[Chiesa/Testi/Cristo/ConstruirVidaSobreRocaCristo BXVI Polonia]
CONSTUIR LA CASA DE LA
VIDA SOBRE LA ROCA DE CRISTO
Encuentro de
Benedicto XVI con un millón de jóvenes en Polonia
CRACOVIA,
sábado 27 mayo de 2006 (ZENIT.org).- Saludo del Papa a un millón de jóvenes con los que se
reunió en el parque Blonie, en
Cracovia.
Queridos jóvenes amigos:
Queridos jóvenes amigos:
v
La nostalgia de una casa que sea sólida, que no
se desplomará jamás: una vida plena, feliz, realizada.
¡Os doy mi cordial bienvenida! Vuestra presencia me alegra. Doy gracias al Señor por este encuentro con el calor de vuestra cordialidad. Sabemos que "donde están dos o tres reunidos en el nombre de Jesús, él está en medio de ellos" (cf. Mt 18, 20). ¡Pero vosotros sois hoy aquí muchos más! Por esto os doy las gracias a cada uno de vosotros. Así pues, Jesús está aquí con nosotros. Está presente entre los jóvenes de la tierra polaca, para hablar con ellos de una casa que no se desplomará jamás, porque está edificada sobre roca. Es la palabra evangélica que acabamos de escuchar (cf. Mt 7, 24-27).
Amigos míos, en el corazón de cada hombre existe el deseo de una casa. En un corazón joven existe con mayor razón el gran anhelo de una casa propia, que sea sólida, a la que no sólo se pueda volver con alegría, sino también en la que se pueda acoger con alegría a todo huésped que llegue. Es la nostalgia de una casa en la que el pan de cada día sea el amor, el perdón, la necesidad de comprensión, en la que la verdad sea la fuente de la que brota la paz del corazón.
Es la nostalgia de una casa de la que se pueda estar orgulloso, de la que no se deba avergonzar y por cuya destrucción jamás se deba llorar. Esta nostalgia no es más que el deseo de una vida plena, feliz, realizada. No tengáis miedo de este deseo. No lo evitéis. No os desaniméis a la vista de las casas que se han desplomado, de los deseos que no se han realizado, de las nostalgias que se han disipado. Dios Creador, que infunde en un corazón joven el inmenso deseo de felicidad, no lo abandona después en la ardua construcción de la casa que se llama vida.
v
¿Cómo construir la casa que se llama vida? Jesús
exhorta a construir la casa sobre roca. Solamente así no se desplomará.
Amigos míos, se impone una pregunta: "¿Cómo
construir esta casa?". Es una pregunta que seguramente ya os habéis
planteado muchas veces en vuestro corazón y que volveréis a plantearos muchas
veces. Es una pregunta que es preciso hacerse a sí mismos no solamente una vez.
Cada día debe estar ante los ojos del corazón: ¿cómo construir la casa llamada
vida? Jesús, cuyas palabras hemos escuchado en el pasaje del evangelio según
san Mateo, nos exhorta a construir sobre roca. En efecto, solamente así la casa
no se desplomará.
§ Ante
todo se debe construir sobre Cristo y con Cristo
Pero ¿qué quiere decir construir la casa sobre roca?
Construir sobre roca quiere decir
ante todo: construir sobre Cristo y con Cristo. Jesús dice: "Así pues,
todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el
hombre prudente que construyó su casa sobre roca" (Mt 7, 24). Aquí no se
trata de palabras vacías, dichas por una persona cualquiera, sino de las
palabras de Jesús. No se trata de escuchar a una persona cualquiera, sino de
escuchar a Jesús. No se trata de cumplir cualquier cosa, sino de cumplir las
palabras de Jesús.
Construir sobre Cristo y con Cristo significa construir sobre un fundamento que se llama amor crucificado. Quiere decir construir con Alguien que, conociéndonos mejor que nosotros mismos, nos dice: "Eres precioso a mis ojos, ...eres estimado, y yo te amo" (Is 43, 4). Quiere decir construir con Alguien que siempre es fiel, aunque nosotros fallemos en la fidelidad, porque él no puede negarse a sí mismo (cf. 2 Tm 2, 13). Quiere decir construir con Alguien que se inclina constantemente sobre el corazón herido del hombre, y dice: "Yo no te condeno. Vete, y en adelante no peques más" (cf. Jn 8, 11). Quiere decir construir con Alguien que desde lo alto de la cruz extiende los brazos para repetir por toda la eternidad: "Yo doy mi vida por ti, hombre, porque te amo".
