miércoles, 14 de junio de 2017

La fe es adhesión a Jesús. No es un asentimiento religioso vago y poco comprometido. Hay que promover una fe más personal y madura, iluminada y convencida, superando una fe sustentada por costumbres sociales, aunque sean apreciables. Para conocer a Cristo hay que conocer el Evangelio, y que se convierta en vida de nuestra vida. (Juan Pablo II).



La fe es adhesión a Jesús. No es un asentimiento religioso vago y poco comprometido. Hay que promover una fe más personal y madura, iluminada y convencida, superando una fe sustentada por costumbres sociales, aunque sean apreciables. Para conocer a Cristo hay que conocer el Evangelio, y que se convierta en vida de nuestra vida. (Juan Pablo II). Juan Pablo II, Exhortación apostólica «Ecclesia in Europa», 28 de junio de 2003 o Es necesario por doquier anunciar a Cristo incluso a los bautizados, para superar un sentimiento religioso vago y poco comprometido • n. 47: “Por doquier es necesario un nuevo anuncio incluso a los bautizados. Muchos europeos contemporáneos creen saber qué es el cristianismo, pero realmente no lo conocen. Con frecuencia se ignoran ya hasta los elementos y las nociones fundamentales de la fe. Muchos bautizados viven como si Cristo no existiera: se repiten los gestos y los signos de la fe, especialmente en las prácticas de culto, pero no se corresponden con una acogida real del contenido de la fe y una adhesión a la persona de Jesús. En muchos, un sentimiento religioso vago y poco comprometido ha suplantado a las grandes certezas de la fe; se difunden diversas formas de agnosticismo y ateísmo práctico que contribuyen a agravar la disociación entre fe y vida. ” o Hay que promover una fe más personal y madura, iluminada y convencida, superando una fe sustentada por costumbres sociales, aunque sean apreciables. • n. 50: “« La actual situación cultural y religiosa de Europa exige la presencia de católicos adultos en la fe y de comunidades cristianas misioneras que testimonien la caridad de Dios a todos los hombres ». El anuncio del Evangelio de la esperanza comporta, por tanto, que se promueva el paso de una fe sustentada por costumbres sociales, aunque sean apreciables, a una fe más personal y madura, iluminada y convencida. Los cristianos, pues, han de tener una fe que les permita enfrentarse críticamente con la cultura actual, resistiendo a sus seducciones; incidir eficazmente en los ámbitos culturales, económicos, sociales y políticos; manifestar que la comunión entre los miembros de la Iglesia católica y con los otros cristianos es más fuerte que cualquier vinculación étnica; transmitir con alegría la fe a las nuevas generaciones; construir una cultura cristiana capaz de evangelizar la cultura más amplia en que vivimos.” o Para conocer a Cristo hay que conocer el Evangelio, y que se convierta en vida de nuestra vida. • n. 65: “Que todos los fieles acojan la exhortación conciliar a « la lectura asidua de la Escritura para que adquieran la “sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús” (Filipenses 3, 8), «pues desconocer la Escritura es desconocer a Cristo» (Conc. ecum. Vat. II, Const. dogm. Dei Verbum, sobre la divina revelación, 25). Que la Sagrada Biblia siga siendo un tesoro para la Iglesia y para todo cristiano: en el estudio atento de la Palabra encontraremos alimento y fuerza para llevar a cabo cada día nuestra misión. ¡Tomemos este Libro en nuestras manos! Recibámoslo del Señor que lo ofrece continuamente por medio de su Iglesia (cf. Ap 10, 8). Devorémoslo (cf. Ap 10, 9) para que se convierta en vida de nuestra vida. Gustémoslo hasta el fondo: nos costará, pero nos proporcionará alegría porque es dulce como la miel (cf. Ap 10, 9-10). Estaremos así rebosantes de esperanza y capaces de comunicarla a cada hombre y mujer que encontremos en nuestro camino”. www.parroquiasantamonica.com

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