sábado, 20 de mayo de 2017

Mandamientos y ley natural. Relaciones de los mandamientos con la ley natural, según algunos de los números del Catecismo de la Iglesia Católica. Una luz ofrecida a la conciencia de todo hombre, para manifestarle la llamada y los caminos de Dios, y para protegerle contra el mal. El Decálogo enuncia los principios de vida moral válidos para todos los hombres. Las "diez palabras", como preceptos negativos o como mandamientos positivos, indican las condiciones de una vida liberada de la esclavitud del pecado. El Decálogo es un camino de vida. Los preceptos del Decálogo, aunque accesibles a la sola razón, han sido revelados. Los diez mandamientos, grabados por Dios en el corazón humano, expresan deberes fundamentales del hombre hacia Dios y su prójimo, y son básicamente inmutables; contienen una expresión privilegiada de la ley natural, que conocemos por revelación divina y por la razón humana.


  • Mandamientos y ley natural. Relaciones de los mandamientos con la ley natural, según algunos de

los números del Catecismo de la Iglesia Católica. Una luz ofrecida a la conciencia de todo hombre, para manifestarle la llamada y los caminos de Dios, y para protegerle contra el mal. El Decálogo enuncia los principios de vida moral válidos para todos los hombres. Las "diez palabras", como preceptos negativos o como mandamientos positivos, indican las condiciones de una vida liberada de la esclavitud del pecado. El Decálogo es un camino de vida. Los preceptos del Decálogo, aunque accesibles a la sola razón, han sido revelados. Los diez mandamientos, grabados por Dios en el corazón humano, expresan deberes fundamentales del hombre hacia Dios y su prójimo, y son básicamente inmutables; contienen una expresión privilegiada de la ley natural, que conocemos por revelación divina y por la razón humana.


  • La ley natural está expuesta, en sus principales preceptos, en el Decálogo

  • Tiene por raíz la aspiración y la sumisión a Dios, fuente y juez de todo bien, así como el sentido del prójimo como igual a sí mismo.

  • Se llama natural no por referencia a la naturaleza de los seres irracionales, sino porque la razón que la proclama pertenece propiamente a la naturaleza humana
1955 La ley "divina y natural" (Gaudium et Spes 89, 1), muestra al hombre el camino que debe seguir para practicar el bien y alcanzar su fin. La ley natural contiene los preceptos primeros y esenciales que rigen la vida moral. Tiene por raíz la aspiración y la sumisión a Dios, fuente y juez de todo bien, así como el sentido del prójimo como igual a sí mismo. Está expuesta, en sus principales preceptos, en el Decálogo. Esta ley se llama natural no por referencia a la naturaleza de los seres irracionales, sino porque la razón que la proclama pertenece propiamente a la naturaleza humana:
"¿Dónde, pues, están inscritas estas normas sino en el libro de esa luz que se llama la Verdad? Allí está escrita toda ley justa, de allí pasa al corazón del hombre que cumple la justicia; no que ella emigre a él, sino que en él pone su impronta a la manera de un sello que de un anillo pasa a la cera, pero sin dejar el anillo" (S. Agustín, Trin. 14, 15, 21).
"La ley natural no es otra cosa que la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios; por ella conocemos lo que es preciso hacer y lo que es preciso evitar. Esta luz o esta ley, Dios la ha dado a la creación" (S. Tomás de Aquino, dec. praec. 1)

  • Los preceptos del Decálogo establecen los fundamentos de la vocación del hombre, formado a imagen de Dios.

  • Prohiben lo que es contrario al amor de Dios y del prójimo, y prescriben lo que le es esencial.

  • El Decálogo es una luz ofrecida a la conciencia de todo hombre para manifestarle la llamada y los caminos de Dios, y para protegerle contra el mal
1962 La Ley antigua es el primer estado de la Ley revelada. Sus prescripciones morales están resumidas en los Diez mandamientos. Los preceptos del Decálogo establecen los fundamentos de la vocación del hombre, formado a imagen de Dios. Prohiben lo que es contrario al amor de Dios y del prójimo, y prescriben lo que le es esencial. El Decálogo es una luz ofrecida a la conciencia de todo hombre para manifestarle la llamada y los caminos de Dios, y para protegerle contra el mal:
"Dios escribió en las tablas de la ley lo que los hombres no leían en sus corazones" (S. Agustín, Sal 57, 1).

  • La catequesis en materia moral ha tomado como base, junto al Credo y el Padrenuestro, el Decálogo que enuncia los principios de vida moral válidos para todos los hombres.

2033 El magisterio de los pastores de la Iglesia en materia moral se ejerce ordinariamente en la catequesis y en la predicación, con la ayuda de las obras de los teólogos y de los autores espirituales. Así se ha trasmitido de generación en generación, bajo la dirección y vigilancia de los pastores, el "depósito" de la moral cristiana, compuesto de un conjunto característico de normas, de mandamientos y de virtudes que proceden de la fe en Cristo y están vivificados por la caridad. Esta catequesis ha tomado tradicionalmente como base, junto al Credo y el Padrenuestro, el Decálogo que enuncia los principios de la vida moral válidos para todos los hombres.

  • El Decálogo enuncia los principios de la vida moral válidos para todo hombre.

2049 El Magisterio de los pastores de la Iglesia en materia moral se ejerce ordinariamente en la catequesis y la predicación sobre la base del Decálogo que enuncia los principios de la vida moral válidos para todo hombre.

  • La consecución de la vida eterna: la necesidad de reconocer a Dios como “el único Bueno”, bien por excelencia y fuente de todo bien; y los preceptos que se refieren al amor del prójimo.

2052 "Maestro, ¿qué he de hacer… ?"   » 
"Maestro, ¿qué he de hacer yo de bueno para conseguir la vida eterna?" Al joven que le hace esta pregunta, Jesús responde primero invocando la necesidad de reconocer a Dios como "el único Bueno", como el Bien por excelencia y como la fuente de todo bien. Luego Jesús le declara: "Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos". Y cita a su interlocutor los preceptos que se refieren al amor del prójimo: "No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás testimonio falso, honra a tu padre y a tu madre". Finalmente, Jesús resume estos mandamientos de una manera positiva: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mt 19, 16 - 19).

  • Las "diez palabras", como preceptos negativos o como mandamientos positivos, indican las condiciones de una vida liberada de la esclavitud del pecado. El Decálogo es un camino de vida.

2057 El Decálogo se comprende mejor cuando se lee en el contexto del Exodo, que es el gran acontecimiento liberador de Dios en el centro de la antigua Alianza. Las "diez palabras", bien sean formuladas como preceptos negativos, prohibiciones o bien como mandamientos positivos (como "honra a tu padre y a tu madre"), indican las condiciones de una vida liberada de la esclavitud del pecado. El Decálogo es un camino de vida:
"Si amas a tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, sus preceptos y sus normas, vivirás y te multiplicarás" (Dt 30, 16).
Esta fuerza liberadora del Decálogo aparece, por ejemplo, en el mandamiento del descanso del sábado, destinado también a los extranjeros y a los esclavos:
"Acuérdate de que fuiste esclavo en el país de Egipto y de que tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y con tenso brazo" (Dt 5, 15).

  • El Decálogo contiene una expresión privilegiada de la “ley natural”.

  • Pertenecen …. Nos enseñan … Ponen de relieve …Contienen …


2070 El Decálogo y la ley natural  
Los diez mandamientos pertenecen a la revelación de Dios. Nos enseñan al mismo tiempo la verdadera humanidad del hombre. Ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto, indirectamente los derechos fundamentales, inherentes a la naturaleza de la persona humana. El Decálogo contiene una expresión privilegiada de la "ley natural":
"Desde el comienzo, Dios había puesto en el corazón de los hombres los preceptos de la ley natural. Primeramente se contentó con recordárselos. Esto fue el Decálogo" (S. Ireneo, haer. 4, 15, 1).

  • Los preceptos del Decálogo, aunque accesibles a la sola razón, han sido revelados.

2071 Aunque accesibles a la sola razón, los preceptos del Decálogo han sido revelados. Para alcanzar un conocimiento completo y cierto de las exigencias de la ley natural, la humanidad pecadora necesitaba esta revelación:
"En el estado de pecado, una explicación plena de los mandamientos del Decálogo resultó necesaria a causa del oscurecimiento de la luz de la razón y la desviación de la voluntad" (S. Buenaventura, sent. 4, 37, 1, 3).
Conocemos los mandamientos de la ley de Dios por la revelación divina que nos es propuesta en la Iglesia, y por la voz de la conciencia moral.


  • Los diez mandamientos, grabados por Dios en el corazón humano, expresan deberes fundamentales del hombre hacia Dios y su prójimo, y son básicamente inmutables.

2072 La obligación del Decálogo
Los diez mandamientos, por expresar los deberes fundamentales del hombre hacia Dios y hacia su prójimo, revelan en su contenido primordial obligaciones graves. Son básicamente inmutables y su obligación vale siempre y en todas partes. Nadie podría dispensar de ellos. Los diez mandamientos están gravados por Dios en el corazón del ser humano.

  • Los diez mandamientos contienen una expresión privilegiada de la ley natural, que conocemos por revelación divina y por la razón humana.

2080 El Decálogo contiene una expresión privilegiada de la ley natural. Lo conocemos por la revelación divina y por la razón humana.





Vida Cristiana

La Ley que Dios dio en el monte Sinaí, los diez mandamientos de la Alianza. Juan Pablo II, Homilía en la Celebración de la Palabra en el Monte Sinaí 1, 26 febrero 2002


[Chiesa/Omelie1/MandamientosHomilíaJPIISinai26Febrero2002]

La Ley que Dios dio en el monte Sinaí, los diez mandamientos de la Alianza. Juan Pablo II,

Homilía en la Celebración de la Palabra en el Monte Sinaí 1, 26 febrero 2002


a) Es ley de vida y de libertad. La obediencia liberadora.

- Hoy, con gran alegría y profunda emoción, el Obispo de Roma llega como peregrino al monte
Sinaí, atraído por este monte santo que se eleva como un monumento majestuoso a lo que Dios reveló aquí. ¡Aquí reveló su nombre! ¡Aquí dio su ley, los diez mandamientos de la Alianza!
(...) Aquí, en el monte Sinaí, la verdad de "quién es Dios" ha llegado a ser el fundamento y la garantía de la Alianza. Moisés entra en la "oscuridad luminosa" (Vida de Moisés, II, 164), y aquí recibe la ley "escrita por el dedo de Dios" (Ex 31, 18). ¿Qué es esta ley? Es la ley de la vida y de la libertad.
En el mar Rojo el pueblo experimentó una gran liberación. Vio el poder y la fidelidad de Dios; descubrió que él es el Dios que realmente libra a su pueblo, como había prometido. Pero ahora, en las alturas del Sinaí, este mismo Dios sella su amor estableciendo una Alianza, a la que jamás renunciará. Si el pueblo obedece a su ley, conocerá la libertad para siempre. El Éxodo y la Alianza no son solamente acontecimientos del pasado; son para siempre el destino de todo el pueblo de Dios.
El encuentro entre Dios y Moisés en este monte encierra en el corazón de nuestra religión el misterio de la obediencia liberadora, que llega a su culmen en la obediencia perfecta de Cristo en la encarnación y en la cruz (cf. Flp 2, 8; Hb 5, 8-9). También nosotros seremos verdaderamente libres si aprendemos a obedecer como hizo Jesús (cf. Hb 5, 8).

b) Los mandamientos, antes de ser escritos en piedra fueron escritos en el corazón del hombre como ley moral universal, válida en todo tiempo y lugar.

o Salvan al hombre de la fuerza destructora del egoísmo, del odio y de la mentira. Señalan todos los falsos dioses que lo esclavizan.

- Los diez mandamientos no son una imposición arbitraria de un Señor tirano. Fueron escritos en
la piedra; pero antes fueron escritos en el corazón del hombre como ley moral universal, válida en todo tiempo y en todo lugar. Hoy, como siempre, las diez palabras de la ley proporcionan la única base auténtica para la vida de las personas, de las sociedades y de las naciones. Hoy, como siempre, son el único futuro de la familia humana. Salvan al hombre de la fuerza destructora del egoísmo, del odio y de la mentira. Señalan todos los falsos dioses que lo esclavizan: el amor a sí mismo que excluye a Dios, el afán de poder y placer que altera el orden de la justicia y degrada nuestra dignidad humana y la de nuestro prójimo. Si nos alejamos de estos falsos ídolos y seguimos a Dios, que libera a su pueblo y permanece siempre con él, apareceremos como Moisés, después de cuarenta días en el monte, "resplandecientes de gloria" (san Gregorio de Nisa, Vida de Moisés, II, 230), envueltos en la luz de Dios.

c) Guardar los mandamientos significa ser fieles a Dios, pero también a nosotros mismos, a nuestra verdadera naturaleza y a nuestras aspiraciones más profundas.

