Evangelio, cuyo
alcance supera la inteligencia humana y sólo puede ser aceptado por la fe en Dios que lo ha
revelado”. "Por la fe, Abraham, al ser llamado por Dios, obedeció y salió para el lugar que
había de recibir en herencia, y salió sin saber adónde iba"
Hebreos 10, 5-10 (2ª Lectura): Por eso, al entrar en este mundo, dice: «Sacrificio y ofrenda no quisiste,
pero me has preparado un cuerpo; 6 los holocaustos y sacrificios por el pecado no te han agradado. 7 Entonces
dije: ¡He aquí que vengo, como está escrito de mí al comienzo del libro, para hacer, oh Dios, tu voluntad!» 8
Después de haber dicho antes: «No quisiste ni te agradaron sacrificios y ofrendas ni holocaustos y víctimas
expiatorias por el pecado - cosas que se ofrecen según la Ley -, 9 añade luego: He aquí que vengo a hacer tu
voluntad. Abroga lo primero para establecer el segundo.10 Y en virtud de esta voluntad somos santificados,
merced a la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo. 1
LA OBEDIENCIA DE LA FE
1. Escritura
 “«Obediencia de la fe» significa la aceptación del Evangelio, cuyo alcance
supera la inteligencia humana y sólo puede ser aceptado por la fe en Dios
que lo ha revelado”.
 Romanos 1,5:
"Por quien" – [Jesucristo nuestro Señor resucitado de entre los muertos] - "recibimos la
gracia y el apostolado, para predicar la obediencia de la fe a gloria de su nombre entre todos
los gentiles".
- “«Obediencia de la fe» significa la aceptación del Evangelio, cuyo alcance supera
la inteligencia humana y sólo puede ser aceptado por la fe en Dios que lo ha
revelado”. (Nuevo Testamento, Eunsa 1991, nota a Rm 1, 1-15).
- “Como adhesión de fe” (cf. Heh 6,7; Rm 6, 16-17; 10,16; 15,18; 16, 19-26; 2 Co
10, 5-6; 2 Ts 1,8; 1 P 1,22; Hb 5,9; 11,8) (Biblia de Jerusalén, Desclée De Brouwer
1998, nota a Romanos 1,5).
 Hebreos 5,9:
El concepto se ha expresado también en la Carta a los Hebreos, donde se dice que el Hijo
de Dios "llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que
le obedecen"
 Hebreos 11,8:
Pero también los antiguos padres se salvaron a través de la obediencia y de la escucha: "Por la
fe, Abraham, al ser llamado por Dios, obedeció y salió para el lugar que había de recibir en
herencia, y salió sin saber adónde iba"
- “En Abraham, la fe motivó su salida hacia lo desconocido, la espera del nacimiento de
Isaac, el sacrificio de este hijo único”. (Biblia de Jerusalén, Desclée De Brouwer 1998, nota
a Hebreos 11,8).
1Cfr. Salmo 40, 7-9: 7 Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides
holocaustos ni sacrificios expiatorios; entonces yo digo: «Aquí estoy - como está escrito en mi libro - para
hacer tu voluntad; Oseas 6,6: Quiero misericordia y no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos;
Mateo 9, 13: Andad, aprended lo que significa “Misericordia quiero y no sacrificio”: que no he venido a llamar a
justos sino a pecadores».