Por último, construir sobre Cristo quiere decir fundar sobre su voluntad todos nuestros deseos, expectativas, sueños, ambiciones, y todos nuestros proyectos. Significa decirse a sí mismo, a la propia familia, a los amigos y al mundo entero y, sobre todo, a Cristo: "Señor, en la vida no quiero hacer nada contra ti, porque tú sabes lo que es mejor para mí. Sólo tú tienes palabras de vida eterna" (cf. Jn 6, 68). Amigos míos, no tengáis miedo de apostar por Cristo. Tened nostalgia de Cristo, como fundamento de la vida. Encended en vosotros el deseo de construir vuestra vida con él y por él. Porque no puede perder quien lo apuesta todo por el amor crucificado del Verbo encarnado.
Construir sobre roca significa construir sobre Cristo y con Cristo, que es la roca. En la primera carta a los Corintios san Pablo, hablando del camino del pueblo elegido a través del desierto, explica que todos "bebieron... de la roca espiritual que los acompañaba; y la roca era Cristo" (1 Co 10, 4). Ciertamente, los padres del pueblo elegido no sabían que esa roca era Cristo. No eran conscientes de que los acompañaba Aquel que, cuando llegaría la plenitud de los tiempos, se encarnaría, asumiendo un cuerpo humano. No necesitaban comprender que apagaría su sed el Manantial mismo de la vida, capaz de ofrecer el agua viva para saciar la sed de todo corazón. Sin embargo, bebieron de esta roca espiritual que es Cristo, porque sentían nostalgia del agua de la vida, la necesitaban.
Construir sobre Cristo y con Cristo significa construir sobre un fundamento que se llama amor crucificado. Quiere decir construir con Alguien que, conociéndonos mejor que nosotros mismos, nos dice: "Eres precioso a mis ojos, ...eres estimado, y yo te amo" (Is 43, 4). Quiere decir construir con Alguien que siempre es fiel, aunque nosotros fallemos en la fidelidad, porque él no puede negarse a sí mismo (cf. 2 Tm 2, 13). Quiere decir construir con Alguien que se inclina constantemente sobre el corazón herido del hombre, y dice: "Yo no te condeno. Vete, y en adelante no peques más" (cf. Jn 8, 11). Quiere decir construir con Alguien que desde lo alto de la cruz extiende los brazos para repetir por toda la eternidad: "Yo doy mi vida por ti, hombre, porque te amo".
Por último, construir sobre Cristo quiere decir fundar sobre su voluntad todos nuestros deseos, expectativas, sueños, ambiciones, y todos nuestros proyectos. Significa decirse a sí mismo, a la propia familia, a los amigos y al mundo entero y, sobre todo, a Cristo: "Señor, en la vida no quiero hacer nada contra ti, porque tú sabes lo que es mejor para mí. Sólo tú tienes palabras de vida eterna" (cf. Jn 6, 68). Amigos míos, no tengáis miedo de apostar por Cristo. Tened nostalgia de Cristo, como fundamento de la vida. Encended en vosotros el deseo de construir vuestra vida con él y por él. Porque no puede perder quien lo apuesta todo por el amor crucificado del Verbo encarnado.
Construir sobre roca significa construir sobre Cristo y con Cristo, que es la roca. En la primera carta a los Corintios san Pablo, hablando del camino del pueblo elegido a través del desierto, explica que todos "bebieron... de la roca espiritual que los acompañaba; y la roca era Cristo" (1 Co 10, 4). Ciertamente, los padres del pueblo elegido no sabían que esa roca era Cristo. No eran conscientes de que los acompañaba Aquel que, cuando llegaría la plenitud de los tiempos, se encarnaría, asumiendo un cuerpo humano. No necesitaban comprender que apagaría su sed el Manantial mismo de la vida, capaz de ofrecer el agua viva para saciar la sed de todo corazón. Sin embargo, bebieron de esta roca espiritual que es Cristo, porque sentían nostalgia del agua de la vida, la necesitaban.
§ La
presencia viva de Jesús mientras caminamos por las sendas de la vida: en la
obra de la creación, en la palabra de Dios y en la Eucaristía, en la comunidad
de los creyentes y en todo hombre redimido ... en los momentos felices y en las
adversidades.
Mientras caminamos por las sendas de la vida, a veces
quizá no somos conscientes de la presencia de Jesús. Pero precisamente esta
presencia viva y fiel, la presencia en la obra de la creación, la presencia en
la palabra de Dios y en la Eucaristía, en la comunidad de los creyentes y en todo
hombre redimido por la preciosa sangre de Cristo, esta presencia es la fuente
inagotable de la fuerza humana. Jesús de Nazaret, Dios que se hizo hombre, está
a nuestro lado en los momentos felices y en las adversidades, y desea esta
relación, que es en realidad el fundamento de la auténtica humanidad. En el
Apocalipsis leemos estas significativas palabras: "Mira que estoy a la
puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y
cenaré con él y él conmigo" (Ap 3, 20).
§ Construir
sobre Alguien que fue rechazado
Amigos míos, ¿qué quiere decir construir sobre roca?