- Guardar los mandamientos significa ser fieles a Dios, pero también ser fieles a nosotros mismos,
a nuestra verdadera naturaleza y a nuestras aspiraciones más profundas. El viento que aún hoy sopla en el Sinaí nos recuerda que Dios quiere ser honrado en sus criaturas y en su crecimiento: gloria Dei, homo vivens. En este sentido, ese viento lleva una insistente invitación al diálogo entre los seguidores de las grandes religiones monoteístas para el bien de la familia humana. Sugiere que en Dios podemos encontrar nuestro punto de encuentro: en Dios omnipotente y misericordioso, Creador del universo y Señor de la historia, que al final de nuestra existencia terrena nos juzgará con perfecta justicia.



Vida Cristiana



1  El Monte Sinaí está situado al sur de la Península del Sinaí, al nordeste de Egipto, y es el lugar donde, según la Biblia (Libro del Éxodo), Dios entregó a Moisés los Diez Mandamientos o el Decálogo, que es una palabra griega que significa “diez palabras”, que son el “núcleo de la ética del antiguo Testamento y mantienen su valor en el Nuevo Testamento: Jesucristo los recuerda frecuentemente (cfr. Lucas 18,20) y los completa (cfr. Mateo 5, 17,ss). Los Santos Padres y los Doctores de la Iglesia los han comentado con profusión pues, como señala Santo Tomás, todos los preceptos de la ley natural están incluidos en el Decálogo: los universales, p.ej. hacer el bien y evitar el mal, están «contenidos como los principios en sus próximas conclusiones», y los particulares que se deducen por raciocinio, se hallan contenidos «como conclusiones en sus principios»” (Summa theologiae, 1-2, 100,3). (Antiguo Testamento, Pentateuco, Eunsa 2º edición, agosto 2000, Éxodo 20, 1-21).

viernes, 19 de mayo de 2017

VENDREMOS A TI (Monseñor Agrelo)

Lo hemos oído en los Hechos de los Apóstoles: “De muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban”. En realidad, a la ciudad de Samaria no había llegado un médico capaz de remediar toda enfermedad, ni tampoco un mago capaz de dominar con sus poderes las fuerzas del mal; a Samaria había llegado sólo la palabra que “predicaba a Cristo”. Llegaba la palabra, y retrocedía el mal. Llegaba la palabra, y “de muchos salían los espíritus inmundos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban”.
Mientras escuchabas la narración, tu corazón daba testimonio de que estabas oyendo la verdad, pues también a tu vida había llegado la palabra que “predicaba a Cristo”, y tú habías sido liberado, habías sido curado, habías sido redimido, habías sido salvado.
Y cuando el lector dijo: “La ciudad se llenó de alegría”, ya no pensaste en Samaria, sino en ti mismo y en la asamblea de la que formas parte, porque, desde que acogiste la palabra que “predicaba a Cristo”, se te ha dado un gozo que nadie podrá quitarte, el mismo que tienen los que están contigo en esta asamblea santa. En verdad se os puede llamar, “la ciudad que Dios llenó de alegría”.
Luego el lector añadió: “Les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo”. Entonces tu pensamiento te llevó, no a Samaria sino a la Iglesia en la que fuiste bautizado, a la fuente en la que naciste del agua y del Espíritu, al obispo que te confirmó, a todas las asambleas eucarísticas en las que, recibiendo a Cristo Jesús, has recibido de él el Espíritu que te transforma en ofrenda agradable a los ojos de Dios.
Después de oír lo que el Señor ha hecho contigo, necesitas contarlo y cantarlo: “Venid a escuchar; os contaré lo que ha hecho conmigo”. “Aclamad al Señor, tocad en honor de su nombre, cantad a su gloria”. Cuéntalo una y otra vez a tu corazón, deja memoria de las obras de Dios en todos los rincones de tu vida, en todas las estancias de tu ser, de modo que siempre cante quien siempre recuerda, quien siempre agradece, quien siempre ama. Cuéntalo a la creación entera, para que toda ella cante contigo la gloria de Dios.
Con todo, todavía no has hecho más que acercarte al misterio de salvación que estás celebrando. Acoger la palabra que “predica a Cristo”, significa en realidad “amar a Cristo”, y también “guardar sus mandamientos”. Si acoges la palabra que “predica a Cristo”, la gracia te redime; si amas a Cristo, él le pedirá al Padre que te dé otro Defensor que esté siempre contigo, el Espíritu de la verdad. Si acoges la palabra que “predica a Cristo”, Dios llenará de alegría la ciudad; si amas a Cristo, guardarás sus mandamientos, y el Padre te amará, Cristo te amará, Cristo se te revelará. Si acoges la palabra que “predica a Cristo”, pasarás de la esclavitud a la libertad, del pecado a la gracia, de la muerte a la vida; si amas a Cristo, guardarás su palabra, y el Padre te amará, y vendrán a ti, y harán morada dentro de ti. Tú acoges la palabra de Dios, y es para ti la Pascua del Señor, el paso liberador de Dios por la vida de los esclavos; tú acoges la palabra de Dios, y tu vida se llena de alegría porque se ha llenado de Dios.
Ahora ya puedes cantar el cántico nuevo, el de la Pascua última: “Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente; justos y verdaderos tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!”.

Aún así, no hemos hecho más que asomarnos al misterio que celebramos. Has oído al Señor que te decía: “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará y vendremos a él”. Vendrá a ti el que amas, vendrá a ti el que te ama; vendrá a ti, como palabra para ser creída; vendrá a ti, como pan  de vida para ser comulgado; vendrá a ti, como pobre para que lo acudas en su necesidad. Él vendrá a ti: si le acoges, tu vida será un canto de amor en la ciudad que Dios llenó de alegría.

jueves, 18 de mayo de 2017

La familia. La publicación de nuevos informes en Francia sobre la estabilidad familiar. (2011). Se advierte un criterio casi unánime acerca del beneficio que supone para la sociedad la estabilidad de las parejas. La cuestión está en cómo mejorar las ayudas de diverso tipo para lograr que efectivamente la familia dure en el tiempo, superando las dificultades.



1 La familia. La publicación de nuevos informes en Francia sobre la estabilidad familiar. (2011). Se advierte un criterio casi unánime acerca del beneficio que supone para la sociedad la estabilidad de las parejas. La cuestión está en cómo mejorar las ayudas de diverso tipo para lograr que efectivamente la familia dure en el tiempo, superando las dificultades. Cfr. Se publican en Francia nuevos informes sobre la estabilidad familiar. Queremos la familia, pero que dure. Aceprensa, Salvador Bernal, 30.SEP.2011 Un informe parlamentario hace una treintena de propuestas para promover una familia duradera Cuando el Estado interviene en cuestiones familiares, muchos sienten una mezcla de inquietud y escepticismo, porque piensan en el hogar como en el gran santuario de la intimidad personal. Pero hay países con una larga tradición de prestaciones familiares, como Francia, que contribuyen de hecho a que el país esté en el pelotón de cabeza de la natalidad europea. Por eso, preocupa el crecimiento de la inestabilidad, una inquietud que comparten las autoridades religiosas y políticas. Acaban de hacerse públicos un informe parlamentario y una encuesta del Instituto Francés de la Opinión Pública (Ifop) sobre este tema. Ante el creciente número de divorcios, así como el incremento de familias monoparentales y “recompuestas”, con el consiguiente impacto en las vidas de los hijos y de la sociedad en general, los políticos se ven obligados a considerar cómo favorecer la estabilidad del matrimonio. Los dos partidos principales de Francia, el gubernamental UMP y el socialista (PS), están de acuerdo en los objetivos, pero difieren en las soluciones. La diferencia fundamental es que UMP propone revalorizar la institución del matrimonio, mientras que el PS no quiere decantarse por ningún modelo de conyugalidad. Las conclusiones del grupo parlamentario de trabajo "Familia", animado por los diputados de UMP Anne Grommerch y Hervé Mariton, dedican buena parte de su reflexión al tema "Estabilidad y perennidad de la familia: un bien para la sociedad". Presentan de modo agudo el contraste de la familia duradera con la monoparentalidad, origen y causa de pobreza, con un excesivo coste social. Francia tenía ya en 2006 unos dos millones de familias monoparentales o reconstituidas o Coste social Las familias monoparentales –en su mayoría, madres solteras– requieren un mayor apoyo económico y laboral, así como para la organización de la vida familiar, especialmente, para el cuidado de los hijos. Y, como sucedió hace años en Estados Unidos, quieren replantear las ayudas familiares a las parejas monoparentales, para evitar el riesgo –el efecto “perverso”– de agravar la irresponsabilidad de los protagonistas. 2 Otro factor negativo es el aumento de los divorcios y litigios acerca de la custodia de los hijos. Aunque puede parecer una exageración, los autores del informe parlamentario consideran que ese tipo de actuaciones judiciales suponen una carga cada vez más importante (ahora, en torno a un tercio) del presupuesto del ministerio de justicia. Según el INSEE (instituto estadístico), Francia tenía ya en 2006 unos dos millones de familias monoparentales o reconstituidas, y desde 2004 se producen más de 130.000 divorcios al año. Las familias monoparentales son ya el 19%, pero su tasa de pobreza se eleva al 46,2%, frente al 7% para el conjunto de ciudadanos. o Propuestas para facilitar la estabilidad Pero, más importante que la descripción de los problemas son la treintena de propuestas para promover una familia duradera –aunque no las compartan todos los diputados de UMP–: la revalorización de la institución del matrimonio; el mantenimiento de las diferencias reales –también como fundamento de derechos– entre matrimonio, pacs y concubinato; la restauración de beneficios fiscales para los recién casados; el desarrollo de una política de apoyo a las uniones estables; el establecimiento de una especie de cursillos prematrimoniales en los ayuntamientos; la organización de cursos colectivos o individuales para las parejas que lo deseen, a fin de aportar pistas de reflexión para construir una convivencia duradera. En definitiva, se trataría de avanzar en la llamada terapia de pareja y en la mediación familiar, sin olvidar "el derecho del niño a tener dos padres de distinto sexo" (criterio decisivo para la adopción). También el PS quiere sostener las ayudas a las parejas, como declara Jean-Patrick Gille, secretario nacional para la familia, pero sin presentar como modelo la institución del matrimonio: “no le corresponde al Estado imponer una forma de conyugalidad”, dice. Debería atender fiscalmente a las diversas formas de unión: pacs, matrimonio, uniones libres. Más aún, considera que las ayudas deben prestarse en consideración al individuo – padre, hijos–, no de las relaciones humanas que establece o en las que participa. Según comenta Christine Legrand en La Croix (27 y 28-09-2011), antes de incluirse en el programa del PS esas propuestas tendrán que discutirse a fondo con las asociaciones familiares, que no parecen en principio muy favorables, justamente porque supondrían aceptar el proceso deconstructivo de la familia. o Contradicciones y esperanzas en la opinión pública Los sondeos reflejan opiniones contradictorias: la familia es considerada elemento fundamental de felicidad y bienestar, pero la institución es afectiva, jurídica y económicamente cada vez más frágil; a la vez, las encuestas muestran la tendencia a rehusar o retrasar la asunción de compromisos definitivos. El sondeo realizado por el Instituto Francés de la Opinión Pública (Ifop) para La Croix y la Conferencia episcopal, manifiesta que el 77% de los interrogados –el 89% de los jóvenes entre 25 y 34 años– “desea construir una sola familia en su vida, 3 permaneciendo con la misma persona”. Aunque sólo el 55% considera determinantes para su decisión las propuestas de política familiar del candidato a la presidencia en 2012. Son interesantes las razones –también a sensu contrario– que a juicio de los encuestados explicarían el incremento de rupturas familiares y divorcios: la gente se esfuerza menos para mantener la convivencia (50%); las mujeres trabajan más y son más independientes (43%; el argumento no es “sexista”, porque lo invoca el 50% de mujeres y sólo el 35% de varones); hay menos hipocresía, y la gente no se siente obligada a continuar juntos (36%); hay más dificultades prácticas en materia de vivienda y trabajo (33%); la sociedad es más tolerante con las separaciones (21%); se confunde amor con pasión (18%); es más complicada la educación de los hijos (14%); los medios de comunicación no prestigian el modelo de familia tradicional (11%). Entre las medidas que ayudarían a fortalecer a las parejas, se mencionan: un cambio global de las mentalidades (33%); una ayuda externa para que las parejas discutan sus problemas (28%); ayudas en materia de vivienda y conciliación de trabajo y familia (25%); acompañamientos efectivos al servicio de la educación de los hijos (17%); revaloración de la institución del matrimonio (15%); preparación previa para la vida en pareja y la asunción de compromisos (12%); que los medios de comunicación den una imagen de felicidad en la vida familiar (12%). En síntesis, se advierte un criterio casi unánime acerca del beneficio que supone para la sociedad la estabilidad de las parejas. La cuestión está en cómo mejorar las ayudas de diverso tipo para lograr que efectivamente la familia dure en el tiempo, superando las dificultades. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

Familia (2011). Renata Kaczmarska, responsable de la familia de la ONU: “Queremos apoyar a la familia en sus funciones”. Más que cambiar la definición del matrimonio y de la familia de un país, el poder político debe ayudar a la familia a cumplir sus funciones con políticas sociales eficaces.



