sábado, 8 de julio de 2017

Tiempo de Navidad. Epifanía del Señor (2014). El significado de la palabra Epifanía: es la «manifestación», en este caso de la divinidad de Jesús, a los «gentiles», es decir a quienes no pertenecían al pueblo elegido. La estrella y los Reyes Magos. Los sabios/magos de Oriente representaban a las naciones del mundo. Ellos fueron los primeros frutos de las naciones gentiles que vinieron a rendir homenaje al Señor. Los Magos y la estrella en el relato de Mateo: la sobriedad del evangelista y la tradición. Mateo dice solamente que llegaron de oriente. La importancia del valor de signo, es decir, Mateo quiere ver el gran desfile anunciado por Cristo mismo: «Muchos del oriente y del occidente vendrán y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios». El símbolo mesiánico de la estrella. Los Magos son predecesores, precursores, de los buscadores de la verdad, propios de todos los tiempos. Comienzan su itinerario desde la revelación de Dios en la naturaleza, la estrella, pero tienen que pasar por la revelación en las Escrituras de Israel. También en nuestro caso, hemos de pedir a veces consejo o información para encontrar al Señor.



1 Tiempo de Navidad. Epifanía del Señor (2014). El significado de la palabra Epifanía: es la «manifestación», en este caso de la divinidad de Jesús, a los «gentiles», es decir a quienes no pertenecían al pueblo elegido. La estrella y los Reyes Magos. Los sabios/magos de Oriente representaban a las naciones del mundo. Ellos fueron los primeros frutos de las naciones gentiles que vinieron a rendir homenaje al Señor. Los Magos y la estrella en el relato de Mateo: la sobriedad del evangelista y la tradición. Mateo dice solamente que llegaron de oriente. La importancia del valor de signo, es decir, Mateo quiere ver el gran desfile anunciado por Cristo mismo: «Muchos del oriente y del occidente vendrán y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios». El símbolo mesiánico de la estrella. Los Magos son predecesores, precursores, de los buscadores de la verdad, propios de todos los tiempos. Comienzan su itinerario desde la revelación de Dios en la naturaleza, la estrella, pero tienen que pasar por la revelación en las Escrituras de Israel. También en nuestro caso, hemos de pedir a veces consejo o información para encontrar al Señor. Cfr. Solemnidad de la Epifanía del Señor, 6 de enero de 2014. Isaías 60, 1-6; Efesios 3, 2-3.5-6; Mateo 2, 1-12. • Isaías 60, 1-6- La gloria del Señor amanece sobre ti! - ¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti. Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora. Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti; tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor. • Salmo responsorial - Sal 71, 1-2. 7-8. 10-11. 12-13 (R.: cf. 11) - R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra. Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R. Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R. Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones; que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan. R. Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R. • Efesios 3, 2-3a. 5-6 - Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos de la promesa Hermanos: Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa en Jesucristo, por el Evangelio. • Aleluya Mt 2, 2 - Hemos visto salir su estrella y venimos a adorar al Señor. • Mateo 2, 1-12: Venimos de Oriente a adorar al Rey. Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: -« ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.» Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: -«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel."» Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: -«Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.» Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino. 1. Epifanía significa «manifestación», en este caso de la divinidad de Jesús, a los «gentiles», es decir a quienes no pertenecían al pueblo elegido. • Epifanía es una palabra griega que significa «manifestación», en este caso de la divinidad de Jesús, con el sucesivo reconocimiento y adoración por parte de los «gentiles», es decir por parte de los «paganos», por parte de personas que no eran israelitas, que no pertenecían al pueblo elegido. Gentiles eran los Magos. 