viernes, 1 de diciembre de 2017
ESTAD EN VELA: por Santiago Agrelo
“Estad en vela”: Lo va diciendo la misericordia a los que caminan oprimidos por el peso de la miseria. Lo dice la gracia, porque salgan a su encuentro los pecadores.
“Estad en vela”: Te lo dice la salvación que llama a la puerta, y han de velar para abrirle los oprimidos.
“Estad en vela”: Porque el reino de Dios está tan cerca que se ha hecho evangelio y se anuncia a los pobres para que entren en él. Se anuncia ya el Sol que nace de lo alto, y, si él está cerca, han de estar alerta los ciegos porque llega la Luz que quiere iluminarlos.
Velen los hijos de la Iglesia, pues en medio de ellos está la palabra del Señor y busca el corazón de cada uno para hacer morada en él.
En medio de nosotros está el Señor resucitado: que esté en vela la fe para reconocerlo, para escucharlo, para unirnos a su canto eterno, para comulgar con él, para vivir con él…
“Estad en vela”: porque llega el amor que os abraza, llega la paz con que Dios os bendice, llega la alegría con que Dios os regala, llega la vida con que Dios os eterniza.
“Estad en vela”: porque llega Jesús, porque llega el Rey, porque llegan los pobres en los que el Rey nos visita.
“Estad en vela”: Es domingo. Es el día del Rey y de los pobres.
1 Domingo de Adviento Año B - 3 diciembre 2017
Ø Primer domingo de Adviento, Año B (2017). Al comenzar el Adviento, “el deseo de salir al encuentro de Cristo que viene” (Oración colecta). Preparación para la venida de Jesús.
Hemos de estar vigilantes. Vino por vez primera con su
Encarnación y Nacimiento, y volverá al fin de los tiempos para juzgarnos. Pero,
además, está dispuesto a volver en cualquier momento, para habitar
espiritualmente en nosotros mediante la fe y los sacramentos, si, por nuestra
parte, quitamos todo obstáculo; y si ordenamos nuestra conducta conforme a sus
mandamientos [1].
El Adviento, por tanto, no es solamente una preparación para la celebración del
nacimiento de Jesús, sino una llamada a estar siempre vigilantes porque, en
cualquier momento, desea hacerse presente en nuestras vidas [2].
v
Cfr. 1 Domingo de Adviento
Año B - 3 diciembre 2017
1. Textos que nos explican las tres venidas de Cristo a este mundo.
v Cristo vino por su Encarnación y Nacimiento (1ª), viene en
nuestras vidas por la fe y los sacramentos (2ª), y vendrá al fin de los tiempos
para juzgarnos.
o
De los
sermones de san Bernardo, abad (1090-1153)
§ Primera (Encarnación y Nacimiento) y última (fin de los tiempos)
§ En cualquier momento, cuando el Señor se hace presente en nuestras
vidas (llamada “venida intermedia”).
o
De la Carta
sobre el Adviento, de San Carlos
Borromeo, Obispo de Milán (1538-1584)
§ Así como Cristo vino una vez al mundo en la carne, de la misma
manera está dispuesto a volver en cualquier momento, para habitar
espiritualmente en nuestra alma con la abundancia de sus gracias, mediante la
fe y los sacramentos; si nosotros, por nuestra parte, quitamos todo obstáculo,
y si ordenamos nuestra conducta conforme a sus mandamientos.
o
Benedicto XVI, Homilía 1º Domingo Adviento, 30
noviembre de 2008, en la Basílica de S. Lorenzo Extramuros,
§ Significado del término "Adviento" en el mundo antiguo y
para los cristianos. Significa hacer memoria de la primera venida del Señor en
la carne, pensando ya en su vuelta definitiva; y, al mismo tiempo, significa
reconocer que Cristo presente en medio de nosotros se hace nuestro compañero de
viaje en la vida de la Iglesia, que celebra su misterio.