1 Familia (2011). Renata Kaczmarska, responsable de la familia de la ONU: “Queremos apoyar a la familia en sus funciones”. Más que cambiar la definición del matrimonio y de la familia de un país, el poder político debe ayudar a la familia a cumplir sus funciones con políticas sociales eficaces. Cfr. La responsable de la familia de la ONU visita España Juan Meseguer, Aceprensa, 26.OCT.2011 Más que cambiar la definición del matrimonio y de la familia de un país, el poder político debe ayudar a la familia a cumplir sus funciones con políticas sociales eficaces ¿Tiene el poder político algo que decir respecto a la familia? Los gobiernos están para ayudar a las familias a cumplir sus funciones; unas veces, creando las condiciones para que ellas solas actúen; y otras, ayudándolas donde éstas no pueden llegar. Así lo ha recordado estos días en Madrid la coordinadora del Programa de Familia de Naciones Unidas, Renata Kaczmarska. Aunque todavía faltan más de dos años, Renata Kaczmarska ha empezado a reunirse con expertos de todo el mundo para escuchar ideas y empezar a preparar el 20º aniversario del Año Internacional de la Familia, que se celebrará en 2014. España es el primer país donde Kaczmarska ha comenzado su gira. Ha venido invitada por la International Federation for Family Development (IFFD) y The Family Watch, un think tank vinculado a esta Federación. La IFFD contaba desde 1999 con un estatus consultivo especial ante Naciones Unidas. Pero, desde el pasado julio, ha sido recalificada con una categoría superior (la de estatus consultivo general); esto le permitirá participar de forma más activa ante la ONU en cuestiones relativas a la familia. o 2014, Año internacional de la Familia Según ha adelantado Kaczmarska en Madrid, Naciones Unidas quiere centrar el próximo Año Internacional de la Familia en tres áreas: 1) la lucha contra la pobreza de las 2 familias y la exclusión social; 2) la conciliación entre el trabajo y la familia; y 3) la promoción de la integración social y la solidaridad entre las generaciones en el seno de las familias y las comunidades. Está claro que no es lo mismo conciliar familia y trabajo en Alemania que en Etiopía. De ahí que Kaczmarska haya insistido en que cada una de esas tres áreas tendrán que prepararse con encuentros regionales (o sea, por zonas geográficas similares a continentes) y mundiales. De modo que el Programa de Familia de Naciones Unidas, que coordina Kaczmarska, irá determinando acciones concretas pero también señalará principios que servirán de orientación a los Estados miembros durante los próximos años. ¿Cuáles son algunos de esos principios? o Ayudar mejor a las familias Un principio clave que repitió Kaczmarska el lunes 24 tanto en la rueda de prensa de la mañana como en la conferencia de la tarde fue que la misión del poder político –ya sea supranacional o nacional– es ayudar a las familias a cumplir sus funciones. “Queremos apoyar a las familias en sus funciones y difundir las buenas prácticas en políticas familiares”, afirmó. Bien pensado, el mensaje de Kaczmarska tiene repercusiones muy serias. Lo que viene a decir la responsable de familia de la ONU es lo siguiente: más que cambiar la definición del matrimonio y de la familia de un país, los gobiernos deben crear las condiciones para que las familias puedan cumplir sus funciones y apoyarlas allí donde no puedan hacerlo. Esta idea-fuerza conecta con una de las áreas del próximo Año Internacional de la Familia: la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Pero también con el primer Objetivo del Desarrollo del Milenio. En alusión a este objetivo, dijo: “No se pueden erradicar la pobreza extrema y el hambre sino a través de las familias”. Un principio orientativo para diseñar las políticas sociales destinadas a mejorar el desarrollo de los países es “atender a las familias como unidades en lugar de tratar a sus miembros de forma individual”. Entre otras cosas, este enfoque permitiría ayudar mejor a las familias que pueden correr más riesgos económicos. Kaczmarska citó cuatro ejemplos: hogares monoparentales; familias numerosas; familias que cuidan a discapacitados; y familias emigrantes. o Permisos de paternidad Dentro del área para conciliar familia y trabajo, Kaczmarska destacó la importancia de los permisos de maternidad y de paternidad como herramienta para implicarse conjuntamente en la crianza y educación de los hijos. 3 Sobre el de paternidad advirtió que, aunque en varios países de Europa ya existen legalmente, ahora tiene que mejorar su consideración social. Muchos hombres, dijo, no los utilizan porque temen perder el empleo o bien porque les da vergüenza. En muchos casos, lograr el equilibrio entra familia y trabajo es posible gracias a la familia extensa. Pero a Kaczmarska no se le escapa que contar con la ayuda de los abuelos –sobre todo, en ciudades donde hay grandes distancias de por medio– es cada vez más complejo. De ahí que la solidaridad intergeneracional sea otra de las grandes preocupaciones de la ONU para los próximos años. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

Declive demográfico en Italia y España Salvador Bernal, Aceprensa, 18.OCT.2011



1 Demografía y familia (2011). El declive demográfico en Italia y España. El último informe demográfico del INE. Se hace urgente asegurar que el problema demográfico no se reduzca a una mera cuestión de recursos económicos, de opciones eficientes bajo ciertas condiciones, y así sucesivamente. Más bien debe ser planteado a partir de la reconsideración del papel de la familia como mediador fundamental de las decisiones individuales que inciden en el bien de toda la comunidad Cfr. Declive demográfico en Italia y España Salvador Bernal, Aceprensa, 18.OCT.2011 El último informe demográfico del INE confirma que la natalidad en España no podrá recuperarse –salvo importantes cambios de tendencia– con la inmigración. Por esto, se estima que la población total decrecerá un 1,2% en los próximos diez años: además de la falta de nacimientos, a partir de 2019 será mayor el número de defunciones, y el saldo migratorio seguirá siendo negativo. España superó los 40 millones de habitantes a comienzos del milenio. El continuado periodo de crecimiento le llevó a alcanzar más de 46 millones en 2011 (aunque con menos 34.000 respecto de 2010). Pero el INE piensa que en 2021 la población bajará a 45,6 millones: habría 396.417 nacimientos, un 18,1% menos que en 2010. El descenso de los nacimientos vendría determinado, sobre todo, por el hecho de encontrarse en edades fértiles aquellas generaciones de mujeres menos numerosas que nacieron durante la crisis de natalidad de los años 80 y primeros de los 90. o Italia: un informe con propuestas Los datos siguen una tendencia bastante similar a la de Italia. Según datos del ISTAT, en 2010 nacieron 561.944 niños, 150 mil menos de los necesarios para garantizar el mantenimiento de la población, dentro de una tasa de fertilidad en torno a 1,4 hijos por mujer, semejante a la española. No se puede olvidar que Italia superó los 60 millones de habitantes a finales de 2008, a pesar de que desde 1960 comenzó a cambiar el ritmo de crecimiento. El importante descenso de la tasa de mortalidad fue acompañado de una considerable disminución de la natalidad. Como se ha escrito, Italia pasó de ser una de las mayores reservas de mano de obra de Europa y América, a convertirse en destino de inmigrantes del tercer mundo. La diferencia con España es la toma de conciencia de la situación por parte de la sociedad y, en concreto, también de la Conferencia Episcopal Italiana, dentro del “Proyecto Cultural de la CEI”, que dirige el cardenal Camillo Ruini, antiguo vicario del Papa para Roma. Acaba de publicar un "informe-propuesta" sobre cómo hacer frente al descenso de la natalidad, elaborado por especialistas de las diversas disciplinas científicas implicadas. 2 Ese informe se divide en tres partes: la primera analiza la dinámica de los fenómenos demográficos y de las transformaciones estructurales de la población y de las familias; la segunda parte reflexiona sobre sus causas y las consecuencias de orden económico y socio-cultural; y la tercera abre camino al difícil campo de las propuestas. El objetivo es intentar dar la vuelta a la situación actual; el informe subraya el papel central de la familia y, sobre todo, la necesidad de una mayor toma de conciencia del “profundo significado simbólico-cultural vinculado al nacimiento de nuevas vidas”: “todo niño que nace es un signo de esperanza, de confianza respecto del mundo y de la vida". o Un clima cultural propicio a la familia Los autores señalan que hace falta un nuevo clima cultural para potenciar acciones que, de una parte, eliminen o atenúen los efectos negativos de la actual tendencia, y, de otra, den soporte a las libres decisiones y comportamientos individuales dirigidos a garantizar el equilibrio social en el país. Se debería prestar especial atención a instituciones, como la familia, que se prodigan desde siempre para activar la transmisión de recursos –materiales, relacionales, morales– entre las generaciones. El informe documenta los cambios sociales y jurídicos, y muestra la necesidad de replantear criterios en materia de aborto y contracepción, así como de lanzar nuevas iniciativas en estilos de vida y educación sanitaria en clave preventiva. Por lo demás, la inmigración parece sólo una solución temporal a la escasez de nacimientos o a la falta de mano de obra. Como escribe Gian Carlo Blangiardo en Avvenire (5-10-2011), se debe reconocer que, al menos en Italia, “la clave de bóveda de los procesos demográficos sigue siendo en gran medida la familia; es en la familia (guste o no) donde se decide el futuro demográfico del país. Por tanto, se hace urgente asegurar que el problema demográfico no se reduzca a una mera cuestión de recursos económicos, de opciones eficientes bajo ciertas condiciones, y así sucesivamente. Más bien debe ser planteado a partir de la reconsideración del papel de la familia como mediador fundamental de las decisiones individuales que inciden en el bien de toda la comunidad”. Como se ha hecho en otros lugares, es importante diseñar y dar fuerza a planes integrales para la familia, lógicamente en términos de subsidiariedad, sin dirigismos inútiles y quizá injustos. El Informe presentado por la CEI se detiene en grandes pilares: política fiscal equitativa; conciliación de trabajo y familia, políticas de vivienda a medida de las familias. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

miércoles, 17 de mayo de 2017

Familia y paternidad. La “paternidad intencional”: lo importante es que el niño sea deseado y querido; el tipo de familia en la que nazca es lo de menos. Esta es la premisa de la “paternidad intencional”, que pretende justificar así el afán de tener descendencia a toda costa en situaciones cada vez más variadas (madres solteras por elección, parejas de lesbianas y de gays, recurso a vientres de alquiler...). Informe de la profesora Elizabeth Marquardt, directora del Centro de Matrimonio y Familias en el Institute for American Values en Nueva York y editora de FamilyScholars.org.



