Los nuevos problemas de población
IGNACIO ARÉCHAGA - 25.JUN.2018 - Aceprensa
Cincuenta
años después de «The Population Bomb», los
problemas ya no se pueden reducir a lo que se llamaba la “explosión demográfica”,
expresión hoy en desuso. Las distintas regiones del mundo tienen diferentes
problemas de población, y distintas potencialidades.
(Actualizado el 27-06-2018)
La fecundidad está declinando en casi todas las regiones del
mundo. Incluso en África, que es el continente donde es más alta, ha descendido
a 4,7 hijos por mujer en 2010-2015. En ese periodo la fecundidad ha estado por
debajo del nivel de sustitución de las generaciones (2,1) en 83 países que
representan el 46% de la población mundial. Y la reducción de la fecundidad
significa no solo que la población crece de un modo más lento, sino también que
es una población más envejecida.
En Europa, Rusia, Japón y China, el gran problema no es el
exceso de natalidad, sino su déficit, que va a llevar a la pérdida de población.
En 40 países –entre ellos China y Rusia– se está reduciendo la población en
edad de trabajar, lo cual plantea una serie de problemas económicos serios.
Habrá que aumentar la productividad y la participación de la
mujer en el mercado laboral para compensar el descenso del número de
trabajadores. La deuda nacional acumulada recaerá sobre menos habitantes. Habrá
menos activos por pensionista, lo cual está obligando ya a hacer reformas en la
línea de retrasar la edad de jubilación y rebajar las prestaciones. Será más
costoso en el plano sanitario atender a una población envejecida. Estos países
serán menos atractivos para los inversores. Y, en general, habrá menos personas
para promover ideas innovadoras.
El
aumento de la educación de la mujer y el retraso de la edad del matrimonio
están siendo los factores más influyentes en la moderación de la fecundidad
Según las estimaciones demográficas publicadas por la ONU en
2015 –World Population Prospects–,
en 2050 la población mundial alcanzaría los 9.700 millones, pero con un reparto
distinto al actual. Las poblaciones de casi cincuenta países –la mayoría
europeos– habrán disminuido.
Entre los países desarrollados con un volumen de población
importante, el único donde seguirá creciendo es EE.UU., que alcanzaría los 388
millones.
En Europa, la “revolución contraceptiva” se ha convertido en un
obstáculo para el desarrollo, y hoy el gran problema es cómo estimular la
natalidad. Se estima que de aquí a 2050 las muertes superarán a los nacimientos
en 63 millones, descenso que no se podrá compensar con la inmigración, que
solamente aportará 31 millones.
España, con una media de 1,3 hijos por mujer, se encuentra entre
los países con menor fecundidad del mundo. Desde 2015, hay más muertes que
nacimientos, saldo que en 2017 ha ofrecido un déficit de –31.245. Y, de
repente, los políticos y los editoriales de los periódicos descubren la
importancia de fomentar políticas que impulsen la natalidad.
La política del hijo único y su consecuencia de aborto selectivo
de niñas está pasando factura también a China, que afronta un serio problema de
envejecimiento de población y de desequilibrio entre hombres y mujeres. Allí la
población se estabilizará en la próxima década y empezará a disminuir a partir
de 2030.
o La juventud, en África
Si el rostro europeo tiene cada vez más arrugas, África es la
juventud. Más de la mitad del aumento demográfico mundial entre 2015 y 2050 (de
7.300 millones a 9.700) provendrá de esa región: concretamente, 1.300 millones.
La juventud de la población del continente, con gran número de mujeres en edad
de procrear, asegura este protagonismo de África.
El aumento de la población se producirá sobre todo entre los dos
trópicos africanos. Esto puede aumentar los problemas en los países del Sahel,
afectados por la desecación del lago Chad, la deforestación y las guerras
actuales. En cambio, hacia el sur de esa zona la densidad de población es más
bien baja (en la R.D. del Congo es solo de 37 hab/km2).
Asia ostenta el segundo puesto en el crecimiento de la población
mundial. A tenor de las proyecciones de la ONU, aportará 900 millones de
habitantes más de aquí a 2050. La India, Pakistán e Indonesia son los países
que más crecerán.
Frente a estos dos continentes, el crecimiento estimado en
Norteamérica, América Latina, el Caribe y Oceanía será mucho menor.
o Las poblaciones se
mueven
Por otra parte, los flujos migratorios hacen que los problemas
de población de una región influyan en otras. Europa y Japón temen la
inmigración, pero son los que más la necesitan. China intentará atraerse a los
nacionales que están en el extranjero. Y para muchos jóvenes africanos, poner
un pie en Europa seguirá siendo un sueño, a veces transformado en pesadilla. En
cualquier caso, llegar a acuerdos entre países deficitarios y excedentarios de
población para una inmigración ordenada parece cada vez más urgente. Mientras,
el aumento de la educación de la mujer y el retraso de la edad de matrimonio
están siendo los factores más influyentes en la moderación de la fecundidad,
tanto en África como en Asia.
Cincuenta años después de las alarmas sobre el crecimiento de la
población y de la entronización de la píldora, nos encontramos en una situación
inesperada. Las regiones donde los anticonceptivos y el aborto se han
generalizado (Europa, Rusia, China, Japón) afrontan un problema de escasez de
natalidad, que no permite ni sustituir las generaciones y se convierte en una
rémora para el avance. Y en los países que aportan más al crecimiento de la
población mundial, las campañas anticonceptivas no han sido un motor del
desarrollo.
Vida Cristiana
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