viernes, 10 de febrero de 2017
La eutanasia. La comida, el agua y el oxígeno no son "tratamientos" médicos extraordinarios [o “desproporcionados”], sino parte fundamental del cuidado médico y son por lo tanto derechos fundamentales.
1 La eutanasia. La comida, el agua y el oxígeno no son "tratamientos" médicos extraordinarios [o “desproporcionados”], sino parte fundamental del cuidado médico y son por lo tanto derechos fundamentales. El suministro de agua y alimentos por medios artificiales1 Por Brian Clowes, Ph.D. Director del Instituto de Capacitación para la defensa de la Vida y la Familia de Human Life International LA COMIDA, EL AGUA Y EL OXÍGENO NO SON "TRATAMIENTOS", SINO PARTE FUNDAMENTAL DEL CUIDADO MÉDICO Y SON POR LO TANTO DERECHOS FUNDAMENTALES. ........................................................................................................... 1 El suministro de agua y alimentos por medios artificiales1 .............................................................................. 1 o Principios generales .........................................................................................................................................................1 o Distinciones importantes .................................................................................................................................................1 o Principios generales ¿A cuántas personas, cuando se disponen a comer una plato de cereal o una hamburguesa, se les ocurre pensar que se están preparando para recibir un tratamiento médico? A nadie se le ocurre pensar eso. Sin embargo, eso es exactamente lo que los activistas en pro de la eutanasia quieren que todos pensemos. Y lo intentan lograr clasificando el derecho fundamental al alimento y al agua como "tratamiento médico extraordinario [o ‘desproporcionado']". Este objetivo ya lo han logrado en el Estado de Florida, EE.UU. La comida, el agua y el oxígeno no son "tratamientos", sino parte fundamental del cuidado médico y son por lo tanto derechos fundamentales. Así como el derecho fundamental a la vida fue reemplazado por el fabricado "derecho" a la privacidad para imponer el aborto, ahora otro derecho básico genuino, el derecho a recibir agua y alimentos (no importa el medio que se utilice), está en peligro de ser reemplazado también por el falso "derecho" a morir. El Catecismo de la Iglesia Católica (número 2277) declara lo siguiente: "Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de las personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable. Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre." El Obispo James T. McHugh, de Camden, Estado de Nueva Jersey, EE.UU., aclaró la cuestión cuando dijo: "El alimento y el agua no curan a un paciente comatoso; pero le conservan la vida. No le causan sufrimiento al paciente ni son considerados una tecnología médica excepcional o experimental. Si el suministro de agua y alimentos se descontinúa, el paciente morirá porque una nueva causa mortal ha sido introducida, esto es, la privación deliberada de la alimentación y del agua, que en el lenguaje común se llaman inanición y morirse de sed" 2 . o Distinciones importantes A ningún paciente se le debe privar del agua y de los alimentos mientras éstos lo puedan beneficiar y mantener con vida. Sin embargo, si el suministro de los mismos le causan dolor agudo en las últimas etapas de su vida -- es decir, cuando la muerte es inevitable e inminente, a pesar de los medios empleados3 --, entonces puede ser lícito retirárselos para evitar dicho dolor y sufrimiento. Por lo tanto, si un tubo insertado en el estómago, por ejemplo, le está causando mucho dolor al paciente y la muerte es inminente a pesar de los medios empleados, sería lícito retirarle el tubo. En todos los casos en los que se está considerando retirarle el agua y los alimentos por medios artificiales a un paciente, hay dos condiciones que cumplir: 1. La forma en que dicho suministro se está llevando a cabo le está causando dolor grave al paciente; 2. La persona está tan cerca de la muerte que la alimentación y el agua no le proporcionarán ningún bien y el paciente morirá de forma natural antes que el hambre y la sed le causen un sufrimiento significativo. La Conferencia Nacional de Obispos Católicos de EE.UU. (NCCB) reconoció el peligro de la mentalidad a favor de la eutanasia en tales casos cuando declaró: "La dura realidad es que algunos de los que proponen retirar el agua y los alimentos que se le suministran a ciertos pacientes sí tienen la intención directa de causarle la muerte, y aún preferirían que la ley cambiase para que permitiese medios más "fáciles e indoloros" de causar la muerte. En otras palabras, el agua y los alimentos -- ya sea que se suministren oralmente o por medios artificiales -- a veces son retirados, no porque el paciente ya se está muriendo, sino 2 precisamente porque el paciente no se está muriendo o no se está muriendo rápidamente, y alguien cree que sería mejor que se muriera, generalmente porque cree que la "calidad de vida" del paciente es inaceptable o porque constituye una carga para los demás"4 . En EE.UU., ha habido muchos casos de eutanasia que han recibido mucha publicidad, en los cuales los pacientes hubieran vivido un largo tiempo si no hubiera sido porque los mataron deliberadamente de hambre y sed. Estos casos incluyen a Karen Ann Quinlan, Clarence Herbert, Claire Conroy, Paul Brophy, Elizabeth Bouvia, Hector Rodas, Nancy Ellen Jobes, Marcia Gray, Nancy Cruzan y la mayoría de los casos de infanticidio que se llevan a cabo cada año en las unidades neonatales de cuidados intensivos. Lamentablemente, los activistas en pro de la eutanasia, igual que los abortistas, se aprovechan de los casos difíciles para extenderlos más allá de sus límites. Muchos abortistas han dicho que todos los embarazos "constituyen una amenaza para la vida de la madre". Algunas personas afirman que la alimentación por medio de tubos es una "carga económica", pero en realidad no es mucho más cara que la alimentación oral y a menudo es más barata. El problema aquí, desde luego, no es el costo de alimentar a una persona; sino de abandonar el compromiso que se tiene con el paciente y el costo total (humano, no monetario) de cuidarlo. Fuentes: 1. Es sumamente importante no confundir el término "artificial" con el término "medio desproporcionado", como si todos los medios artificiales de la medicina fuesen "desproporcionados" y por tanto opcionales. Véanse más arriba los artículos "Aclaraciones importantes" y "¿Debemos siempre prolongar la vida por cualquier medio?" que explican en detalle el sentido de estos términos. 2. Obispo James T. McHugh, Carta Pastoral "Asuntos sobre la muerte y el morir", 11 de marzo de 1991. 3. Véase más arriba el artículo "Otras aclaraciones", párrafo a. para una importantísima aclaración en relación con esta frase tan crucial. 4. Conferencia Nacional de Obispos Católicos de EE.UU., Comité para las Actividades pro vida. "La nutrición y la hidración" reflexiones morales y pastorales," abril de 1992. www.parroquiasantamonica.com
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