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 Apertura a los designios de Dios
- “La fe se apoya en una palabra recibida de Dios que anuncia una realidad invisible
y futura. Esto se muestra en la existencia de Israel, que comienza con el éxodo de Abrahán y
se continúa a través de los siglos; esta fe puede ser sometida a duras pruebas, como cuando se
exige a Abrahán que sacrifique a su hijo, como demuestra también el hecho de que todos los
representantes de la Antigua Alianza «murieron sin haber recibido la tierra prometida” (Hans
Urs Von Balthasar, Luz de la Palabra, Ediciones Encuentro 1994, pp. 275-276)
- “La familia que se funda tanto en la Antigua como en la Nueva Alianza, es en las
dos lecturas [Natividad del Señor, Ciclo A: Gen 15, 1-6; 21, 1-3; Hb 11, 8.11-12.17-19] una
nueva obra de Dios; el cuerpo de Abrahán está ya viejo, Sara, su mujer, es estéril y Abrahán
ha designado ya como heredero un criado de casa, el hijo de su esclava. Pero Dios cambia el
destino: los padres se vuelven fecundos milagrosamente y el hijo de la promesa será un puro
don de Dios. Este episodio constituye por así decirlo el distintivo de todos los matrimonios de
Israel: su fecundidad, orientada hacia el Mesías, recibirá siempre algo de la gracia
sobrenatural de Dios: el hijo es un don de Dios, en el fondo le pertenece y sirve para que sus
planes se cumplan; a la familia no le está permitido cerrarse en sí misma, sino que, al igual
que Dios la ha abierto en el origen, así también debe permanecer abierta a los designios de
Dios. (Hans Urs Von Balthasar, Luz de la Palabra, Ediciones Encuentro 1994, p.129)
- El sacrificio de Abrahán. Esto llega hasta lo incomprensible, raya en lo intolerable
humanamente hablando, con la prueba a que se somete a Abrahán, cuando Dios le exige que
le sacrifique al hijo de la promesa, a cuya existencia el propio Dios había vinculado sus
promesas (descendencia tan numerosa como «la estrellas del cielo»). Israel ha considerado
siempre este episodio como uno de los más importantes de su historia. Dios entra en la familia
que él mismo ha fundado milagrosamente y la destruye. Humanamente hablando, Dios se
contradice claramente a sí mismo; pero como se trata de Dios, Abrahán obedece y se dispone
a devolver a Dios lo más precioso para él, lo que el mismo Dios le ha dado”. (Hans Urs Von
Balthasar, Luz de la Palabra, Ediciones Encuentro 1994, pp. 129-130)
 Dejar que Dios cumpla sus designios cuando quiera.
- Abraham esperó una ciudad símbolo de todo lo seguro, perduradero y protector. Pero el
cumplimiento de la promesa se retardó. La ciudad prometida no apareció; Abraham murió sin
verla. También sus hijos y sus nietos bajaron al sepulcro sin poder vivir en ella. Pero no
abandonaron su fe. Dejaron que Dios cumpliera sus promesas cuando quisiera. Cada vez se
hizo más evidente que Dios no pensaba en su cumplimiento cercano, sino en un tardío
cumplimiento, que el último cumplimiento trascendía todas las ciudades e incluso
posibilidades de este mundo. "En la fe murieron todos sin recibir las promesas; pero viéndolas
de lejos y saludándolas y confesándose peregrinos y huéspedes sobre la tierra, pues los que
tales cosas dicen dan bien a entender que buscan la patria. Que si se acordaran de aquella de
donde habían salido, tiempo tuvieron para volverse a ella. Pero deseaban otra mejor, esto es,
la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de llamarse Dios suyo, porque les tenía preparada
una ciudad" (M. SCHMAUS TEOLOGIA DOGMATICA VII LOS NOVISIMOS RIALP.
MADRID 19617.Pág. 265-277)
 Hay que estar, pues, preparados y atentos a la multiplicidad de
manifestaciones de la vida y hablar y actuar como creyentes en Jesucristo
allí donde estamos.
-Proceso de fe "Por su fe son recordados los antiguos". "La fe es seguridad de lo que se
espera". Seguimos el camino de fe de Abrahán, que resulta verdaderamente interesante y
aleccionador, como lo plantea la carta a los cristianos Hebreos.
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a) "Por fe obedeció Abrahán a la llamada". Siempre somos llamados por Dios. Debemos tener
muy fino el oído para escuchar la llamada de Dios e iniciar nuestra ruta por la fe.
b) "Salió sin saber adonde iba". La fe es una aventura arriesgada. No hay certezas ni
seguridades. Nunca sabemos adonde nos llevará la vida. Es en cada momento que debemos
hacernos la gran pregunta: ahora y aquí, ¿qué debo hacer?
c) "Por fe vivió como extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas". Debemos vivir
en un sitio concreto, en una tierra, en un pueblo y estar ahí, es decir, participar en la vida del
pueblo, potenciar todo lo que ayude a que la vida sea más agradable; siempre con la
conciencia clara de que ninguna situación es definitiva.
d) "Mientras esperaba la ciudad de sólidos cimientos cuyo arquitecto y constructor iba a ser
Dios". Es alentador y sumamente gratificante saber que cualquier gesto, cualquier acto de
bondad construye el Reino, nos acerca a la ciudad de Dios, hacia aquella región donde "no
habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor".
e) "Por fe también Sara, cuando ya le había pasado la edad, obtuvo fuerza para fundar un
linaje". La fe, siempre "fecunda", siempre engendra vida. No vale moverse por los caminos
del desencanto, de la inactividad, diciendo que todo está perdido, que no se puede hacer
nada...
f) "Por fe Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac". La fe nos lleva al corazón de la vida y
ésta es muy complicada a veces, muy variada, muy dura. Y ante cada situación debemos
preguntarnos qué nos exige nuestra fe y ser consecuentes con la respuesta. De otro modo
viviríamos un cristianismo puramente teórico y desde la teoría se justifica y se explica todo:
ser cristiano y llevar una vida de lujo, ser cristiano y rico, ser cristiano y hacer negocios poco
transparentes.