1 Familia y paternidad. La “paternidad intencional”: lo importante es que el niño sea deseado y querido; el tipo de familia en la que nazca es lo de menos. Esta es la premisa de la “paternidad intencional”, que pretende justificar así el afán de tener descendencia a toda costa en situaciones cada vez más variadas (madres solteras por elección, parejas de lesbianas y de gays, recurso a vientres de alquiler...). Informe de la profesora Elizabeth Marquardt, directora del Centro de Matrimonio y Familias en el Institute for American Values en Nueva York y editora de FamilyScholars.org. cfr. Y tú, ¿cuántos padres tienes? – Diversas formas de “paternidad intencional”. Aceprensa – 23.NOV.2011 El niño puede ser muy deseado. Pero ¿basta el deseo para asegurar el bienestar del niño o influye también la estructura de la familia en la que nace? Lo importante es que el niño sea deseado y querido. El tipo de familia en la que nazca es lo de menos. Esta es la premisa de la “paternidad intencional”, que pretende justificar así el afán de tener descendencia a toda costa en situaciones cada vez más variadas (madres solteras por elección, parejas de lesbianas y de gays, recurso a vientres de alquiler...). Algunas "madres por elección" piensan que mediante la utilización de un donante anónimo de esperma puede evitarse "el incontrolable mundo del romance" No hay duda de que en esos casos, como en las familias naturales, el niño puede ser muy deseado. Pero ¿basta el deseo para asegurar el bienestar del niño o influye también la estructura de la familia en la que nace? Esto es lo que se plantea el informe ¿Un padre o cinco? Una mirada global a las nuevas familias intencionales, de la profesora Elizabeth Marquardt, directora del Centro de Matrimonio y Familias en el Institute for American Values en Nueva York y editora de FamilyScholars.org. El Informe muestra al lector una panorámica de las nuevas familias intencionales de hoy (comunidades “familiares” de lo más heterogéneo donde ha habido una intención de criar hijos) formadas por uno, dos, tres, cuatro e incluso cinco padres de familia. Marquardt considera que estas formas de familia son recientes, raras, o presentan demasiados dilemas que deben ser estudiados a fondo. o Basta querer En los debates actuales sobre familia frecuentemente se escucha este nuevo término de “paternidad intencional”. El concepto surgió en los años noventa para resolver pleitos sobre el reconocimiento legal de los hijos de las madres lesbianas. Según los 2 defensores de esta ideología, todo el mundo puede ser un padre intencional: los heterosexuales, los homosexuales, los casados o los solteros... No se incluyen aquí los casos de los divorciados vueltos a casar, ni de las madres solteras por accidente, las viudas o los padres adoptivos. Tampoco las abuelas que crían a sus nietos o las parejas casadas que se hacen cargo de sobrinos. En ninguno de esos casos los adultos deciden activamente. Las familias intencionales son aquellas que piensan en ser padres de antemano, y deciden con orgullo: sí, yo quiero hacer esto; es mi decisión. ¿Son los niños productos que encargamos para colmar los deseos de los adultos o criaturas vulnerables, cuyas necesidades deben tener prioridad? La idea de la “paternidad intencional” se ha invocado en casos de disputas ante los tribunales. Diane Ehrensaft, psicóloga clínica en Berkeley, y autora de Mommies, Daddies, Donors, and Surrogates: Answering Tough Questions and Building Strong Families, recuerda el caso de la pareja formada por Luanne y John Buzzanca, que a finales de los años noventa, tras comprar óvulos y espermas de extraños, y luego alquilar el útero de una mujer para dar a luz a una niña, se divorciaron, y el hombre se negó a asumir el mantenimiento del niño aduciendo que él no era el padre. “La decisión del tribunal de determinar que ambos eran los padres se hizo sobre la base de que estas dos personas habían tenido la intención de tener este hijo juntos –explica Ehrensaft–. Si queremos saber a quién pertenece un niño, preguntémonos quién hizo planes para tenerlo”. Nancy Dowd, profesora de Derecho de la Universidad de Florida, argumenta que la paternidad debe definirse jurídicamente por los “cuidados intencionales y continuos” en vez de por “los genes, el matrimonio y el dinero”. La idea de paternidad intencional ha dejado un léxico legal en el vocabulario académico lleno de largos sinónimos que conforman la idea de familias definidas no necesariamente por el matrimonio, la sangre o la adopción, sino por la elección. Kathleen M. Galvin, profesora de Comunicación en la Universidad Northwestern (EE.UU.), define la familia intencional como “familia formada sin lazos biológicos o legales, constituida por miembros que se definen a sí mismos”. Más recientemente, la paternidad intencional ha sido encomiada por las lesbianas que recurren a las técnicas de reproducción asistida y los gays que “encargan” un niño por “maternidad subrogada”. No tendrían nada que envidiar a las parejas tradicionales porque las parejas homosexuales dedican mucho más tiempo a planear convertirse en padres. “Ninguno de nuestros niños son accidentes”, dicen. Este elevado nivel de compromiso sería lo más importante para la crianza del hijo. 3 o El hijo muy deseado Tras revisar con detalle en este estudio la diversidad de paternidades que pueden darse, la defensa de sus impulsores y las objeciones que se plantean, Marquardt observa: “Durante mucho tiempo, el eslogan de los abortistas ha sido ‘Que todo niño sea un niño querido’. En nuestro debate cultural sobre embarazo y procreación, la idea de que ser planificado y querido es importante para el bienestar infantil es ampliamente aceptada. En general, parece tener sentido que los niños que son queridos desde el principio serán en un futuro jóvenes felices y saludables”. Y continúa: “El año pasado, mis colegas y yo realizamos un informe titulado Mi papá se llama donante [ver Aceprensa, 4-06-2010], un estudio sobre jóvenes que fueron concebidos mediante donación de esperma. Comparados con los que fueron adoptados, los concebidos por donación de gametos se mostraban más dolidos y confusos, más aislados de sus familias y presentaban más riesgos de sufrir adicciones y depresiones, o de cometer delitos. (...) La mayoría de hijos de donantes coinciden en sostener que el anonimato debe terminar y que ellos tienen derecho a saber quiénes son sus padres biológicos”. o Tener un niño para “realizarse” En Norteamérica, las llamadas choice mums (mamás por elección) defienden su maternidad en solitario como un acto de emancipación o de realismo: mediante la utilización de un donante anónimo de esperma puede evitarse “el incontrolable mundo del romance”, según Lori Gottlieb, una choice mum convencida. También se evitan los posibles conflictos por la custodia del hijo. Y todo ello consiguiendo lo que parece ser su principal objetivo: realizarse personalmente. Pero esto no es exclusivo de las mujeres. En un ambiente en que prevalece el deseo de tener hijos sobre sus intereses, no es extraño que un grupo de hombres, muchos de ellos homosexuales, haya creado la asociación Single Fathers By Choice. Los SFBC encuentran algunos problemas adicionales, en la biología y también en el derecho. Se sienten doblemente discriminados, por gays y por hombres. Pero todo lo vence el deseo irrefrenable de ser padres. Poco importa que el niño no conozca a su madre, o que tenga muchas más posibilidades de vivir en un hogar desestructurado. Otra forma muy pragmática de satisfacer el anhelo de paternidad podría ser la clonación reproductiva. Hasta ahora solo se ha discutido sobre la clonación terapéutica, pero ¿no colmaría los deseos de los single fathers y las single mothers una forma de paternidad que evitara los engorros del donante de esperma “idóneo” o la madre de alquiler repentinamente encaprichada con el hijo de sus entrañas? Así lo piensan algunos defensores de la paternidad a toda costa. Ni siquiera la muerte parece poder vencer las ansias paternales de algunos. Marquardt recoge la historia de una joven que pidió que extrajeran esperma de su novio recién muerto para poder tener un recuerdo de él en forma de niño. 4 Romanticismo, valentía, paternidad… ingredientes demasiado bonitos para pensar en los intereses del niño. o Deseos del adulto y necesidades del niño “Como algunos de los más destacados impulsores de la paternidad intencional de hoy se encuentran entre líderes gays y lesbianas, el debate sobre si la paternidad intencional realmente es lo mejor para el bienestar de los niños necesariamente está mezclado con los intereses de gays y lesbianas”, asegura Marquardt. Para Marquardt, el auge de formas “alternativas” de paternidad, que además pretenden ser las más adecuadas para el niño, deriva de una afirmación que por lo menos ha de ser relativizada: que el factor más importante para el futuro bienestar del hijo es que haya sido “planeado” y querido; que no sea el fruto de un accidente. Pero Marquardt, sin negar la importancia de que el niño sea fruto de una decisión deliberada, discute que la condición de “querido” sea la más importante para el bienestar del hijo: “Quizás, lo que viene después –la estructura familiar en la que el niño se criará– importa tanto o más que lo otro”. Marquardt no se refiere con esto solo al colectivo homosexual, sino que es parte de una argumentación presente a lo largo de todo el estudio a favor de las familias fundadas por una pareja heterosexual y comprometida por el matrimonio. De hecho, también aporta datos acerca de la mayor insatisfacción vital de los hijos criados en familias heterosexuales pero desestructuradas. La investigadora advierte que el valor de la paternidad intencional no es una cuestión ya cerrada, sino bastante debatida y genera multitud de interrogantes: “¿Les va igualmente bien a los niños con un padre, con tres o con cinco? ¿Los jóvenes echan de menos a su padre o madre biológicos? Si el matrimonio de dos personas es ya frágil ¿un conjunto de tres será más estable? ¿Hay algo extraordinario en querer mantener unidos en el matrimonio al hombre y a la mujer que han dado lugar al niño, por el bien del hijo y de cada uno de ellos? ¿Son los niños productos que encargamos para colmar los deseos de los adultos, o criaturas vulnerables con una dignidad personal, cuyas necesidades deben tener prioridad? En el actual debate sobre la familia, estas son las cuestiones que están sobre la mesa. Lo que está en juego es nada menos que el bienestar de esta generación y de las futuras”. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

Familia. Niños de Encargo. Vientres de alquiler. El número de mujeres sin pareja que deciden tener un hijo en solitario por inseminación artificial no deja de crecer. De hecho, en España un 35% de las mujeres que actualmente recurren a la inseminación artificial planea ser madre en solitario, según ha explicado el doctor Buenaventura Coroleu, del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona. En España la ley lo permite, a diferencia de lo que ocurre en Francia o Italia.



1 Familia. Niños de Encargo. Vientres de alquiler. El número de mujeres sin pareja que deciden tener un hijo en solitario por inseminación artificial no deja de crecer. De hecho, en España un 35% de las mujeres que actualmente recurren a la inseminación artificial planea ser madre en solitario, según ha explicado el doctor Buenaventura Coroleu, del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona. En España la ley lo permite, a diferencia de lo que ocurre en Francia o Italia. Cfr. Niños de encargo Aceprensa – 23.NOV.2011 El número de mujeres sin pareja que deciden tener un hijo en solitario por inseminación artificial no deja de crecer. De hecho, en España un 35% de las mujeres que actualmente recurren a la inseminación artificial planea ser madre en solitario, según ha explicado el doctor Buenaventura Coroleu, del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona. En España la ley lo permite, a diferencia de lo que ocurre en Francia o Italia. Resulta curioso que la maternidad se haya convertido en un deseo tan intenso como aplazable. De lo último da cuenta el retraso de la edad media en que se tiene el primer hijo, actualmente 29 años en España. La intensidad del deseo de ser madre lo prueba el auge de la maternidad sin pareja y el recurso a la congelación de óvulos propios para ser utilizados en un posible embarazo en el futuro. Entre las mujeres que acuden a este tipo de técnicas de “preservación de la fertilidad” no son mayoría las diagnosticados de una enfermedad que pudiera afectar a su fertilidad en el futuro. En muchos casos se trata simplemente de mujeres que están aplazando el tener hijos porque quieren afianzar antes su carrera laboral o porque aún no han encontrado el marido ideal. Pero retrasar la maternidad tiene sus riesgos. Como recuerda Buenaventura Coroleu, “a edad más avanzada es más difícil quedarse embarazada (…) La edad es el factor que más influye en la posibilidad de embarazo” (La Vanguardia, 2-11-2011). De ahí que el número de abortos espontáneos aumente cada año desde 2003. Con la edad también aumenta el riesgo de anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down, y de que el niño nazca de manera prematura. Otra parte del precio es estrictamente económica. El tratamiento para preservar óvulos cuesta prácticamente como la fecundación in vitro, unos 4.000 o 5.000 euros, a lo que hay que añadir otros 300 euros anuales por los costes de conservación. Es el precio por mantener disponible el material para cuando sesienta la “urgente” llamada de la maternidad. o Quiero mi niño y lo quiero ahora Con las nuevas técnicas de procreación artificial, los hijos pueden ser considerados no como un don sino como un encargo a gusto del cliente. En muchas ocasiones los padres que recurren a la congelación de óvulos o de esperma, o a la inseminación artificial buscan asegurarse “su niño”. En el informe Un padre o cinco, Elisabeth Marquardt recoge las declaraciones de varias mujeres que habían 2 acudido a un banco de esperma para quedarse embarazadas, pese a no tener pareja. Una de ellas declaraba: “Pagas por ello, así que quieres lo mejor de lo mejor”. La misma mujer señalaba que eligiría “a un donante de 1,80m de estatura, rubio, con ojos azules y libre de enfermedades genéticas” como compensación por no enamorarse. Como resumía otra compañera de tratamiento, “estamos desesperadas pero a la vez somos quisquillosas a la hora de elegir”. Otra mujer comparaba a sus dos hijos, uno concebido de forma normal y otro por inseminación artificial: “Tengo un hijo que es completamente mío (…) y otro por el que siempre tengo que estar discutiendo con el padre [su ex novio] sobre quién tiene que criarlo y cómo”. o Vientres de alquiler En el caso de los hombres aquejados de ansia de paternidad, es cada vez más normal el recurso al vientre de alquiler, maquillado como “maternidad por subrogación”. Es el caso, sobre todo, de parejas gays acomodadas. En España la ley permite la adopción por parte de parejas homosexuales, pero no el recurso al vientre de alquiler. Pero una instrucción de la Dirección General de Registros y del Notariado autorizó la inscripción de los niños nacidos en el extranjero por este método, facilitando así el fraude de ley. Desde entonces no es extraño que famosos gays aparezcan en la prensa del corazón contando lo felices que están a la espera de “sus hijos” (suelen ser una parejita) que han encargado en EE.UU., donde esto es legal. La madre desaparece cosificada como “vientre de alquiler”. Es caro, pero pueden permitírselo. La pretensión de que la procreación artifical en el caso de mujeres solas corra a cargo del erario público, no está amparada por la ley, aunque de hecho se admita en algunas comunidades autónomas. La Ley de Reproducción Humana Asistida de 2006 consagra el derecho a recibir los tratamientos correspondientes para “toda mujer mayor de 18 años con plena capacidad de obrar (…) y con independencia de su estado civil y su orientación sexual”. Sin embargo, el coste solo será financiado por la Seguridad Social “cuando haya un diagnóstico de esterilidad o una indicación clínica establecida” y solo en mujeres menores de 40 años. Quedan excluidas por tanto las parejas de lesbianas y las madres sin pareja que no tengan tales problemas. www.parroquiasantamonic.com Vida Cristiana

La familia en el centro de las políticas sociales. Si la familia saca de tantos apuros a los miembros de una sociedad, ¿por qué no convertirla en una prioridad de las políticas sociales? No se entiende el abandono en ayudas públicas que ha sufrido la institución familiar en España durante estos últimos años.