Construir sobre roca significa también construir sobre Alguien che fue
rechazado. San Pedro habla a sus fieles de Cristo como de una "piedra
viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios" (1 P 2,
4). El hecho innegable de la elección de Jesús por parte de Dios no esconde el
misterio del mal, a causa del cual el hombre es capaz de rechazar a Aquel que
lo ha amado hasta el extremo. Este rechazo de Jesús por parte de los hombres,
mencionado por san Pedro, se prolonga en la historia de la humanidad y llega
también a nuestros días.
No se necesita una gran agudeza para descubrir las múltiples manifestaciones del rechazo de Jesús, incluso donde Dios nos ha concedido crecer. Muchas veces Jesús es ignorado, es escarnecido, es proclamado rey del pasado, pero no del hoy y mucho menos del mañana; es arrumbado en el armario de cuestiones y de personas de las que no se debería hablar en voz alta y en público. Si en la construcción de la casa de vuestra vida os encontráis con los que desprecian el fundamento sobre el que estáis construyendo, no os desaniméis. Una fe fuerte debe superar las pruebas. Una fe viva debe crecer siempre. Nuestra fe en Jesucristo, para seguir siendo tal, debe confrontarse a menudo con la falta de fe de los demás.
No se necesita una gran agudeza para descubrir las múltiples manifestaciones del rechazo de Jesús, incluso donde Dios nos ha concedido crecer. Muchas veces Jesús es ignorado, es escarnecido, es proclamado rey del pasado, pero no del hoy y mucho menos del mañana; es arrumbado en el armario de cuestiones y de personas de las que no se debería hablar en voz alta y en público. Si en la construcción de la casa de vuestra vida os encontráis con los que desprecian el fundamento sobre el que estáis construyendo, no os desaniméis. Una fe fuerte debe superar las pruebas. Una fe viva debe crecer siempre. Nuestra fe en Jesucristo, para seguir siendo tal, debe confrontarse a menudo con la falta de fe de los demás.
§ Habrá
contrariedades
Queridos amigos, ¿qué quiere decir construir sobre
roca? Construir sobre roca quiere decir ser conscientes de que habrá
contrariedades. Cristo dice: "Cayó la lluvia, vinieron los torrentes,
soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa..." (Mt 7, 25).
Estos fenómenos naturales no sólo son la imagen de las múltiples contrariedades
de la condición humana; normalmente también son previsibles. Cristo no promete
que sobre una casa en construcción no caerá jamás un aguacero; no promete que
una ola violenta no derribará lo que para nosotros es más querido; no promete
que vientos impetuosos no arrastrarán lo que hemos construido a veces a costa
de enormes sacrificios. Cristo no sólo comprende la aspiración del hombre a una
casa duradera, sino que también es plenamente consciente de todo lo que puede
arruinar la felicidad del hombre. Por eso, no debéis sorprenderos de que surjan
contrariedades, cualesquiera que sean. No os desaniméis a causa de ellas. Un
edificio construido sobre roca no queda exento de la acción de las fuerzas de
la naturaleza, inscritas en el misterio del hombre. Haber construido sobre roca
significa tener la certeza de que en los momentos difíciles existe una fuerza
segura en la que se puede confiar.
§ Construir
con sabiduría: es insensato fundar nuestra vida sobre arenas movedizas
Amigos míos, permitidme que insista: ¿qué quiere decir
construir sobre roca? Quiere decir construir con sabiduría. Con razón Jesús
compara a quienes oyen sus palabras y las ponen en práctica con un hombre sabio
que ha construido su casa sobre roca. En efecto, es insensato construir sobre
arena cuando se puede hacer sobre roca, teniendo así una casa capaz de resistir
a cualquier tormenta. Es insensato construir la casa sobre un terreno que no
ofrece garantías de resistir en los momentos más difíciles. Tal vez sea más
fácil fundar nuestra vida sobre las arenas movedizas de nuestra visión del
mundo, construir nuestro futuro lejos de la palabra de Jesús, y a veces incluso
contra ella. Sin embargo, es evidente que quien construye de este modo no es
prudente, porque quiere convencerse a sí mismo y a los demás de que en su vida
no se desatará ninguna tormenta, de que ninguna ola se estrellará contra su
casa. Ser sabio significa tener en cuenta que la solidez de la casa depende de
la elección del fundamento. No tengáis miedo de ser sabios; es decir, no
tengáis miedo de construir sobre roca.
§ Construir
sobre Pedro y con Pedro; en la Iglesia y con la Iglesia
Amigos míos, una vez más: ¿qué quiere decir construir
sobre roca? Construir sobre roca quiere decir también construir sobre Pedro y
con Pedro, pues a él el Señor le dijo: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra
edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra
ella" (Mt 16, 18). Si Cristo, la Roca, la piedra viva y preciosa, llama a
su Apóstol piedra, significa que quiere que Pedro, y con él toda la Iglesia,
sean signo visible del único Salvador y Señor.
