miércoles, 11 de octubre de 2017

 Domingo 28 del tiempo ordinario, Año a (15 de octubre de 2017). El Señor es el Buen Pastor.




Ø Domingo 28 del tiempo ordinario, Año a (15 de octubre de 2017). El Señor es el Buen Pastor.


Salmo responsorial 23: El señor es mi pastor, nada me falta (…) Me guía por el sendero justo (Tu bondad y misericordia me acompañan todos los días de mi vida (…) etc.

v  Yo soy el buen Pastor

·         Juan 10, 11- 14: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas. 12 El asalariado, el
que no es pastor y al que no pertenecen las ovejas, ve venir el lobo, abandona la ovejas y huye –y el lobo las arrebata y las dispersa -, 13 porque es  asalariado y no le importan las ovejas.  14 Yo soy el buen pastor, conozco las mías y las mías me conocen. 15 Como el Padre me conoce a mí, así yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas”.  
Juan 10, 1-11: 1 En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; 2 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. 3 A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. 4 Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: 5 a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños». 6 Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: 7 «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. 9 Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. 10 El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.

o   Jesús se presenta como ese Buen Pastor que cuida de sus ovejas.

-          (…) “Los profetas, especialmente Jeremías y Ezequiel (Jeremías 23, 1-6; Ezequiel 34, 1-31), ante la
infidelidad de los reyes y sacerdotes, a quienes también se aplicaba el nombre de pastores, prometen unos pastores nuevos. Más aún: Ezequiel señala que Dios iba a suscitar un Pastor único, semejante a David, que apacentaría sus ovejas, de modo que estuvieran seguras (Ezequiel 34, 23-31). Jesús se presenta como ese Buen Pastor que cuida de sus ovejas. Se cumplen por tanto en El las antiguas profecías. El arte cristiano se inspiró muy pronto en esta figura entrañable del Buen Pastor, y dejó así representado el amor de Cristo por cada uno de nosotros”.  (Cfr. Nuevo Testamento, Comentario a Juan 10, 1-21, EUNSA 2004). 

o   Explicación histórica acerca del único redil para pasar la noche varios rebaños

-          (…) “Para comprender mejor las palabras de Jesús en los vv. 3-5, conviene recordar que en aquellos
tiempos era costumbre reunir al oscurecer varios rebaños en un mismo recinto. Allí permanecían toda la noche bajo la custodia de un guarda. Al amanecer, cada pastor llegaba, le abría el guarda, y llamaba a sus ovejas, que se incorporaban y salían del aprisco tras él; les hacía oír frecuentemente su voz para que no se perdieran, y caminaba delante para conducirlas a los pastos. El Señor hace uso de esta imagen, tan familiar a sus oyentes, para hacerles una advertencia importante: ante voces extrañas, es necesario reconocer la voz de Cristo – actualizada de continuo por el Magisterio de la Iglesia – y seguirle, para encontrar el alimento abundantes de nuestras almas. Las palabras de Jesús tienen especial significación para quienes ejercen en la Iglesia el oficio de pastores: «Yo soy el buen Pastor. Con ello quiere estimularlos a la caridad, insinuándoles que nadie puede ser buen pastor, si no llega a ser un sola cosa con Cristo por la caridad y se convierte en miembro del verdadero pastor» (Santo Tomás de Aquino, Super Evangelium Ioannis, ad hoc). (Cfr. Nuevo Testamento, Comentario a Juan 10, 1-21, EUNSA 2004). 

o   También para los pastores Cristo es la puerta.

-          “Cristo se aplica la imagen de la puerta (v. 7) por la que se entra en el aprisco de las ovejas que es la
Iglesia. Al redil entran los pastores y las ovejas. Tanto uno como otras han de entrar por la puerta, que es Cristo. «Yo – predicaba san Agustín – queriendo llegar hasta vosotros, es decir, a vuestro corazón, os predico a Cristo: si predicara otra cosas, querría entrar por otro lado. Cristo es para mí la puerta para entrar en vosotros: por Cristo entre no en vuestras casas, sino en vuestros corazones. Por Cristo entro gozosamente y me escucháis hablar de él. ¿Por qué? Porque sois ovejas de Cristo y habéis sido comprados con su sangre» (In Ioannis Evangelium 47, 2,3).  (Cfr. Nuevo Testamento, Comentario a Juan 10, 1-21, EUNSA 2004). 


VIDA CRISTIANA

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