1 La familia en el centro de las políticas sociales. Si la familia saca de tantos apuros a los miembros de una sociedad, ¿por qué no convertirla en una prioridad de las políticas sociales? No se entiende el abandono en ayudas públicas que ha sufrido la institución familiar en España durante estos últimos años. Cfr. España: poner a la familia en el centro de las políticas sociales Aceprensa – 24.NOV.2011 Si la familia saca de tantos apuros a los miembros de una sociedad, ¿por qué no convertirla en una prioridad de las políticas sociales? No se entiende el abandono en ayudas públicas que ha sufrido la institución familiar en España durante estos últimos años. De ahí que el Instituto de Política Familiar pida un decidido cambio de mentalidad en el libro La familia, desafío para una nueva política (1). El panorama que pinta el IPF sobre la realidad actual de la familia en España no es muy alentador. De entre todos los indicadores que recoge, cuatro llaman especialmente la atención: envejece la población; nacen menos niños; se casa menos gente; y hay más rupturas familiares. España ya está inmersa en un invierno demográfico. En 2010, la población de más de 65 años (7.931.164) superaba en más de un millón a los menores de 15 años (6.936.340). Esta inversión de la pirámide poblacional se irá acentuando si continúa cayendo la tasa de fecundidad, situada hoy en España en 1,38 hijos por mujer. Según estimaciones del IPF, harían falta unos 250.000 nacimientos más al año de los que ahora se producen (484.055 en 2010) para alcanzar un nivel que asegure a medio o largo el mantenimiento de la población actual. Pero todavía habría que alcanzar los 750.000 nacimientos al año para salir del invierno demográfico. Por otra parte, la caída de la nupcialidad –49.718 matrimonios menos desde 1990 a 2010, pese al incremento de la población en más de 8,2 millones de personas en ese período– ha coincidido con el aumento de las rupturas familiares; problema dramáticamente agravado con la entrada en vigor de la ley del divorcio exprés. Actualmente se producen en España 102.690 divorcios al año. o Lagunas legislativas La situación en la que se estaban metiendo las familias en España demandaba desde hace años una política familiar integral. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en el resto de la Unión Europea, todavía no ha calado en este país la idea de que la familia ha de ser apoyada en sus funciones básicas. Sólo en el ámbito legislativo el IPF identifica cuatro grandes lagunas que, a su vez, producen carencias en otros terrenos: no existe una ley nacional de familia, lo que deja a esta institución a merced de vaivenes políticos; no existe un plan integral de apoyo a la familia, lo que favorece la improvisación y las medidas cortoplacistas; no existe una ley de prevención y mediación familiar para todo el país, y en cambio se facilitan los divorcios precipitados; no existe una ley nacional de protección y apoyo a la maternidad, pero se dan numerosas facilidades para abortar. A las deficiencias legislativas hay que añadir las de tipo fiscal. Un ejemplo es el actual IRPF: lejos de ayudar, penaliza a los matrimonios en régimen de gananciales (la mayoría en España), sobre todo si los ingresos provienen de un solo perceptor. 2 Tras eliminarse en enero de 2011 la fugaz ayuda del “cheque-bebé” (2.500 euros por nacimiento), España pasó a la cola de la Unión Europea en ayudas a la familia. Mientras que la Unión Europea dedica de media al concepto “familia” en torno al 2,1% del PIB, España dedica tan sólo el 1,5% del PIB. Pero los poderes públicos no sólo han dedicado escasas dotaciones presupuestarias a la familia. Lo más grave es la transformación radical que ha llevado a cabo el gobierno socialista durante sus dos legislaturas, en las que ha aprobado leyes –como las del aborto, el matrimonio gay o el divorcio exprés– que han supuesto una clara vulneración de los derechos de la vida del no nacido y de la familia. o 101 medidas para apoyar a la familia Es curioso porque, mientras los poderes públicos ayudan poco a la familia en España o incluso la maltratan, la institución familiar sigue desplegando todas sus funciones al servicio de la sociedad. Parece lógico, pues, que los poderes públicos arrimen el hombro para apoyar y proteger la institución que probablemente más problemas les resuelve. De ahí que el IPF les pida un cambio de mentalidad. Se trata de convertir a la familia en una prioridad de las políticas sociales, y no simplemente de depositar una limosna en un cestillo de mimbre. Para que este cambio se produzca, el IPF propone un conjunto de 101 medidas para apoyar a la familia, entre otras: elaborar una Ley de Prevención y Mediación Familiar de carácter nacional para ayudar a matrimonios en crisis; ayudas directas universales al embarazo y por nacimiento; aumentar los permisos remunerados de maternidad y paternidad; crear “cheques guardería” y “cheques escolares”; regular las uniones homosexuales de forma que no se equiparen con el matrimonio ni puedan adoptar; derogar las leyes del aborto, del divorcio exprés y la que aprueba la asignatura de Educación para la Ciudadanía, etc. Desde luego, al nuevo gobierno no le van a faltar ideas y propuestas. A estas del IPF se podrían añadir otras tantas medidas que han propuesto institutos y asociaciones diversas del movimiento pro familia. Todo depende ahora de que exista voluntad para convertir el apoyo a la familia en una prioridad política y social. __________________________________ o Notas (1) Eduardo Hertfelder, Mariano Martínez-Aedo y Lola Velarde. Prólogo de Ignacio Sánchez Cámara. La familia, desafío para una nueva política. Propuestas para una política pública con perspectiva de familia. Instituto de Política Familiar. Madrid. 2011. 224 págs. 14 €. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

La familia. El negocio del ocio en Salou (Tarragona). Como otros años, miles de jóvenes británicos han invadido literalmente la ciudad tarraconense de Salou. Han llegado unos cinco mil y se esperan otros tres mil más. Su objetivo: deporte y diversión. Por poco más de doscientos euros, pasan unas minivacaciones fuera de casa sin ningún control. Adolescentes borrachos (lo que hacen se llama, aunque queramos utilizar otros eufemismos, «turismo de borrachera»), actos soeces e incívicos y todo lo que quepa en días de deporte y noches de desenfreno, donde la única norma es que las normas se han quedado a mil quinientos kilómetros de distancia.



1 La familia. El negocio del ocio en Salou (Tarragona). Como otros años, miles de jóvenes británicos han invadido literalmente la ciudad tarraconense de Salou. Han llegado unos cinco mil y se esperan otros tres mil más. Su objetivo: deporte y diversión. Por poco más de doscientos euros, pasan unas minivacaciones fuera de casa sin ningún control. Adolescentes borrachos (lo que hacen se llama, aunque queramos utilizar otros eufemismos, «turismo de borrachera»), actos soeces e incívicos y todo lo que quepa en días de deporte y noches de desenfreno, donde la única norma es que las normas se han quedado a mil quinientos kilómetros de distancia. Cfr. El negocio del ocio. En la ciudad tarraconense de Salou. blogfamiliaactual - Aceprensa Posted on abril 9, 2012 Como otros años, miles de jóvenes británicos han invadido literalmente la ciudad tarraconense de Salou. Han llegado unos cinco mil y se esperan otros tres mil más. Su objetivo: deporte y diversión. Por poco más de doscientos euros, pasan unas minivacaciones fuera de casa sin ningún control. El año pasado hubo una denuncia por violación que hizo saltar las alarmas. Este año, parece que se han tomado algunas medidas preventivas, por ejemplo, el ayuntamiento ha colgado en los locales un letrero con estas indicaciones: Vive la fiesta con respeto, baila con control, bebe con responsabilidad y flirtea con cuidado, y la organización ha eliminado el sexo y el alcohol como reclamo publicitario (Público). No obstante, parece que tenemos más de lo mismo: adolescentes borrachos (lo que hacen se llama, aunque queramos utilizar otros eufemismos, «turismo de borrachera»), actos 2 soeces e incívicos y todo lo que quepa en días de deporte y noches de desenfreno, donde la única norma es que las normas se han quedado a mil quinientos kilómetros de distancia. Los vecinos se resignan porque saben que representa una fuente de ingresos considerable para la ciudad. Por su parte, los locales frecuentados por los jóvenes se frotan las manos ante una avalancha de consumidores que, si bien no salvan la temporada, le dan el primer impulso. Los mensajes que reciben los jóvenes siguen siendo ambiguos: ¡Bebe! ¡Bebe mucho!, les decimos, pero no te emborraches, no cometas actos incívicos, no te pongas en ridículo, no hagas gamberradas. ¡Consume alcohol! ¡Consume mucho!, pero no digas que estás haciendo «turismo de borrachera». Primero unimos alcohol y diversión, y después lanzamos recomendaciones políticamente correctas, pero incapaces de desbancar a la premisa mayor. Enredamos así a nuestros jóvenes en la lógica del mercado, lógica en la que también estamos enredados nosotros. Mientras el ocio de nuestros hijos sea un negocio para algunos, no recibirán mensajes veraces, sino turbios y equívocos. La familia, una vez más, se encuentra sola ante el peligro, remando contra corriente con remos de goma, porque el ocio de los hijos no es ningún negocio, sino algo mucho más importante, del que debemos preocuparnos y ocuparnos. Preocuparnos, porque la aleación de ocio y negocio es tremendamente peligrosa, y ocuparnos para encontrar alternativas atractivas y, ante todo, sanas. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

La conciliación de familia y trabajo. Que el desarrollo de la carrera profesional y la dedicación a la familia no pueden ser enemigos es una teoría sencilla de entender pero no de poner en práctica, y menos aún en tiempos de crisis. Sin embargo, aunque solo sea por salvar el máximo posible del Estado del bienestar, cada vez más países se están aplicando en promover la maternidad. La experiencia ha demostrado que obligar a las mujeres a elegir entre los hijos o el trabajo no es una buena forma de hacerlo.



1 La conciliación de familia y trabajo. Que el desarrollo de la carrera profesional y la dedicación a la familia no pueden ser enemigos es una teoría sencilla de entender pero no de poner en práctica, y menos aún en tiempos de crisis. Sin embargo, aunque solo sea por salvar el máximo posible del Estado del bienestar, cada vez más países se están aplicando en promover la maternidad. La experiencia ha demostrado que obligar a las mujeres a elegir entre los hijos o el trabajo no es una buena forma de hacerlo. Cfr.Día Internacional de la Mujer - Conciliar familia y trabajo: una ecuación con más de dos factores Fernando Rodriguez-Borlado, Aceprensa, 8 de marzo de 2012 Las mujeres dedican más tiempo que los hombres a los niños, pero ellos y ellas emplean el mismo tiempo a ancianos u otros adultos dependientes La conciliación no debería afectar exclusivamente a las mujeres, pero la realidad es que son ellas las que mayoritariamente asumen este tema como algo propio. No obstante, los informes constatan que los hombres poco a poco van implicándose más; pero, por otro lado, la proliferación de hogares monoparentales –con una mujer como cabeza familiar en casi todos ellos– está cargando de más responsabilidades a muchas madres. El problema de la conciliación es, entre otras cosas, un problema de tiempo. Por eso viene bien conocer en qué lo emplean hombres y mujeres. El informe anual del INE acerca de la situación de la mujer (Mujeres y hombres en España 2011) tiene un apartado dedicado exclusivamente a la conciliación (basado a su vez en el Módulo sobre conciliación entre la vida familiar y laboral 2010, de la Encuesta de Población Activa, también del INE). Según este informe, las mujeres dedican cada día una media de una hora y 57minutos más que los hombres a las tareas de “hogar y familia” (2horas y 32 minutos ellos; 4 horas y 29 minutos ellas). Por su parte, ellos emplean una hora y 12 minutos más que ellas en trabajos remunerados. Los hombres dedican más tiempo a sus aficiones, a seguir los medios de comunicación, a las actividades deportivas o al aire libre, a la vida social y a la diversión. También al cuidado personal. En total, en todos estos apartados gastan en torno a una hora y 15 minutos más que las mujeres, un tiempo que podría servir para solucionar algunos problemas de conciliación, aunque es probable que parte del tiempo que los padres denominan “diversión” sea ya un tiempo dedicado a los hijos. Las mujeres son las que más minutos dedican a cuidar de los niños (36 minutos al día más que los hombres); en cambio, ambos sexos se emplean por igual en el cuidado de miembros adultos de la familia, o de dependientes. Hijos y trabajo no son los únicos elementos que conciliar El informe del INE ofrece algunos datos que cuestionan la típica descripción del problema de la conciliación como una lucha entre el tiempo dedicado al trabajo y a los hijos. Por 2 ejemplo, las mujeres sin hijos dedican de media más tiempo a las actividades del hogar que las que sí los tienen, y eso que los niños consumen más de la mitad del tiempo que el total de las mujeres dedican al hogar (los hombres emplean exactamente el mismo tiempo tengan hijos o no). Por otro lado, los hombres desempleados solo dedican 4 minutos más al día a las tareas del hogar que los que trabajan. En cambio, en las mujeres sí que se nota la diferencia, de algo más de una hora. Por último, apenas hay diferencias en el tiempo que dedican al cuidado de personas dependientes los hombres y mujeres con trabajo y los que no lo tienen. Parece entonces que en el tema de la conciliación, los hijos y el trabajo no son los únicos elementos de la ecuación. Otros datos tienen más lógica: un 67,6% de los hombres empleados ha interrumpido el trabajo por un periodo inferior a seis meses para cuidar de sus hijos; en cambio las mujeres lo han interrumpido en una proporción muy superior a los hombres (38,2% frente a 7,4%) durante más de un año. Las mujeres recortan horas de su empleo en más medida que los varones para cuidar de niños menores de ocho años. Solo un 11% de hombres asalariados y un 12,9% de mujeres dicen gozar de cierto margen para fijar su horario laboral con su empleador, lo que pinta un panorama del mercado laboral español mucho más rígido que el de gran parte del continente europeo. Sin embargo, a pesar de la rigidez de los horarios, solo un 16% de los hombres y un 21% de las mujeres habían contratado algún servicio de cuidado de niños, y la principal razón aducida para no hacerlo fue el excesivo precio. No obstante, los niños españoles en edad preescolar (hasta 3 años), y también desde los 3 años a la edad mínima de escolarización obligatoria, acuden a algún centro educativo en mayor proporción que los de la mayor parte de los países de Europa: en España lo hacen un 36% y un 94% respectivamente, frente al 27% y 88% de la UE-27. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