Ciertamente aquí, en Cracovia, la ciudad predilecta de mi predecesor Juan Pablo II, a nadie sorprenden las palabras acerca de construir con Pedro y sobre Pedro. Por eso os digo: no tengáis miedo de construir vuestra vida en la Iglesia y con la Iglesia. Sentíos orgullosos del amor a Pedro y a la Iglesia a él encomendada. No os dejéis engañar por quienes quieren contraponer a Cristo y a la Iglesia. Sólo hay una roca sobre la cual vale la pena construir la casa. Esta roca es Cristo. Sólo hay una piedra sobre la cual vale la pena apoyarlo todo. Esta piedra es aquel a quien Cristo dijo: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia" (Mt 16, 18). Vosotros, los jóvenes, habéis conocido bien al Pedro de nuestro tiempo. Por eso, no olvidéis que ni aquel Pedro que está observando nuestro encuentro desde la ventana de Dios Padre, ni este Pedro que ahora está delante de vosotros, ni ningún Pedro sucesivo estará nunca contra vosotros, ni contra la construcción de una casa duradera sobre roca. Al contrario, con su corazón y con sus manos os ayudará a construir la vida sobre Cristo y con Cristo.
Ciertamente aquí, en Cracovia, la ciudad predilecta de mi predecesor Juan Pablo II, a nadie sorprenden las palabras acerca de construir con Pedro y sobre Pedro. Por eso os digo: no tengáis miedo de construir vuestra vida en la Iglesia y con la Iglesia. Sentíos orgullosos del amor a Pedro y a la Iglesia a él encomendada. No os dejéis engañar por quienes quieren contraponer a Cristo y a la Iglesia. Sólo hay una roca sobre la cual vale la pena construir la casa. Esta roca es Cristo. Sólo hay una piedra sobre la cual vale la pena apoyarlo todo. Esta piedra es aquel a quien Cristo dijo: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia" (Mt 16, 18). Vosotros, los jóvenes, habéis conocido bien al Pedro de nuestro tiempo. Por eso, no olvidéis que ni aquel Pedro que está observando nuestro encuentro desde la ventana de Dios Padre, ni este Pedro que ahora está delante de vosotros, ni ningún Pedro sucesivo estará nunca contra vosotros, ni contra la construcción de una casa duradera sobre roca. Al contrario, con su corazón y con sus manos os ayudará a construir la vida sobre Cristo y con Cristo.
§ Una
palabra de esperanza: si se construye con el fundamento de la fe, la casa no se
desplomará
Queridos amigos, meditando en las palabras de Cristo
sobre la roca como fundamento adecuado para la casa, no podemos menos de notar
que la última palabra es una palabra de esperanza. Jesús dice que, a pesar de
la furia de los elementos, la casa no se desplomó, porque estaba fundada sobre
roca. Con estas palabras nos infunde una extraordinaria confianza en la fuerza
del fundamento, la fe que no teme ser desmentida porque está confirmada por la
muerte y resurrección de Cristo. Esta es la fe que, años después, confesará san
Pedro en su carta: "He aquí que coloco en Sión una piedra angular,
elegida, preciosa, y el que crea en ella no será confundido" (1 P 2, 6).
Ciertamente "no será confundido...".
Queridos jóvenes amigos, el miedo al fracaso a veces puede frenar incluso los sueños más hermosos. Puede paralizar la voluntad e impedir creer que pueda existir una casa construida sobre roca. Puede persuadir de que la nostalgia de la casa es solamente un deseo juvenil y no un proyecto de vida. Como Jesús, decid a este miedo: "¡No puede caer una casa fundada sobre roca!". Como san Pedro, decid a la tentación de la duda: "Quien cree en Cristo, no será confundido". Sed testigos de la esperanza, de la esperanza que no teme construir la casa de la propia vida, porque sabe bien que puede apoyarse en el fundamento que le impedirá caer: Jesucristo, nuestro Señor.
Queridos jóvenes amigos, el miedo al fracaso a veces puede frenar incluso los sueños más hermosos. Puede paralizar la voluntad e impedir creer que pueda existir una casa construida sobre roca. Puede persuadir de que la nostalgia de la casa es solamente un deseo juvenil y no un proyecto de vida. Como Jesús, decid a este miedo: "¡No puede caer una casa fundada sobre roca!". Como san Pedro, decid a la tentación de la duda: "Quien cree en Cristo, no será confundido". Sed testigos de la esperanza, de la esperanza que no teme construir la casa de la propia vida, porque sabe bien que puede apoyarse en el fundamento que le impedirá caer: Jesucristo, nuestro Señor.
Vida Cristiana
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