2 «Gentil» era el centurión del cual dijo el Señor: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande» (cfr. Mateo 8, 5-10); «Gentil» era también la mujer cananea a la que el Señor dijo: «Mujer, grande es tu fe» (Cfr. Mateo 15, 21-28). Catecismo de la Iglesia Católica o La Epifanía es la manifestación de Jesús como Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del mundo, a unos «magos» (los «gentiles», de los que habla San Pablo en la Carta a los Efesios, 3.2-3.5-6) que representan a las religiones paganas de pueblos vecinos a Israel. • n. 528: La Epifanía es la manifestación de Jesús como Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del mundo. (…) la Epifanía celebra la adoración de Jesús por unos «magos» venidos de Oriente (Cf Mt 2, 1). En estos «magos», representantes de religiones paganas de pueblos vecinos, el Evangelio ve las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación. La llegada de los magos a Jerusalén para «rendir homenaje al rey de los judíos» (Mt 2, 2) muestra que buscan en Israel, a la luz mesiánica de la estrella de David (Cf Nm 24, 17; Ap 22, 16), al que será el rey de las naciones (Cf Nm 24, 17-19). (…) La Epifanía manifiesta que «la multitud de los gentiles entra en la familia de los patriarcas» (S. León Magno, serm. 23) y adquiere la «israelitica dignitas» (la dignidad israelítica) (MR, Vigilia pascual 26: oración después de la tercera lectura). La llamada a todas las naciones 1 . o Los sabios de Oriente representaban a las naciones del mundo. Ellos fueron los primeros frutos de las naciones gentiles que vinieron a rendir homenaje al Señor. Cuando la epifanía se popularizó, se implantó la costumbre de añadir las tres figuras de los magos a la cuna de navidad. Ellos llegaron a conquistar la fantasía popular. La leyenda les dio unos nombres y los convirtió en reyes. En la gran catedral gótica de Colonia se puede ver la urna de los tres reyes. Sus "huesos" fueron llevados allí, desde Milán, en 1164, por Federico Barbarroja. Los grandes padres latinos, san Agustín, san León, san Gregorio y otros, se sintieron fascinados por esas tres figuras, pero por una razón distinta. No sentían curiosidad por conocer quiénes eran o su lugar de procedencia. No tenían interés alguno en tejer leyendas en torno a ellos. Su interés se centraba en determinar lo que ellos representaban, su función simbólica, la teología subyacente en el relato evangélico. En sus reflexiones sobre Mateo 2,1-12 llegaron a la misma conclusión: los sabios de Oriente representaban a las naciones del mundo. Ellos fueron los primeros frutos de las naciones gentiles que vinieron a rendir homenaje al Señor. Ellos simbolizaban la vocación de todos los hombres a la única Iglesia de Cristo. Con esta interpretación de epifanía, la fiesta toma un carácter más universal. Amplía nuestro campo de visión, abre nuevos horizontes. Dios deja de manifestarse sólo a una raza, a un pueblo privilegiado, y se da a conocer a todo el mundo. La buena nueva de la salvación es comunicada a todos los hombres. El pueblo de Dios se compone ahora de hombres y mujeres de toda tribu, nación y lengua. La raza humana forma una sola familia, pues el amor de Dios abraza a todos. o En la segunda lectura de la misa (Ef 3,2-6) Este es el misterio que consideramos, tal vez, como evidente, pero que fue fuente permanente de admiración para san Pablo. En la segunda lectura de la misa (Ef 3,2-6) habla de este misterio, oculto desde generaciones pasadas, pero revelado ahora a través del Espíritu, "que los paganos comparten ahora la misma herencia, que forman parte del mismo cuerpo y que se les ha hecho la misma promesa, en Cristo Jesús, a través del evangelio". Recordemos que también nosotros hemos sido "gentiles". Como san Pedro recordaba a sus conversos paganos: "Los que en un tiempo no erais pueblo de Dios, ahora habéis venido a ser pueblo suyo, habéis conseguido misericordia los que en otro tiempo estabais excluidos de ella" (1 Pe 2,10). El llamamiento de las naciones es el tema de la homilía de san León para el Oficio de lecturas. Dice así: "Que todas las naciones, en la persona de los tres Magos, adoren al Autor del universo, y que Dios sea conocido no ya sólo en Judea, sino también en el mundo entero". Y después una exhortación: "Celebremos con gozo espiritual el día que es el de nuestras primicias y aquel en que comenzó la salvación de los paganos". Estos sabios de Oriente representaban los primeros frutos, las primicias (primitiae) de la gran 1 Nota de la redacción de Vida Cristiana: los siguientes párrafos hasta el n. 2 se han tomado de Mercaba.org , dossier sobre la Navidad. 