Familia. La lectura. La lectura tiene para nuestros hijos las virtudes de un complejo vitamínico: les prepara para el aprendizaje, les aporta vocabulario, les provee de experiencia, les proporciona conocimientos, les previene contra el aburrimiento, les abre horizontes… Tanto si lo somos como si no, a todos nos gustaría que nuestros hijos fueran grandes lectores, que ocuparan parte de su ocio metidos en un buen libro, que tuvieran la lectura como una amiga inseparable.



1 Familia. La lectura. La lectura tiene para nuestros hijos las virtudes de un complejo vitamínico: les prepara para el aprendizaje, les aporta vocabulario, les provee de experiencia, les proporciona conocimientos, les previene contra el aburrimiento, les abre horizontes… Tanto si lo somos como si no, a todos nos gustaría que nuestros hijos fueran grandes lectores, que ocuparan parte de su ocio metidos en un buen libro, que tuvieran la lectura como una amiga inseparable. Cfr. Un jardín en el bolsillo http://blogs.aceprensa.com/familiaactual/ Publicado el 23/04/2012 por blogfamiliaactual Existe un proverbio árabe que dice: “Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo”. Los libros proporcionan viajes imaginarios e intelectuales, nos trasladan a otros lugares, nos ponen en contacto con otras mentalidades, nos llevan de la mano por el mundo y por la historia. Son, por tanto, fuente de experiencia. En su etimología, experiencia es lo que se ve en un viaje: ¡qué mejor forma de adquirir experiencias que viajar con la lectura! La lectura tiene para nuestros hijos las virtudes de un complejo vitamínico: les prepara para el aprendizaje, les aporta vocabulario, les provee de experiencia, les proporciona conocimientos, les previene contra el aburrimiento, les abre horizontes… Tanto si lo somos como si no, a todos nos gustaría que nuestros hijos fueran grandes lectores, que ocuparan parte de su ocio metidos en un buen libro, que tuvieran la lectura como una amiga inseparable. Pero la realidad es bien distinta, para muchos niños leer es un “rollo”, un “aburrimiento”, una “obligación”, que quita tiempo para jugar, para ver su programa favorito, estar con los amigos o hacer deporte. Quizá lo que tenemos que hacer es empezar por convencerles de 2 que no es así, de que la lectura es el juego más divertido, el programa más ameno, el amigo más fiel y el deporte que más en forma nos pone. Los padres podemos hacer mucho, por ejemplo: No esperar a que sepa leer para animarle a la lectura. Un buen lector comienza a formarse cuando todavía no sabe leer. Por eso existen los libros de prelectura, para que ya el bebé se familiarice con ellos, los toque, los mire, los muerda… Conocer y aplicar, si se ve conveniente, alguno de los métodos existentes para enseñar a leer a los bebés. Hay especialistas que proponen como momento idóneo entre los 3 y los 6 meses. Mediante el uso de diversos materiales que se encuentran en el mercado, como bits o tarjetones, el bebé comienza a familiarizarse con la lectura. Tener en cuenta que se aprende a leer en la escuela, pero se forman lectores en la familia. No dejemos en manos del colegio lo que nos corresponde hacer a nosotros. Dar ejemplo. El amor a la lectura se contagia. Si nunca nos ven con un libro, será difícil que nuestros hijos se interesen por la lectura. No podemos hacer que lean, pero sí crear un ambiente propicio en el que los libros formen parte del hogar. Es muy conveniente establecer un rato de lectura en familia: cada cual coge su libro y se pone a leer, si lo hacemos desde siempre, lo verán como algo natural. Leerles cuentos cuando son pequeños y hacerlo saboreando la lectura, que perciban que disfrutamos con ello. Crearemos en nuestros hijos fascinación por las historias e interés por los libros que las contienen. Sin darnos cuenta, pasaremos de leerles cuentos a que ellos nos los lean. Ayudarles a que formen su propia biblioteca (o la biblioteca familiar). Procuraremos que disponga de una estantería en su habitación y que catalogue sus tebeos, revistas y cuentos. Es muy positivo que lleve un registro de los que lee y que apunte si le gustaron mucho o poco. Darles la oportunidad de que elijan los libros, no imponérselos. Con cierta periodicidad podemos ir a comprarlos con ellos y aprovechar para hablar de sus lecturas. Aunque hayan elegido ellos un libro, puede ser que no les guste una vez lo han empezado, en ese caso no tenemos que empeñarnos en que lo acaben. A todo lector le asiste el derecho a no acabarse un libro, o dos, o más. En cada celebración, un libro, por lo menos… Lógicamente, no se ha de regalar sólo libros, pero nunca deben faltar. Así irán completando su biblioteca. 3 Fomentar actividades como: representaciones teatrales, cuenta-cuentos, marionetas, visitas a bibliotecas y librerías… Buscar libros atractivos tanto en la forma como en el contenido. Los libros también entran por la vista, sobre todo, por los ojos de los más pequeños. Hemos de tener en cuenta los dibujos, los colores, el tamaño y la forma de la letra… Cuando son un poco más mayores, es conveniente buscar libros relacionados con sus aficiones e intereses. Nunca utilizar la lectura como castigo. No podemos enviarlos a leer a su habitación porque se han portado mal. Debemos presentar la lectura no como algo gravoso, sino como algo divertido. Leer es, en todo caso, un premio, jamás un castigo. Que nos vean disfrutar leyendo. Generamos expectativas positivas si comentamos cosas como “qué bueno es este libro”, si nos reímos cuando lo estamos leyendo, o les releemos un pasaje que nos ha gustado especialmente. Pasarse libros. El intercambio de libros puede ser una forma de diálogo con nuestros hijos. Un libro que se comparte da mucho de qué hablar. El verbo leer no soporta el imperativo. A nadie se le puede mandar leer, como a nadie se le puede obligar a amar. La relación que entablamos con los libros es una relación amorosa: de pronto, sin saber cómo ni por qué, nos enamoramos de un libro y después de otro y de otro. Esos romances son fuente de innumerables placeres intelectuales y afectivos, así como de enriquecimiento personal. En este ámbito, la promiscuidad lectora viene a ser la mejor aliada para mantener vivas esas relaciones amorosas con los libros. Aprovechemos el Día del Libro para acercar a nuestros hijos a la lectura. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

La “paternidad intencional”. Lo importante es que el niño sea deseado y querido. El tipo de familia en la que nazca es lo de menos. Esta es la premisa de la “paternidad intencional”, que pretende justificar así el afán de tener descendencia a toda costa en situaciones cada vez más variadas (madres solteras por elección, parejas de lesbianas y de gays, recurso a vientres de alquiler...).