Debemos tener muy claro que hay que tener un orden de valores que evidentemente no
es coincidente con el orden de valores de nuestro mundo. Es más bien un ir contracorriente, es
lo de "haceos talegas que no se echen a perder". "un tesoro inagotable en el cielo" del
evangelio de hoy. "Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá", debemos hacer lo que el
Señor quiere. Hay que estar, pues, preparados y atentos a la multiplicidad de manifestaciones
de la vida y hablar y actuar como creyentes en Jesucristo allí donde estamos. (VICENÇ FIOL
MISA DOMINICAL 1989, 16)
 Que podamos discernir cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno,
agradable y perfecto
 Romanos 12, 1-2:
- Os exhorto, por tanto, hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestros
cuerpos como ofrenda viva, santa, agradable a Dios: éste es vuestro culto espiritual. Y no os
amoldéis a este mundo, sino, por el contrario, transformaos con una renovación de la mente,
para que podáis discernir cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, agradable y perfecto.
- Cuerpo = vida.
- “En los vv. 1-2 el Apóstol introduce la invitación a dar Dios un culto espiritual, como
consecuencia de la nueva condición dada por el Bautismo”. (Nuevo Testamento, Eunsa
1991, nota a Rm 1, 1-15).
- “Todos, por el Bautismo, hemos sido constituidos sacerdotes de nuestra propia existencia
«para ofrecer víctimas espirituales, que sean agradables a Dios por Jesucristo» (1 P 2,5), para
realizar cada una de nuestra acciones en espíritu de obediencia a la voluntad de Dios,
perpetuando así la misión del Dios-Hombre” (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 96)
 El designio del Dios eterno es dado a conocer a todas las gentes por la
obediencia de la fe
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 Romanos 16, 25-26
- “Al que tiene el poder de confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo,
según la revelación del misterio oculto por los siglos eternos, pero ahora manifestado a través
de las Escrituras proféticas conforme al designio del Dios eterno, dado a conocer a todas las
gentes por la obediencia de la fe, a Dios, el único sabio, a Él la gloria por medio de Jesucristo
por los siglos de los siglos. Amén.” (Final de la Carta a los romanos: alabanza o doxología)
2. Catecismo
 Obediencia de la fe es la respuesta del hombre al Dios que revela
o n. 143:
“Por la fe, el hombre somete completamente su inteligencia y su voluntad a Dios. Con todo su
ser, el hombre da su asentimiento a Dios que revela (Cf DV 5). La Sagrada Escritura llama
«obediencia de la fe» a esta respuesta del hombre a Dios que revela (Cf Rom 1, 5; 16,
26).”
 Obediencia en la fe: es el sometimiento libre a la palabra escuchada
porque su verdad está garantizada por Dios
o n. 144:
“LA OBEDIENCIA DE LA FE - Obedecer («ob-audire») en la fe, es someterse libremente
a la palabra escuchada, porque su verdad está garantizada por Dios, la Verdad misma.
De esta obediencia, Abraham es el modelo que nos propone la Sagrada Escritura. La Virgen
María es la realización más perfecta de la misma.
 Abraham
o n . 145:
Abraham, «el padre de todos los creyentes» - La carta a los Hebreos, en el gran elogio de la fe
de los antepasados insiste particularmente en la fe de Abraham: «Por la fe, Abraham
obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba»
(Hb 11, 8) (Cf Gn 12, 1-4). Por la fe, vivió como extranjero y peregrino en la Tierra
prometida (Cf Gn 23, 4). Por la fe, a Sara se otorgó el concebir al hijo de la promesa. Por la
fe, finalmente, Abraham ofreció a su hijo único en sacrificio (Cf Hb 11, 17).