3 cosecha de la humanidad. Esta idea reaparece con frecuencia en los sermones patrísticos dedicados a la epifanía. Al final de su homilía, san León introduce una nota misionera. Observa que la Iglesia celebra no precisamente un acontecimiento de otro tiempo, sino la actividad salvadora que continúa todavía en el mundo. Allí donde se predica el evangelio y las gentes son atraídas a la fe en Cristo, se realiza el misterio de la epifanía. Y todos nosotros compartimos este trabajo de llevar a otros a Cristo. Todos deberíamos ser "servidores de esa gracia que llama a todos los hombres a Cristo". o En la primera Lectura, del libro de Isaías. En la primera lectura de la misma, tomada de Isaías 60,1-6, tenemos una visión espléndida de la entrada de las naciones en la Iglesia. El profeta predice el retorno de los exiliados a Jerusalén. Se representa a la ciudad como a una madre que guarda luto por la dispersión de sus hijos y que se regocijará pronto por su vuelta. La liturgia considera que esta profecía se ha cumplido en la Iglesia. Ella es una madre, y se regocija al ver que sus hijos vienen de lejos: Alza en torno los ojos y contempla, todos se reúnen y vienen a ti, tus hijos llegan de lejos, y tus hijas son traídas en brazos. (…) 2. Los Magos y la estrella en el relato de Mateo La sobriedad del evangelista y la tradición Cfr. Gianfranco Ravasi, Los Rostros de la Biblia, Ciclos A-B-C, San Pablo 2008, pp. 30-31 • “El relato de Mateo (2, 1-12), del cual son los protagonistas [los Reyes Magos] y que está en el centro de la solemnidad, es sobrio, aunque no privado de golpes de escena, y tiene un marcado sentido religioso. Sin embargo no ha sabido resistir a la tradición posterior que, a causa de los tres dones ofrecidos a Cristo, consideró que eran tres los Magos; después los convirtió en reyes basándose en el salmo 72, que afirma la prosternación de los soberanos de la tierra ante el rey Mesías, y los ha llamado con diversos nombres, entre los que prevalecieron los de Gaspar, Melchor y Baltasar, que se convirtieron también en el título de una bonita novela del francés Michel Tournier (1980). En las catacumbas romanas aparecen ya en el siglo II, dos siglos antes que los más modestos pastores de Belén. o Mateo dice solamente que llegaron de oriente. La importancia del valor de signo, es decir, Mateo quiere ver el gran desfile anunciado por Cristo mismo. «Muchos del oriente y del occidente vendrán y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios». Mateo dice solamente que llegaron de oriente, es decir, del desierto de Arabia o sirio-oriental por donde transitaban las caravanas occidentales. En el libro bíblico de Daniel los «magos» son los sabios de Babilonia, antigua sede de estudios astronómicos y astrológicos. El Evangelio árabe de la infancia, un apócrifo del siglo V al VI, los imaginaba discípulos de Zaratustra, el profeta de la religión persa. En realidad el evangelista los ha hecho surgir intencionalmente de un horizonte vago, porque a él no le importaba tanto el dato histórico como su valor de signo. En la pequeña procesión de los Magos hacia el recién nacido Jesús, Mateo quiere ver discretamente el gran desfile anunciado por Cristo mismo: «Muchos del oriente y del occidente vendrán y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios» (Mateo 8, 11). o El símbolo mesiánico de la estrella. Durante el viaje hay un signo en el cielo para los Magos: la estrella. Inútilmente considerada, como hizo Kleper, como una supernova, o sea, una estrella en explosión; identificada por otros como el cometa Halley (que, sin embargo pasó por el cielo de Palestina en agosto del 12 a.C), relacionada también por otros con una conjunción entre Júpiter y Saturnp (7 a.C), hay que reconocer, sin embargo que sobre esta estrella nos informa más la teología que la astronomía. Así es, porque siguiendo la tradición bíblica y judaica, el hebreo cristiano Mateo ve en aquel astro sobre todo un símbolo mesiánico. (…) Los Magos son, por tanto, los antecesores de los pueblos que encuentran a Cristo después de haber buscado, guiados por la revelación divina, simbolizada en la estrella que conduce al Mesías: Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre; se pusieron de rodillas y lo adoraron (Mateo 2, 11). 