1 La “paternidad intencional”. Lo importante es que el niño sea deseado y querido. El tipo de familia en la que nazca es lo de menos. Esta es la premisa de la “paternidad intencional”, que pretende justificar así el afán de tener descendencia a toda costa en situaciones cada vez más variadas (madres solteras por elección, parejas de lesbianas y de gays, recurso a vientres de alquiler...). Cfr. Las diversas formas de “paternidad intencional” - Y tú, ¿cuántos padres tienes? Aceprensa – 23 noviembre. 2011 Lo importante es que el niño sea deseado y querido. El tipo de familia en la que nazca es lo de menos. Esta es la premisa de la “paternidad intencional”, que pretende justificar así el afán de tener descendencia a toda costa en situaciones cada vez más variadas (madres solteras por elección, parejas de lesbianas y de gays, recurso a vientres de alquiler...). No hay duda de que en esos casos, como en las familias naturales, el niño puede ser muy deseado. Pero ¿basta el deseo para asegurar el bienestar del niño o influye también la estructura de la familia en la que nace? Esto es lo que se plantea el informe ¿Un padre o cinco? Una mirada global a las nuevas familias intencionales, de la profesora Elizabeth Marquardt, directora del Centro de Matrimonio y Familias en el Institute for American Values en Nueva York y editora de FamilyScholars.org. El Informe muestra al lector una panorámica de las nuevas familias intencionales de hoy (comunidades “familiares” de lo más heterogéneo donde ha habido una intención de criar hijos) formadas por uno, dos, tres, cuatro e incluso cinco padres de familia. Marquardt considera que estas formas de familia son recientes, raras, o presentan demasiados dilemas que deben ser estudiados a fondo. Basta querer En los debates actuales sobre familia frecuentemente se escucha este nuevo término de “paternidad intencional”. El concepto surgió en los años noventa para resolver pleitos sobre el reconocimiento legal de los hijos de las madres lesbianas. Según los defensores de esta ideología, todo el mundo puede ser un padre intencional: los heterosexuales, los homosexuales, los casados o los solteros... No se incluyen aquí los casos de los divorciados vueltos a casar, ni de las madres solteras por accidente, las viudas o los padres adoptivos. Tampoco las abuelas que crían a sus nietos o las parejas casadas que se hacen cargo de sobrinos. En ninguno de esos casos los adultos deciden activamente. Las familias intencionales son aquellas que piensan en ser padres de antemano, y deciden con orgullo: sí, yo quiero hacer esto; es mi decisión. La idea de la “paternidad intencional” se ha invocado en casos de disputas ante los tribunales. Diane Ehrensaft, psicóloga clínica en Berkeley, y autora de Mommies, Daddies, Donors, and Surrogates: Answering Tough Questions and Building Strong Families, recuerda el caso de la pareja formada por Luanne y John Buzzanca, que a finales de los años noventa, tras comprar óvulos y espermas de extraños, y luego alquilar el útero de una mujer para dar a luz a una niña, se divorciaron, y el hombre se negó a asumir el mantenimiento del niño aduciendo que él no era el padre. “La decisión del tribunal de determinar que ambos eran los padres se hizo sobre la base de que estas dos personas habían tenido la intención de tener este hijo juntos –explica Ehrensaft–. Si queremos saber a quién pertenece un niño, preguntémonos quién hizo planes para tenerlo”. Nancy Dowd, profesora de Derecho de la Universidad de Florida, argumenta que la paternidad debe definirse jurídicamente por los “cuidados intencionales y continuos” en vez de por “los genes, el matrimonio y el dinero”. 2 La idea de paternidad intencional ha dejado un léxico legal en el vocabulario académico lleno de largos sinónimos que conforman la idea de familias definidas no necesariamente por el matrimonio, la sangre o la adopción, sino por la elección. Kathleen M. Galvin, profesora de Comunicación en la Universidad Northwestern (EE.UU.), define la familia intencional como “familia formada sin lazos biológicos o legales, constituida por miembros que se definen a sí mismos”. Más recientemente, la paternidad intencional ha sido encomiada por las lesbianas que recurren a las técnicas de reproducción asistida y los gays que “encargan” un niño por “maternidad subrogada”. No tendrían nada que envidiar a las parejas tradicionales porque las parejas homosexuales dedican mucho más tiempo a planear convertirse en padres. “Ninguno de nuestros niños son accidentes”, dicen. Este elevado nivel de compromiso sería lo más importante para la crianza del hijo. El hijo muy deseado Tras revisar con detalle en este estudio la diversidad de paternidades que pueden darse, la defensa de sus impulsores y las objeciones que se plantean, Marquardt observa: “Durante mucho tiempo, el eslogan de los abortistas ha sido ‘Que todo niño sea un niño querido’. En nuestro debate cultural sobre embarazo y procreación, la idea de que ser planificado y querido es importante para el bienestar infantil es ampliamente aceptada. En general, parece tener sentido que los niños que son queridos desde el principio serán en un futuro jóvenes felices y saludables”. Y continúa: “El año pasado, mis colegas y yo realizamos un informe titulado Mi papá se llama donante [ver Aceprensa, 4-06-2010], un estudio sobre jóvenes que fueron concebidos mediante donación de esperma. Comparados con los que fueron adoptados, los concebidos por donación de gametos se mostraban más dolidos y confusos, más aislados de sus familias y presentaban más riesgos de sufrir adicciones y depresiones, o de cometer delitos. (...) La mayoría de hijos de donantes coinciden en sostener que el anonimato debe terminar y que ellos tienen derecho a saber quiénes son sus padres biológicos”. Tener un niño para “realizarse” En Norteamérica, las llamadas choice mums (mamás por elección) defienden su maternidad en solitario como un acto de emancipación o de realismo: mediante la utilización de un donante anónimo de esperma puede evitarse “el incontrolable mundo del romance”, según Lori Gottlieb, una choice mum convencida. También se evitan los posibles conflictos por la custodia del hijo. Y todo ello consiguiendo lo que parece ser su principal objetivo: realizarse personalmente. Pero esto no es exclusivo de las mujeres. En un ambiente en que prevalece el deseo de tener hijos sobre sus intereses, no es extraño que un grupo de hombres, muchos de ellos homosexuales, haya creado la asociación Single Fathers By Choice. Los SFBC encuentran algunos problemas adicionales, en la biología y también en el derecho. Se sienten doblemente discriminados, por gays y por hombres. Pero todo lo vence el deseo irrefrenable de ser padres. Poco importa que el niño no conozca a su madre, o que tenga muchas más posibilidades de vivir en un hogar desestructurado. Otra forma muy pragmática de satisfacer el anhelo de paternidad podría ser la clonación reproductiva. Hasta ahora solo se ha discutido sobre la clonación terapéutica, pero ¿no colmaría los deseos de los single fathers y las single mothers una forma de paternidad que evitara los engorros del donante de esperma “idóneo” o la madre de alquiler repentinamente encaprichada con el hijo de sus entrañas? Así lo piensan algunos defensores de la paternidad a toda costa. Ni siquiera la muerte parece poder vencer las ansias paternales de algunos. Marquardt recoge la historia de una joven que pidió que extrajeran esperma de su novio recién muerto para poder tener un recuerdo de él en forma de niño. Romanticismo, valentía, paternidad… ingredientes demasiado bonitos para pensar en los intereses del niño. Deseos del adulto y necesidades del niño 3 “Como algunos de los más destacados impulsores de la paternidad intencional de hoy se encuentran entre líderes gays y lesbianas, el debate sobre si la paternidad intencional realmente es lo mejor para el bienestar de los niños necesariamente está mezclado con los intereses de gays y lesbianas”, asegura Marquardt. Para Marquardt, el auge de formas “alternativas” de paternidad, que además pretenden ser las más adecuadas para el niño, deriva de una afirmación que por lo menos ha de ser relativizada: que el factor más importante para el futuro bienestar del hijo es que haya sido “planeado” y querido; que no sea el fruto de un accidente. Pero Marquardt, sin negar la importancia de que el niño sea fruto de una decisión deliberada, discute que la condición de “querido” sea la más importante para el bienestar del hijo: “Quizás, lo que viene después –la estructura familiar en la que el niño se criará– importa tanto o más que lo otro”. Marquardt no se refiere con esto solo al colectivo homosexual, sino que es parte de una argumentación presente a lo largo de todo el estudio a favor de las familias fundadas por una pareja heterosexual y comprometida por el matrimonio. De hecho, también aporta datos acerca de la mayor insatisfacción vital de los hijos criados en familias heterosexuales pero desestructuradas. La investigadora advierte que el valor de la paternidad intencional no es una cuestión ya cerrada, sino bastante debatida y genera multitud de interrogantes: “¿Les va igualmente bien a los niños con un padre, con tres o con cinco? ¿Los jóvenes echan de menos a su padre o madre biológicos? Si el matrimonio de dos personas es ya frágil ¿un conjunto de tres será más estable? ¿Hay algo extraordinario en querer mantener unidos en el matrimonio al hombre y a la mujer que han dado lugar al niño, por el bien del hijo y de cada uno de ellos? ¿Son los niños productos que encargamos para colmar los deseos de los adultos, o criaturas vulnerables con una dignidad personal, cuyas necesidades deben tener prioridad? En el actual debate sobre la familia, estas son las cuestiones que están sobre la mesa. Lo que está en juego es nada menos que el bienestar de esta generación y de las futuras”. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

La familia. Es necesario que el lenguaje no sea un escollo, una red opresora que dificulta el entendimiento. Para unos, la familia consiste en la asunción de cualquier estilo de vida y en la concesión de que todas las formas de vida son igualmente legítimas, haciendo suyo el principio de que la existencia posee derechos en tanto que existencia. Otros piensan que todos los modelos valen lo mismo, salvo el denominado “tradicional”, modelo anclado en el pasado, que es patriarcal, machista y represivo. Esta actitud, propia de la izquierda política, proyecta hacer del hombre lo que quiera que sea, y no tendría la suficiente tolerancia como para soportar familias con cinco o siete hijos empeñadas en permanecer fieles y contrarias al aborto libre, familias que fundan su estabilidad no ya en pulsiones pasajeras o afectos transitorios, sino en la entrega personal, el sacrificio, el perdón y el amor.



1 La familia. Es necesario que el lenguaje no sea un escollo, una red opresora que dificulta el entendimiento. Para unos, la familia consiste en la asunción de cualquier estilo de vida y en la concesión de que todas las formas de vida son igualmente legítimas, haciendo suyo el principio de que la existencia posee derechos en tanto que existencia. Otros piensan que todos los modelos valen lo mismo, salvo el denominado “tradicional”, modelo anclado en el pasado, que es patriarcal, machista y represivo. Esta actitud, propia de la izquierda política, proyecta hacer del hombre lo que quiera que sea, y no tendría la suficiente tolerancia como para soportar familias con cinco o siete hijos empeñadas en permanecer fieles y contrarias al aborto libre, familias que fundan su estabilidad no ya en pulsiones pasajeras o afectos transitorios, sino en la entrega personal, el sacrificio, el perdón y el amor. Cfr. La familia, un problema conceptual sábado, 26 de mayo de 2012 – revistaecclesia.com Por Roberto Esteban Duque, sacerdote y profesor de Teología Moral Desasistida por la ley y eclipsada por la cultura, la familia, sin embargo, es defendida y protegida por los organismos nacionales e internacionales en sus textos jurídicos. La Declaración de los Derechos Humanos de la ONU establece: “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene el derecho a la protección de la sociedad y del Estado” (a.16, 3). Y la Constitución Española de 1978 determina: “los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia” (a.39). En la Carta Magna de los Derechos Fundamentales de la Familia (24-XI-1983), se señalará que tales derechos “están impresos en la conciencia del ser humano y en los valores comunes de toda la humanidad”, así como que “derivan de la ley inscrita por el Creador en el corazón de todo ser humano”. Por tanto, los derechos de la familia derivan de la misma naturaleza de la familia, y no sólo de las exigencias de la doctrina católica. Nadie podrá discutir tampoco la esencial contribución al bien común de la familia. Es la familia quien asegura, gracias a los hijos, el futuro incluso de las pensiones, ofreciendo una notable seguridad a sus miembros y siendo, asimismo, el lugar donde se mantiene viva la identidad de un pueblo. El mismo Estado se encuentra obligado a reconocer a la familia como célula auténtica de la sociedad, ya que no existe otra forma de vida capaz de prestar su contribución al bien común en la misma medida. Matrimonio y familia se encuentran en una mejor situación que cualquier otra fórmula de convivencia alternativa, no en razón de privilegios políticos o infundados sino precisamente en virtud de su inestimable aportación al bien de la comunidad. Entre las ideas que se exponen durante este fin de semana en el VI Congreso Mundial de 2 Familias se constata la inquietante preocupación por el descenso de natalidad en el siglo XXI, que nos ha llevado a no añorar lo que Walt Whitman acuñó como “el atributo emblemático” de la mujer, para designar la maternidad. Este descenso de natalidad se ve agravado en España por la sustitución de políticas familiares inexistentes en beneficio de políticas sociales de inspiración anti-pobreza, por razones ideológicas de notable desprecio a la familia natural, así como por una explosión del número de divorcios, facilitados por una nefasta legislación. Pero hay algo que preocupa esencialmente, al menos desde el punto de vista filosófico, en el Congreso Mundial de Familias. Se trata de la necesidad de que el lenguaje no sea un escollo, una red opresora que dificulta el entendimiento. Lo decía R. W. Emerson: la corrupción del hombre conduce a la del lenguaje. Es inexcusable restaurar el lenguaje y la palabra para rescatarlo de la prostitución en que germinan en la actualidad. La educación consiste en aprender a nombrar correctamente, como Adán nombró a las criaturas. Por eso resulta preciso restaurar la palabra, cuando sólo se aspira a despojarla de significado, cuando se busca aislar el lenguaje del mundo, cuando los hombres están más divididos que nunca y las palabras sólo sirven para polarizarlos en posturas enfrentadas. El divorcio entre palabras y conceptos conduce a la imprecisión y exageración. Pero sobre todo, a la falta de integridad intelectual. Ante el sentido radicalmente alejado que llega a darse a la palabra “familia”, se está obligado a reconocer lo lejos que nos encontramos de la comunión de la inteligencia como condición previa para que el mundo sea mejor. Este conocimiento se dispersó cuando Babel fue castigada. Para unos, la familia consiste en la asunción de cualquier estilo de vida y en la concesión de que todas las formas de vida son igualmente legítimas, haciendo suyo el principio de que la existencia posee derechos en tanto que existencia. En semejante estimación, sólo el bárbaro estaría dispuesto a destruir lo diferente únicamente porque lo es, y el neurótico, queriendo controlar a los demás, no haría sino perder él mismo la capacidad de integrarse. Otros piensan que todos los modelos valen lo mismo, salvo el denominado “tradicional”, modelo anclado en el pasado, que es patriarcal, machista y represivo. Esta actitud, propia de la izquierda política, proyecta hacer del hombre lo que quiera que sea, y no tendría la suficiente tolerancia como para soportar familias con cinco o siete hijos empeñadas en permanecer fieles y contrarias al aborto libre, familias que fundan su estabilidad no ya en pulsiones pasajeras o afectos transitorios, sino en la entrega personal, el sacrificio, el perdón y el amor. Ni los ideólogos ni los legisladores parecen estar a la altura de las circunstancias, empeorándolas con propuestas que conducen a la incomunicación entre generaciones, como si no hubiera ya un vocabulario estable de humanidad que sea aceptado por todos, ni el padre pudiese comunicar a sus hijos ninguna experiencia porque hablan lenguas diferentes: ¿acaso no es un mismo lenguaje el de lo incondicional y gratuito, el de la identidad y pertenencia, el de un ámbito donde se transmite, protege y cuida la vida desde su concepción hasta su muerte natural, como es el ámbito natural de la familia? Los ideólogos pretenden hacer desaparecer cualquier herencia, porque son otras las necesidades del nuevo hombre y de la nueva cultura. Piensan que sus antecesores tuvieron miedo a la realidad; que cubrían de velos cualquier fantasía y estaban privados de libertad; que la derrota de la tradición se ha hecho posible, sin limitaciones ni principios, en la asunción 3 de la experiencia de inmediatez y del imperio del deseo, apelando a la ciencia para justificar cualquier ambición y sueño contracultural. Decía Platón, en su Cratilo, que “la labor del legislador consiste en dar nombres”. Platón entendía que nombrar y hacer leyes son métodos afines y necesarios para poner orden. ¿Por qué entonces, si las leyes requieren el uso de un vocabulario establecido en orden a operar definiciones, los magistrados y académicos se muestran tan dispuestos a cambiar irresponsablemente los nombres? El progresismo se empeña en sembrar la confusión, en no respetar las palabras igual que respetamos las cosas. El desprecio del orden natural o la impiedad contra la naturaleza acaban con efectos devastadores, pulverizando el entramado social desde la implantación de la “ideología de género”, la permisividad sexual, el ecologismo anti-humanista, el feminismo, la contracepción, el aborto y la eutanasia. La preocupación primera cuando se aborda la familia será preguntarse por qué confundir lo que Dios creó distinto, forjar un hombre nuevo renovando, hasta alterar seriamente, la naturaleza, negar la sustancia y la legitimidad de la Creación intentando cambiar su rostro, como si fuera hostil al hombre o como si no hubiese orden ni finalidad fuera del propio sujeto, anterior a su llegada. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

La familia. El compromiso de vivir la comunión con Dios y entre nosotros. El amor en el matrimonio es fecundo para los cónyuges mismos, en la procreación y para la sociedad. Cristo hace partícipes a los cónyuges de su amor esponsal, haciéndolos signo de su amor por la Iglesia: un amor fiel y total. Los caminos para crecer en el amor que construyen la familia. La tarea del hombre y la mujer como colaboradores de Dios para transformar el mundo, a través del trabajo, la ciencia y la técnica. El hombre, en cuanto imagen de Dios, está también llamado al descanso y a la fiesta. Familia, trabajo, fiesta: tres dones de Dios, tres dimensiones de nuestra existencia que han de encontrar un equilibrio armónico.


