EUTANASIA:
Con ocasión del proyecto de ley en España: los expertos alertan que con la
nueva ley se cometerán abusos y se caerá en la ilegalidad
o Expertos de
la Asociación Española de Bioética hablan con contundencia
Presión
a los más «vulnerables», abusos y tendencia a la «ilegalidad»: expertos, sobre
la eutanasia
/Foto-
J. Javier Ramos
J.L./ ReL - 14 febrero 2020
Mientras la eutanasia parece avanzar rápidamente su tramitación en
el Congreso de los Diputados sin que se haya realizado un debate científico
serio ni los promotores de la ley hayan advertido de los riesgos, los
expertos en Bioética están alzando su voz para que la ciudadanía conozca qué
pasaría en realidad con la legalización de la eutanasia. Los ejemplos de
otros países, que tampoco se citaron en el Congreso, pueden ayudar mucho a
entenderlo.
Precisamente la Asociación Española de Bioética y
Ética Médica (AEBI) ha puesto de manifiesto uno de los puntos más
oscuros, y del que no hablan los promotores de la eutanasia. En un comunicado
recuerda regular la eutanasia “es una medida injusta, insolidaria y
favorecedora de la desigualdad social, en cuanto se convierte en un
instrumento de presión frente los más débiles y vulnerables”.
El
peligro de los más "vulnerables"
La conocida como “pendiente resbaladiza” que se ha producido en países
como Bélgica y Holanda confirma justamente que lo que empezó para casos muy
concretos se fue abriendo hasta llegar a permitir la eutanasia para “las
dificultades típicas de la vejez”. Esto a su vez va generando una presión
entre las personas más “vulnerables” que serán las que deben
justificar por qué vivir. Y la experiencia de casi dos décadas de la ley en
estos países dice que habrá personas que debido a esta presión sucumban y no
quieran suponer una carga –este es un argumento clave- para su familia o
entorno.
Tal y como prosigue el comunicado, esta
situación de legalizar la eutanasia en España es más grave si cabe “cuando las
instituciones públicas no han puesto de forma completa y suficiente todos los
medios sanitarios y sociales para ayudar a los ciudadanos a vivir con dignidad
el proceso final de la vida”. Se refieren en esta asociación a los
cuidados paliativos.
Por ello, la Asociación Médica Mundial se opone
al suicidio asistido y a la eutanasia reiterando que: “la eutanasia, es
decir, el acto deliberado de poner fin a la vida de un paciente, aunque sea por
voluntad propia o a petición de sus familiares, es contraria a la ética”.
Una clara
exposición a los abusos
De este modo, los expertos de AEBI recuerdan
que al igual que en otros derechos fundamentales el estado debe legislar
protegiendo a los ciudadanos en su derecho a la vida. “Una situación concreta,
por muy dramática que sea, y que no representa la situación más frecuente de
los enfermos al final de la vida no puede elevarse como norma, máxime si además
conlleva consecuencias negativas para el bien común: debilitamiento de
la actitud de respeto a la vida de los más débiles y empobrecimiento del
quehacer sanitario”, agrega el texto.
Un hecho importante a destacar es que convertir
la eutanasia en un derecho “dejaría a muchos ciudadanos expuestos a
abusos a pesar de las medidas preventivas que se tomaran en una
regulación legal”.
Una
inevitable caída a la ilegalidad
Además, la Asociación Española de Bioética
insiste en que tal y como ya se ha comprobado en los pocos países del mundo en
donde se ha introducido la práctica de la eutanasia bajo la excepcionalidad de
aplicarla en casos extremos de sufrimiento insoportable “ésta produce una insensibilización
paulatina de los médicos que la practican, terminando por aplicarla en
otros casos de enfermos similares pero que no cumplen con esa condición”.
“La evolución de la ley de la eutanasia acaba
tarde o temprano en la ilegalidad al banalizarse las condiciones iniciales bajo
las cuales se legalizó”, sentencian desde la AEBI.
Por su parte, el Observatorio
de Bioética de la Universidad Católica de Valencia también muestra su
oposición a la eutanasia afirmando que “abordar el sufrimiento humano
pretendiendo eliminar a las personas que lo padecen es, ante todo, un fracaso
del sistema asistencial, pero también de la sociedad moderna que,
lejos de suprimir a los débiles y sufrientes, debería dedicarles los mejores
esfuerzos y recursos disponibles, precisamente porque son los que más los
necesitan. En el estado actual de la medicina y la práctica clínica, estos
recursos existen, son eficaces para aliviar el sufrimiento de los enfermos
crónicos o terminales y constituyen, a través de los cuidados paliativos de
calidad, la herramienta que procura el trato digno que toda persona merece en
atención a su inviolable dignidad, máxime cuando padece un estado de
dependencia absoluta”.
Más
cuidados paliativos y menos eutanasia
Mientras tanto, la Sociedad Española de Cuidados
Paliativos (SECPAL) y la Asociación
Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (AECPAL) también han
querido entrar al debate y han recordado que “en nuestro entorno, muy pocos
países cuentan con leyes como la que se va a debatir en nuestro Parlamento,
pero en casi la totalidad de los países europeos existe legislación que
pretende garantizar unos cuidados paliativos de calidad”.
En definitiva, el comunicado señala que son
leyes como las de cuidados paliativos las que de verdad “muestra la preocupación
de sociedades modernas y progresistas ante el sufrimiento de sus
conciudadanos más vulnerables”.
As su juicio, el proyecto de ley de la
eutanasia “afronta el sufrimiento extremo de aquellas personas que prefieren
dar por finalizada su vida y, en cambio, obvia el de aquellos
ciudadanos que piden vivir de forma digna esta etapa con el mayor
apoyo posible para paliar ese sufrimiento”.
Vida Cristiana
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