4 Los sabios de Oriente son un inicio, representan a la humanidad cuando emprende el camino hacia Cristo, inaugurando una procesión que recorre toda la historia. Cfr. Benedicto XVI, La infancia de Jesús, capítulo IV. Estos hombres son predecesores, precursores, de los buscadores de la verdad, propios de todos los tiempos. • Basándonos en todo lo que se ha dicho, podemos hacernos una cierta idea de cuáles eran las convicciones y conocimientos que llevaron a estos hombres a encaminarse hacia el recién nacido «rey de los judíos». Podemos decir con razón que representan el camino de las religiones hacia Cristo, así como la autosuperación de la ciencia con vistas a él. Están en cierto modo siguiendo a Abraham, que se pone en marcha ante la llamada de Dios. De una manera diferente están siguiendo a Sócrates y a su preguntarse sobre la verdad más grande, más allá de la religión oficial. En este sentido, estos hombres son predecesores, precursores, de los buscadores de la verdad, propios de todos los tiempos. • “Queda la idea decisiva: los sabios de Oriente son un inicio, representan a la humanidad cuando emprende el camino hacia Cristo, inaugurando una procesión que recorre toda la historia. No representan únicamente a las personas que han encontrado ya la vía que conduce hasta Cristo. Representan el anhelo interior del espíritu humano, la marcha de las religiones y de la razón humana al encuentro de Cristo”. 3. «Vimos su estrella en Oriente» (Mateo 2,2) Los magos comienzan su itinerario desde la revelación de Dios en la naturaleza, la estrella, pero tienen que pasar por la revelación en las Escrituras de Israel. Cfr. Nuevo Testamento, Eunsa 2004. Cita Mateo 2, 1-12 • “Los intentos de identificar la estrella como un cometa o como una conjunción de astros no han dado resultados satisfactorios. Según ideas difundidas en la época, el nacimiento de los personajes importantes estaba relacionado con ciertos movimientos de los astros. Dios pudo valerse de esas nociones para conducirles hasta Jesucristo. En esa perspectiva el sentido del pasaje es claro: los magos comienzan su itinerario desde la revelación de Dios en la naturaleza, la estrella, pero tienen que pasar por la revelación en las Escrituras de Israel 2 para encontrar al verdadero Dios”. También en nuestro caso, hemos de pedir a veces consejo o información para encontrar al Señor. • También en nuestro caso, como en el de los Magos, a veces el camino es luminoso y sereno (se ve la estrella); otras veces es difícil y oscuro: también en este caso hemos de continuar como ellos, pidiendo un consejo o una información, si hiciese falta 3 ; no podemos desalentarnos; así se explica S. Pablo: “Él hizo, de un solo hombre, todo el linaje humano, para que habitase sobre toda la faz de la tierra. Y fijó las edades de su historia y los límites de los lugares en que los hombres habían de vivir, para que buscasen a Dios, a ver si al menos a tientas lo encontraban, aunque no está lejos de cada uno de nosotros .....” (Hechos 17, 26-27). • En cualquier caso, pedimos al Señor que nos haga encontrar las señales justas .... ¡también en esto es importante el problema de la señalización!: encontrar nuestra estrella. El escritor St. Exupéry, hablaba de la tragedia de quien no descubre el sentido profundo de la vida, que deseamos encontrar todos por medio de las señales oportunas: « Trabajan con tedio. // No les falta nada// salvo el nudo divino // que une las cosas.» www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana 2 “Al oír esto [la pregunta de los Magos] Herodes se inquietó, y con él toda Jerusalén. Y, reuniendo a todos los príncipes de los sacerdotes y los escribas del pueblo, les interrogaba dónde había de nacer el Mesías. - En Belén de Judá - le dijeron -, pues así está escrito por medio del Profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que apacentará a mi pueblo, Israel” (Mateo 2, 3-6). 3 Mateo 2,1- 2: « Unos Magos llegaron de Oriente a Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?»

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