1 La familia. El compromiso de vivir la comunión con Dios y entre nosotros. El amor en el matrimonio es fecundo para los cónyuges mismos, en la procreación y para la sociedad. Cristo hace partícipes a los cónyuges de su amor esponsal, haciéndolos signo de su amor por la Iglesia: un amor fiel y total. Los caminos para crecer en el amor que construyen la familia. La tarea del hombre y la mujer como colaboradores de Dios para transformar el mundo, a través del trabajo, la ciencia y la técnica. El hombre, en cuanto imagen de Dios, está también llamado al descanso y a la fiesta. Familia, trabajo, fiesta: tres dones de Dios, tres dimensiones de nuestra existencia que han de encontrar un equilibrio armónico. Cfr. Benedicto XVI, Homilía en la Celebración Eucarística, VII Encuentro Mundial de las Familias, Milán, 3 de junio de 20120. Solemnidad de la Santísima Trinidad, Año B Venerados hermanos, Ilustres autoridades, Queridos hermanos y hermanas Es un gran momento de alegría y comunión el que vivimos esta mañana, con la celebración del sacrificio eucarístico. Una gran asamblea, reunida con el Sucesor de Pedro, formada por fieles de muchas naciones. Es una imagen expresiva de la Iglesia, una y universal, fundada por Cristo y fruto de aquella misión que, como hemos escuchado en el evangelio, Jesús confió a sus apóstoles: Ir y hacer discípulos a todos los pueblos, «bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 18-19). Saludo con afecto y reconocimiento al Cardenal Angelo Scola, Arzobispo de Milán, y al Cardenal Ennio Antonelli, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, artífices principales de este VII Encuentro Mundial de las Familias, así como a sus colaboradores, a los obispos auxiliares de Milán y a todos los demás obispos. Saludo con alegría a todas las autoridades presentes. Mi abrazo cordial va dirigido sobre todo a vosotras, queridas familias. Gracias por vuestra participación. o La solemnidad de la Santísima Trinidad nos impulsa al compromiso de vivir la comunión con Dios y entre nosotros. En la segunda lectura, el apóstol Pablo nos ha recordado que en el bautismo hemos recibido el Espíritu Santo, que nos une a Cristo como hermanos y como hijos nos relaciona con el Padre, de tal manera que podemos gritar: «¡Abba, Padre!» (cf. Rm 8, 15.17). En aquel momento se nos dio un germen de vida nueva, divina, que hay que desarrollar hasta su cumplimiento definitivo en la gloria celestial; hemos sido hechos miembros de la Iglesia, la familia de Dios, «sacrarium Trinitatis», según la define san Ambrosio, pueblo que, como dice el Concilio Vaticano II, aparece «unido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» (Const. Lumen gentium, 4). La solemnidad litúrgica de la Santísima Trinidad, que celebramos hoy, nos invita a contemplar ese misterio, pero nos impulsa también al compromiso de vivir la comunión con Dios y entre nosotros según el modelo de la Trinidad. Estamos llamados a acoger y transmitir de modo concorde las verdades de la fe; a vivir el amor recíproco y hacia todos, compartiendo gozos y sufrimientos, aprendiendo a pedir y conceder el perdón, valorando los diferentes carismas bajo la guía de los pastores. En una palabra, se nos ha confiado la tarea de edificar comunidades eclesiales que sean cada vez más una familia, capaces de reflejar la belleza de la Trinidad y de evangelizar no sólo con la palabra. Más bien diría por «irradiación», con la fuerza del amor vivido. La familia, fundada sobre el matrimonio entre el hombre y la mujer, está también llamada al igual que la Iglesia a ser imagen del Dios Único en Tres Personas. o Dios creó el ser humano hombre y mujer, con la misma dignidad, pero también con características propias y complementarias, para que los dos fueran un don el uno para el otro, se valoraran recíprocamente y realizaran una comunidad de amor y de vida. La familia, fundada sobre el matrimonio entre el hombre y la mujer, está también llamada al igual que la Iglesia a ser imagen del Dios Único en Tres Personas. Al principio, en efecto, «creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: “Creced, multiplicaos”» (Gn 1, 27-28). Dios creó el ser humano hombre y mujer, con la misma dignidad, pero también con características propias y complementarias, para que los dos fueran un don el uno para el otro, se 2 valoraran recíprocamente y realizaran una comunidad de amor y de vida. El amor es lo que hace de la persona humana la auténtica imagen de la Trinidad, imagen de Dios. o El amor en el matrimonio es fecundo para los cónyuges mismos, en la procreación y para la sociedad. Queridos esposos, viviendo el matrimonio no os dais cualquier cosa o actividad, sino la vida entera. Y vuestro amor es fecundo, en primer lugar, para vosotros mismos, porque deseáis y realizáis el bien el uno al otro, experimentando la alegría del recibir y del dar. Es fecundo también en la procreación, generosa y responsable, de los hijos, en el cuidado esmerado de ellos y en la educación metódica y sabia. Es fecundo, en fin, para la sociedad, porque la vida familiar es la primera e insustituible escuela de virtudes sociales, como el respeto de las personas, la gratuidad, la confianza, la responsabilidad, la solidaridad, la cooperación. o El cuidado recíproco entre los padres y los hijos. Queridos esposos, cuidad a vuestros hijos y, en un mundo dominado por la técnica, transmitidles, con serenidad y confianza, razones para vivir, la fuerza de la fe, planteándoles metas altas y sosteniéndolos en la debilidad. Pero también vosotros, hijos, procurad mantener siempre una relación de afecto profundo y de cuidado diligente hacia vuestros padres, y también que las relaciones entre hermanos y hermanas sean una oportunidad para crecer en el amor. El proyecto de Dios sobre la pareja humana encuentra su plenitud en Jesucristo, que elevó el matrimonio a sacramento. o Cristo, con un don especial del Espíritu Santo, os hace partícipes de su amor esponsal, haciéndoos signo de su amor por la Iglesia: un amor fiel y total. El proyecto de Dios sobre la pareja humana encuentra su plenitud en Jesucristo, que elevó el matrimonio a sacramento. Queridos esposos, Cristo, con un don especial del Espíritu Santo, os hace partícipes de su amor esponsal, haciéndoos signo de su amor por la Iglesia: un amor fiel y total. Si, con la fuerza que viene de la gracia del sacramento, sabéis acoger este don, renovando cada día, con fe, vuestro «sí», también vuestra familia vivirá del amor de Dios, según el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret. Caminos para crecer en el amor Son los elementos que construyen la familia. Queridas familias, pedid con frecuencia en la oración la ayuda de la Virgen María y de san José, para que os enseñen a acoger el amor de Dios como ellos lo acogieron. Vuestra vocación no es fácil de vivir, especialmente hoy, pero el amor es una realidad maravillosa, es la única fuerza que puede verdaderamente transformar el cosmos, el mundo. Ante vosotros está el testimonio de tantas familias, que señalan los caminos para crecer en el amor: mantener una relación constante con Dios y participar en la vida eclesial, cultivar el diálogo, respetar el punto de vista del otro, estar dispuestos a servir, tener paciencia con los defectos de los demás, saber perdonar y pedir perdón, superar con inteligencia y humildad los posibles conflictos, acordar las orientaciones educativas, estar abiertos a las demás familias, atentos con los pobres, responsables en la sociedad civil. Todos estos elementos construyen la familia. Vividlos con valentía, con la seguridad de que en la medida en que viváis el amor recíproco y hacia todos, con la ayuda de la gracia divina, os convertiréis en evangelio vivo, una verdadera Iglesia doméstica (cf. Exh. ap. Familiaris consortio, 49). o A quienes están marcados por las experiencias dolorosas del fracaso y la separación. Quisiera dirigir unas palabras también a los fieles que, aun compartiendo las enseñanzas de la Iglesia sobre la familia, están marcados por las experiencias dolorosas del fracaso y la separación. Sabed que el Papa y la Iglesia os sostienen en vuestra dificultad. Os animo a permanecer unidos a vuestras comunidades, al mismo tiempo que espero que las diócesis pongan en marcha adecuadas iniciativas de acogida y cercanía. o La tarea del hombre y la mujer como colaboradores de Dios para transformar el mundo, a través del trabajo, la ciencia y la técnica. No es la lógica unilateral del provecho propio y del máximo beneficio lo que contribuye a un desarrollo armónico, al bien de la familia y a edificar una sociedad justa, ya que supone una competencia exasperada, fuertes desigualdades, degradación del medio ambiente, carrera consumista, pobreza en las familias. 3 En el libro del Génesis, Dios confía su creación a la pareja humana, para que la guarde, la cultive, la encamine según su proyecto (cf. 1,27-28; 2,15). En esta indicación de la Sagrada Escritura podemos comprender la tarea del hombre y la mujer como colaboradores de Dios para transformar el mundo, a través del trabajo, la ciencia y la técnica. El hombre y la mujer son imagen de Dios también en esta obra preciosa, que han de cumplir con el mismo amor del Creador. Vemos que, en las modernas teorías económicas, prevalece con frecuencia una concepción utilitarista del trabajo, la producción y el mercado. El proyecto de Dios y la experiencia misma muestran, sin embargo, que no es la lógica unilateral del provecho propio y del máximo beneficio lo que contribuye a un desarrollo armónico, al bien de la familia y a edificar una sociedad justa, ya que supone una competencia exasperada, fuertes desigualdades, degradación del medio ambiente, carrera consumista, pobreza en las familias. Es más, la mentalidad utilitarista tiende a extenderse también a las relaciones interpersonales y familiares, reduciéndolas a simples convergencias precarias de intereses individuales y minando la solidez del tejido social. o El hombre, en cuanto imagen de Dios, está también llamado al descanso y a la fiesta. Para nosotros, cristianos, el día de fiesta es el domingo, día del Señor, pascua semanal. Es el día de la Iglesia, asamblea convocada por el Señor alrededor de la mesa de la palabra y del sacrificio eucarístico; el día del hombre y de sus valores: convivialidad, amistad, solidaridad, cultura, contacto con la naturaleza, juego, deporte. Es el día de la familia, en el que se vive juntos el sentido de la fiesta, del encuentro, del compartir, también en la participación de la santa Misa. Un último elemento. El hombre, en cuanto imagen de Dios, está también llamado al descanso y a la fiesta. El relato de la creación concluye con estas palabras: «Y habiendo concluido el día séptimo la obra que había hecho, descansó el día séptimo de toda la obra que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró» (Gn 2,2-3). Para nosotros, cristianos, el día de fiesta es el domingo, día del Señor, pascua semanal. Es el día de la Iglesia, asamblea convocada por el Señor alrededor de la mesa de la palabra y del sacrificio eucarístico, como estamos haciendo hoy, para alimentarnos de él, entrar en su amor y vivir de su amor. Es el día del hombre y de sus valores: convivialidad, amistad, solidaridad, cultura, contacto con la naturaleza, juego, deporte. Es el día de la familia, en el que se vive juntos el sentido de la fiesta, del encuentro, del compartir, también en la participación de la santa Misa. Queridas familias, a pesar del ritmo frenético de nuestra época, no perdáis el sentido del día del Señor. Es como el oasis en el que detenerse para saborear la alegría del encuentro y calmar nuestra sed de Dios. Familia, trabajo, fiesta: tres dones de Dios, tres dimensiones de nuestra existencia que han de encontrar un equilibrio armónico. Familia, trabajo, fiesta: tres dones de Dios, tres dimensiones de nuestra existencia que han de encontrar un equilibrio armónico. Armonizar el tiempo del trabajo y las exigencias de la familia, la profesión y la paternidad y la maternidad, el trabajo y la fiesta, es importante para construir una sociedad de rostro humano. A este respecto, privilegiad siempre la lógica del ser respecto a la del tener: la primera construye, la segunda termina por destruir. Es necesario aprender, antes de nada en familia, a creer en el amor auténtico, el que viene de Dios y nos une a él y precisamente por eso «nos transforma en un Nosotros, que supera nuestras divisiones y nos convierte en una sola cosa, hasta que al final Dios sea “todo para todos” (1 Co 15,28)» (Enc. Deus caritas est, 18). Amén. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

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