 Nuestra vida moral tiene su fuente en la fe en Dios
o n. 2087:
La fe - Nuestra vida moral tiene su fuente en la fe en Dios que nos revela su amor. S. Pablo
habla de la «obediencia de la fe» (Rm 1, 5; 16, 26) como de la primera obligación. Hace ver
en el «desconocimiento de Dios» el principio y la explicación de todas las desviaciones
morales (Cf Rm 1, 18-32). Nuestro deber para con Dios es creer en El y dar testimonio de El.
 La vida de oración: es esencial la obediencia del corazón a Dios; la
oración de Abraham se expresa primeramente con hechos.
o n. 2570:
La Promesa y la oración de la fe - Cuando Dios lo llama, Abraham se pone en camino «como
se lo había dicho el Señor» (Gn 12, 4): todo su corazón se somete a la Palabra y obedece. ö La
obediencia del corazón a Dios que llama es esencial a la oración, las palabras tienen un valor
relativo. Por eso, la oración de Abraham se expresa primeramente con hechos: hombre de
silencio, en cada etapa construye un altar al Señor. Solamente más tarde aparece su primera
oración con palabras: una queja velada recordando a Dios sus promesas que no parecen
cumplirse (6). De este modo surge desde el principio uno de los aspectos de la tensión
dramática de la oración: la prueba de la fe en Dios que es fiel.
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 La contemplación es escucha de la palabra de Dios: no es pasiva, es
obediencia de la fe, acogida y adhesión.
o n. 2716
La contemplación es escucha de la palabra de Dios. Lejos de ser pasiva, esta escucha es la
obediencia de la fe, acogida incondicional del siervo y adhesión amorosa del hijo. Participa en
el «sí» del Hijo hecho siervo y en el «fiat» de su humilde esclava.
 Por la fe el hombre se entrega; la fe se actúa en la caridad
o n. 1814:
(...) Por la fe «el hombre se entrega entera y libremente a Dios» (DV 5). Por eso el creyente se
esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios. «El justo vivirá por la fe» (Rm 1, 17). La fe
viva «actúa por la caridad» (Ga 5, 6).
 La obediencia de la fe en la Virgen
o n. 148:
“María: «Dichosa la que ha creído» - La Virgen María realiza de la manera más perfecta la
obediencia de la fe. En la fe, María acogió el anuncio y la promesa que le traía el ángel
Gabriel, creyendo que «nada es imposible para Dios» (Lc 1, 37) (Cf Gn 18, 14) y dando su
asentimiento: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1, 38). Isabel
la saludó: «¡Dichosa la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte
del Señor!» (Lc 1, 45). Por esta fe todas las generaciones la proclamarán bienaventurada (Cf
Lc 1, 48).”
o n. 494:
«Hágase en mí según tu palabra…» - Al anuncio de que ella dará a luz al «Hijo del Altísimo»
sin conocer varón, por la virtud del Espíritu Santo (Cf Lc 1, 28-37). María respondió por «la
obediencia de la fe» (Rm 1, 5), segura de que «nada hay imposible para Dios»: «He aquí la
esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra» (Lc 1, 37-38). ö Así dando su
consentimiento a la palabra de Dios, María llegó a ser Madre de Jesús y, aceptando de todo
corazón la voluntad divina de salvación, sin que ningún pecado se lo impidiera, se entregó a sí
misma por entero a la persona y a la obra de su Hijo, para servir, en su dependencia y con él,
por la gracia de Dios, al Misterio de la Redención (Cf LG 56):
Ella, en efecto, como dice S. Ireneo, «por su obediencia fue causa de la salvación
propia y de la de todo el género humano». Por eso, no pocos Padres antiguos, en su
predicación, coincidieron con él en afirmar: «el nudo de la desobediencia de Eva lo desató la
obediencia de María. Lo que ató la virgen Eva por su falta de fe lo desató la Virgen María
por su fe». ö Comparándola con Eva, llaman a María "Madre de los vivientes" y afirman con
mayor frecuencia: «la muerte vino por Eva, la vida por María» (LG 56).”
o n. 511:
“La Virgen María «colaboró por su fe y obediencia libres a la salvación de los hombres». (LG
56) Ella pronunció su «fiat» «loco totius humanae naturae» («ocupando el lugar de toda la
naturaleza humana»): (S. Tomás de A., s. th. 3, 30, 1) Por su obediencia, ella se convirtió en
la nueva Eva, madre de los vivientes.”
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Vida Cristiana

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