Ø Domingo primero de Adviento (2018) Ciclo C. La vigilancia y la oración, donde el discípulo espera atento. La oración de los discípulos es un combate, y el Espíritu Santo trata de despertarnos continuamente a la vigilancia. Dos números del Catecismo de la Iglesia Católica.
v Cfr. I Domingo
de Adviento, Año C
2 diciembre 2018
Jeremías 33, 14-16; Sal 25 (24); 1 Tesalonicenses
3, 12 – 4,2; Lucas 21, 25-28.34-36
Salmo responsorial Salmo 25 (24) 4-5. 8-9. 10
y 14. (R.: 1B)
Vigilad
orando en todo tiempo.
(Evangelio
de hoy, Lucas 21, 36)
A ti, Señor, levanto mi
alma
(Salmo responsorial 24,1B)
Lucas
21, 25-28.34-36: 25 «Habrá
señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia
de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, 26 muriéndose
los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo;
porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. 27 Y entonces verán venir al
Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. 28 Cuando empiecen a suceder
estas cosas, cobrad ánimo y levantad la
cabeza porque se acerca vuestra liberación.» 34 «Vigilaos a vosotros mismos, para que vuestros corazones no estén ofuscados por el libertinaje, la
embriaguez y los afanes de esta vida, y
aquel día no sobrevenga de improviso sobre vosotros, 35 porque caerá como
un lazo sobre todos aquellos que habitan en la faz de la tierra. 36 Vigilad orando en todo tiempo, a fin de que
podáis evitar todos estos males que van a suceder, y podáis comparecer
delante del Hijo del hombre.»
1
Tesalonicenses 3,12-4,2: 12 Hermanos, que el Señor os colme y os haga
rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos a
vosotros; 13 y que afiance así vuestros corazones, de modo que os presentéis
ante Dios, nuestro Padre, santos e irreprochables en la venida de nuestro Señor
Jesús con todos sus santos. 4 Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos
en el Señor Jesús: ya habéis aprendido de nosotros cómo comportarse para
agradar a Dios; pues comportaos así y seguid adelante. 2 Pues ya conocéis las
instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.
Salmo 25
(24): R. A ti,
Señor, levanto mi alma. 4 Muéstrame tus caminos, Señor, enséñame tus sendas. 5 Hazme caminar en tu fidelidad, instrúyeme, pues Tú eres mi Dios salvador.
8 El
Señor es bueno y recto; por eso enseña
el camino a los pecadores. 9 Guía a los mansos en la justicia, enseña su camino a los humildes. 10 Las
sendas del Señor son amor y
fidelidad para los que guardan su alianza y sus preceptos. 14 El Señor
es amigo de quienes le temen, a ellos les da a conocer su alianza.
En comunión con su
Maestro,
la oración de los
discípulos es un combate,
y velando en la oración es
como no se cae en la tentación.
(Catecismo, n. 2612)
1.
En la oración, el discípulo espera
atento a aquél que "es y que viene”.
·
n. 2612: En Jesús "el Reino de Dios está
próximo", llama a la conversión y a la fe pero también
a la vigilancia. En la
oración, el discípulo espera atento a aquél que "es y que viene", en
el recuerdo de su primera venida en la humildad de la carne, y en la esperanza
de su segundo advenimiento en la gloria (cf Mc 13; Lc 21, 34 - 36). En comunión
con su Maestro, la oración de los discípulos es un combate, y velando en la
oración es como no se cae en la tentación (cf Lc 22, 40. 46).
-
Lucas 22, 40:
Cuando llegó al lugar, les dijo: - Orad
para no caer en la tentación.
-
Lucas 22, 46: Y
les dijo: - ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para no caer en la
tentación.
2.
El Espíritu Santo trata de
despertarnos continuamente a la vigilancia.
·
n. 2849: (…) La
vigilancia es "guarda del corazón", y Jesús pide al Padre que
"nos guarde en su
Nombre" (Jn 17, 11). El
Espíritu Santo trata de despertarnos continuamente a esta vigilancia (cf 1Co
16, 13; Col 4, 2; 1Ts 5, 6; 1P 5, 8). Esta petición adquiere todo su sentido
dramático referida a la tentación final de nuestro combate en la tierra; pide
la perseverancia final. "Mira que vengo como ladrón. Dichoso el que esté
en vela" (Ap 16, 15).
-
Juan 17, 11: Ya
no estoy en el mundo, pero ellos están en el
mundo y yo voy a Ti. Padre Santo,
guarda en tu nombre
-
1 Corintios
16,13: Vigilad, estad firmes en la fe, sed fuertes, tened ánimo.
-
Colosenses 4,2:
Perseverad en la oración, velan en ella con acciones de gracias.
-
1 Tesalonicenses
5,6: Por tanto, no durmamos como los demás, sino estemos en vela y
mantengámonos
sobrios.
-
1 Pedro 5,8: Sed sobrios y vigilad, porque vuestro
adversario, el diablo, como un león rugiente ronda buscando a quien devorar.
-
Apocalipsis 16, 15: Mirad que vengo como un ladrón.
Bienaventurado el que esté vigilante y guarde sus vestidos, para no andar
desnudo y que le vean sus vergüenzas.
3.
Comentarios a dos textos de
la Escritura que se acaban de citar.
- Colosenses 4, 2: “La perseverancia en la
oración es un tema ampliamente subrayado en el Nuevo Testamento, como
característico de los primeros cristianos (cfr. Lucas 18,1; Romanos 12,12;
1 Tesalonicenses 5, 17, etc.” (Nuevo
Testamento, Eunsa 2004).
- 1 Pedro 5,8: “La lucha ascética para
resistir las tentaciones tiene su apoyo en la confianza en Él.” (Cfr. ibídem, Nota 5,5-11).
Vida Cristiana
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