§ La escucha de la Palabra de Dios, debería ayudarnos a ver el mundo
de una manera diversa, a interpretar cada uno de los acontecimientos de la vida
y de la historia como palabras que Dios nos dirige, como signos de su amor que
nos garantizan su cercanía en todas las situaciones; debería prepararnos para
acogerlo cuando "de nuevo venga con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin"
2. Las venidas del Señor – ya sea cuando quiere
hacerse presente en esta vida, ya sea al
fin de los tiempos - son una sorpresa. Tenemos que estar vigilantes.
v «Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa,
si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea
que venga inesperadamente y os encuentre dormidos (Evangelio)»
3. La vigilancia en la vida
cristiana
v La vigilancia es una actitud necesaria, y siempre recomendada.
o Para
que el cuerpo no caiga en un pesado sopor ni el alma en el
entorpecimiento
y el temor
o
Ante la imprevisibilidad de la llegada de Dios
«a los suyos», la reacción del hombre no puede ser la del sueño, de la
indiferencia, de la pereza y de la distracción.
o
Las palabras de Cristo bajan como un torbellino
del diluvio para sacudir las conciencias inmersas en el entorpecimiento. Hay,
en efecto, una inquietud de la conciencia que es indicio de sensibilidad, de
vida, de espiritualidad, de fe.
o
Vigilar con Cristo
es mirar adelante sin olvidar el pasado.
- J.
H. Newman “Vigilar: ¿qué quiere decir, por Cristo? Estar
vigilantes. [...] Vigilar
4. La espera en la venida del
Señor también fue siempre un estímulo para los cristianos: para ser firmes en
la fe, para vivir la caridad, etc.
v Quien prepara el encuentro con el Señor al final de su vida,
presta atención a cuanto puede apartarle
de esa meta.
o
La necesidad de la paciencia
v La esperanza en la última venida del Señor, es decir, la esperanza
en la vida eterna, no debe debilitar, sino avivar la preocupación por cultivar
esta tierra.
o
La esperanza de una nueva tierra no debe
atenuar, sino más bien excitar la preocupación por perfeccionar esta tierra.
§ Verdaderamente es corto nuestro tiempo para amar, para dar, para
desagraviar.
§ El amor al prójimo limpia los ojos para ver a Dios.
§ Los cristianos se sienten comprometidos a no descuidar los deberes
de su ciudadanía terrenal
5. La vigilancia según algunos
puntos del Catecismo de la Iglesia Católica
o
Velando en la oración es como no se cae en la
tentación.
o
La acedia o apatía es fruto del
descuido de la vigilancia.
o
La acedía o pereza espiritual llega a
rechazar el gozo que viene de Dios
o
La vigilancia es "guarda del corazón”.
miércoles, 29 de noviembre de 2017
Papa Francisco, Catequesis, La Santa Misa (2). La Misa es oración Miércoles, 15 de noviembre de 2017
Ø La
Eucaristía. Catequesis de Papa Francisco. La Misa (2). La Misa es oración.
v
Cfr. Papa Francisco, Catequesis, La Santa Misa (2).
La Misa es oración
v
La Misa es la oración más concreta pues es un
encuentro con el señor
o
La oración es principalmente diálogo, trato
personal con Dios.
§ Cristo,
cuando llama a sus discípulos, los llama para que estén con Él. Así pues, esa
es la gracia más grande: poder experimentar que la Misa, la Eucaristía es el
momento privilegiado para estar con Jesús y, a través de Él, con Dios y con los
hermanos.
o
Rezar es también saber estar en silencio, para
prepararnos al diálogo. El silencio es tan importante.
§ Los
Evangelios nos muestran a Jesús que se retira a lugares apartados para rezar.
Y los discípulos, viendo esta
relación íntima con el Padre, sienten el
deseo de poder participar, y le piden: «Señor, enséñanos a orar»
o
Pero necesitamos ser humildes, reconocerse
hijos, descansar en el Padre, fiarse de Él. La primera actitud es la confianza.
o
La segunda predisposición, también propia de los
niños, es dejarse sorprender, maravillar.
§ El
deseo de renacer, la alegría de recomenzar para encontrar al Señor.
§ El
Señor nos sorprende mostrándonos que nos ama también en nuestras debilidades.
En la Eucaristía el Señor encuentra nuestra fragilidad.
domingo, 26 de noviembre de 2017
EL REY: por Santiago Agrelo
Con razón lo llamas “Rey del universo”, pues lo es. Pero no te engañes a ti mismo haciendo de tu Rey un trasunto perfeccionado de los reyes del mundo.
