sábado, 8 de julio de 2017

Misericordia (2016). Las obras de misericordia corporales y espirituales. Discurso de Papa Francisco a la Congregación para la Doctrina de la Fe. La fe cristiana no es solo conocimiento para conservar en la memoria, sino verdad para vivir en el amor. Por eso, junto a la doctrina de la fe, hay que proteger también la integridad de las costumbres, particularmente en los ámbitos más delicados de la vida. ¿Cómo no desear entonces que todo el pueblo cristiano —pastores y fieles— redescubra y vuelva a poner en el centro, durante el Jubileo, las obras de misericordia corporales y espirituales? Y cuando, en el atardecer de la vida, se nos pregunte si hemos dado de comer al hambriento y de beber al sediento, igualmente se nos preguntará si hemos ayudado a las personas a salir de la duda, si nos hemos esforzado en acoger a los pecadores, amonestándoles o corrigiéndoles, si hemos sido capaces de combatir la ignorancia, sobre todo la que se refiere a la fe cristiana y a la vida buena. Esta atención a las obras de misericordia es importante: no son una devoción. Es la concreción de cómo los cristianos deben llevar adelante el espíritu de misericordia.



1  Misericordia (2016). Las obras de misericordia corporales y espirituales. Discurso de Papa Francisco a la Congregación para la Doctrina de la Fe. La fe cristiana no es solo conocimiento para conservar en la memoria, sino verdad para vivir en el amor. Por eso, junto a la doctrina de la fe, hay que proteger también la integridad de las costumbres, particularmente en los ámbitos más delicados de la vida. ¿Cómo no desear entonces que todo el pueblo cristiano —pastores y fieles— redescubra y vuelva a poner en el centro, durante el Jubileo, las obras de misericordia corporales y espirituales? Y cuando, en el atardecer de la vida, se nos pregunte si hemos dado de comer al hambriento y de beber al sediento, igualmente se nos preguntará si hemos ayudado a las personas a salir de la duda, si nos hemos esforzado en acoger a los pecadores, amonestándoles o corrigiéndoles, si hemos sido capaces de combatir la ignorancia, sobre todo la que se refiere a la fe cristiana y a la vida buena. Esta atención a las obras de misericordia es importante: no son una devoción. Es la concreción de cómo los cristianos deben llevar adelante el espíritu de misericordia.  Cfr. Discurso del Santo Padre a la Congregación para la Doctrina de la Fe Viernes, 29 de enero de 2016 Queridos hermanos y hermanas, os recibo al concluir los trabajos de vuestra Sesión Plenaria; os saludo cordialmente y agradezco al Cardenal Prefecto sus amables palabras. o La misericordia constituye el arquitrabe que sostiene la vida de la Iglesia: la primera verdad de la Iglesia, de hecho, es el amor de Cristo. Nos encontramos en el Año Santo de la Misericordia. Espero que en este Jubileo todos los miembros de la Iglesia renueven su fe en Jesucristo que es el rostro de la misericordia del Padre, la vía que une a Dios y al hombre. Por eso, la misericordia constituye el arquitrabe que sostiene la vida de la Iglesia: la primera verdad de la Iglesia, de hecho, es el amor de Cristo. ¿Cómo no desear entonces que todo el pueblo cristiano —pastores y fieles— redescubra y vuelva a poner en el centro, durante el Jubileo, las obras de misericordia corporales y espirituales? Y cuando, en el atardecer de la vida, se nos pregunte si hemos dado de comer al hambriento y de beber al sediento, igualmente se nos preguntará si hemos ayudado a las personas a salir de la duda, si nos hemos esforzado en acoger a los pecadores, amonestándoles o corrigiéndoles, si hemos sido capaces de combatir la ignorancia, sobre todo la que se refiere a la fe cristiana y a la vida buena. Esta atención a las obras de misericordia es importante: no son una devoción. Es la concreción de cómo los cristianos deben llevar adelante el espíritu de misericordia. Una vez, en estos años, recibí a un movimiento importante en el Aula Pablo VI, estaba llena. Y toqué el tema de las obras de misericordia. Me detuve e hice una pregunta: “¿Quién de vosotros recuerda bien cuáles son las obras de misericordia espirituales y corporales? El que las recuerde que levante la mano”. La levantaron unos 20 en un aula con 7 mil. Debemos volver a enseñar a los fieles estas cosas, que es tan importante. o La fe cristiana no es solo conocimiento para conservar en la memoria, sino verdad para vivir en el amor.  El cuidado por la integridad de la fe y las costumbres es una tarea delicada. En la fe y en la caridad se da una relación cognoscitiva y unificadora con el misterio del Amor, que es Dios mismo. Y, aunque permaneciendo Dios misterio en sí mismo, la misericordia efectiva de Dios se ha hecho, en Jesús, misericordia afectiva, habiéndose Él hecho hombre para la salvación de los hombres. La tarea encomendada a vuestro Dicasterio encuentra aquí su último fundamento y su justificación adecuada. La fe cristiana no es solo conocimiento para conservar en la memoria, sino verdad para vivir en el amor. Por eso, junto a la doctrina de la fe, hay que proteger también la integridad de las costumbres, particularmente en los ámbitos más delicados de la vida. La adhesión de fe a la persona de Cristo implica tanto el acto de la razón como la respuesta moral a su don. A este respecto, os agradezco todo el compromiso y la responsabilidad que ejercéis al tratar los casos de abuso de menores por parte de clérigos. 2 El cuidado por la integridad de la fe y las costumbres es una tarea delicada. Para desarrollar bien dicha misión es importante un esfuerzo colegial. Vuestra Congregación valora mucho la contribución de los Consultores y de los Comisarios, a los que quisiera agradecer por su valioso y humilde trabajo; y os animo a proseguir en vuestra praxis de tratar las cuestiones en el Congreso semanal y las más importantes en la Sesión Ordinaria o Plenaria. Hay que promover, a todos los niveles de la visa eclesial, la justa sinodalidad. En ese sentido, el año pasado organizasteis oportunamente una reunión con los representantes de las Comisiones doctrinales de las Conferencias Episcopales europeas, para afrontar colegialmente algunos desafíos doctrinales y pastorales. De este modo contribuís a suscitar en los fieles un nuevo empuje misionero y una mayor apertura a la dimensión trascendente de la vida, sin la cual Europa corre el riesgo de perder el espíritu humanístico que también ama y defiende. Os invito a continuar e intensificar la colaboración con dichos órganos consultivos que ayudan a las Conferencias Episcopales y a los Obispos en su solicitud por la sana doctrina, en un tiempo de cambios rápidos y de creciente complejidad de las problemáticas. (…) www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

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