Tu rey –tu Dios- es tu pastor: A donde tú vas, él va contigo. Si te pierdes –porque en nuestra libertad está perdernos-, no dejará de buscarte, seguirá tu rastro, te recogerá si te has descarriado, te vendará si te encuentra herida…
Tu rey –tu Dios- es tu pastor: Con él, nada te falta; te conduce hacia fuentes tranquilas y repara tus fuerzas.
Así, buscándote, recogiéndote, vendando tus heridas, así reinará el que tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies.
Y si yo, oveja perdida, descarriada, me pregunto cuándo me encontrará mi Pastor, cuándo podré honrar con mi amor a mi Rey, él mismo me dice: hónrame en los pobres, acúdeme en su necesidad, visítame y abrázame en su soledad.
+++++++++
Ayer, treinta emigrantes perecieron ahogados en el Mar Mediterráneo.
Hace dos días, más de 300 personas murieron asesinadas mientras oraban en una mezquita.
Hoy no sé cuántos son los que van a morir de hambre.
Tampoco puedo contar los que hoy van a ser explotados, vejados, esclavizados, violados, maltratados, humillados, asesinados…
Sólo quiero recordar, por si todavía queda alguien que no lo sepa, que esas víctimas son El Rey, son El Señor, son el que nos ha de juzgar “cuando venga en su gloria el Hijo del hombre”.
Domingo 34 del Tiempo Ordinario, Jesucristo, Rey del universo (2017), Año A.
Ø Domingo 34 del Tiempo Ordinario, Jesucristo, Rey del universo (2017), Año A. La frase «Cristo reina» tiene su equivalente en la profesión de fe: «Jesús es el Señor». Algunos textos de la Escritura en los que se afirma que «Jesucristo es el Señor». Jesús es el Buen Pastor. Lo afirmó con sus palabras y lo hizo con sus gestos. El Señor cuida de nosotros también a través de los sacramentos. Seremos juzgados según el amor al prójimo. Reinar es servir, y servir es reinar.
v
Cfr. Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo,
Año A
1. Algunos textos de la Escritura en los que se afirma que «Jesucristo es
el Señor»
2. Jesús actualiza la profecía de Ezequiel: se
presenta a sí mismo como «el buen Pastor».
- Biblia de
Jerusalén, Ezequiel 34: “La imagen del rey-pastor es antigua en el patrimonio literario
de
v
Jesús es el Buen Pastor
o
Lo afirmó con sus palabras y lo hizo con sus
gestos.
- S. Biblia, Libros proféticos, Ez 34,
1-31, EUNSA, 2002: “Jesús retomará esta imagen como
o
Jesús se presenta a sí mismo como «el buen
Pastor», no sólo de Israel, sino de todos los hombres Y su vida es una
manifestación ininterrumpida, es más, una realización diaria de su «caridad
pastoral».
o
El Señor cuida de nosotros también a través de
los sacramentos.
2. Jesús es juez
v
Evangelio de hoy: seremos juzgados según el amor
al prójimo. La pertenencia al reino de Cristo es consecuencia de la acogida del
hermano necesitado. Hay que reconocer a Cristo en nuestros hermanos
los hombres.
3. Reinar es servir y servir es reinar: una
característica de la vocación cristiana.
v
El Hijo del Hombre ha venido a servir y a dar su
vida: la realeza de Cristo no se debe entender con conceptos humanos.
v El “poder” de Jesucristo Rey
o
Es el poder divino de dar la vida
eterna, de librar del mal, de vencer el dominio de la muerte. Es el poder del
Amor, que sabe sacar el bien del mal, ablandar un corazón endurecido, llevar la
paz al conflicto más violento, encender la esperanza en la oscuridad más densa.
Este Reino de la gracia nunca se impone y siempre respeta nuestra libertad.
v La
vocación cristiana es participación en la realeza de Cristo
o
Una característica de la dignidad de la vocación
cristiana es la de participar en la «realeza de Cristo»; esta dignidad se
expresa en la disponibilidad para servir.
- Juan
Pablo II, Enc. Redemptor hominis, n. 21: “El
Concilio Vaticano II, construyendo desde la