jueves, 6 de julio de 2017

El noviazgo. No es difícil encontrarse matrimonios rotos a causa de un noviazgo mal vivido: muchas veces el amor que se profesan los novios es un amor débil, no porque ellos lo quieran, sino porque no son conscientes de la profundidad que implica amarse; se falsean los distintos momentos de la dinámica afectiva y es fácil quedarse en la etapa del sentimiento, hasta romper la relación cuando el sentimiento desaparece. El amor no se consigue en un solo día y se mantiene para siempre, sino que es fruto de un trabajo continuado.



1 El noviazgo. No es difícil encontrarse matrimonios rotos a causa de un noviazgo mal vivido: muchas veces el amor que se profesan los novios es un amor débil, no porque ellos lo quieran, sino porque no son conscientes de la profundidad que implica amarse; se falsean los distintos momentos de la dinámica afectiva y es fácil quedarse en la etapa del sentimiento, hasta romper la relación cuando el sentimiento desaparece. El amor no se consigue en un solo día y se mantiene para siempre, sino que es fruto de un trabajo continuado. Cfr. La formación para novios: una demanda real Alfa y Omega, n. 659 – 15-X-2009 - A. Llamas Palacios La iniciativa está siendo llevada a cabo por la Fundación Gift and Task Causa de muchos matrimonios rotos es el noviazgo mal vivido. Hay jóvenes conscientes de ello y que, además, buscan un acompañamiento y una formación en ese camino al matrimonio y la familia. La Fundación Gift and Task, consciente de esta demanda, imparte cursos para novios donde se acompaña y responde a sus dudas y dificultades Gift and Task no es una Fundación norteamericana que ha decidido expandir sus actividades en España, aunque lo pueda parecer. En realidad, es la iniciativa de varios jóvenes que, un día, imaginaron la posibilidad de aprovechar los conocimientos adquiridos en el máster del Pontificio Consejo Juan Pablo II para la Familia, que habían cursado, para ayudar e impartir formación a todas aquellas personas que lo deseasen. En los pilares de la iniciativa se encontraba siempre el legado de Juan Pablo II en cuestiones de matrimonio y familia, su conocida teología del cuerpo, no siempre accesible a todos los públicos por su alto nivel filosófico y antropológico, y el reto de acercarlo a la sociedad, de una forma atractiva y actual. La Fundación Gift and Task trabaja en proyectos propios a petición de parroquias, centros escolares, o capellanías universitarias, entre otros, como el proyecto de educación, por el que imparten formación integral de la persona en colegios, basándose en la metodología del Storyboarding, una técnica de formación que aprovecha el potencial de los medios audiovisuales y las nuevas tecnologías, especialmente exitosa en el caso de los jóvenes. Desde hace tiempo, en la Fundación se percibía una necesidad que les venía expresada desde diferentes ámbitos; en especial, la formación para los novios, tarea con la que se pusieron manos a la obra desde hace más de un año. La formación para jóvenes parejas es una asignatura pendiente en la Iglesia, si se tienen en cuenta las etapas que menciona el Directorio de Pastoral Familiar. La responsable de este proyecto, doña Isabel Ortega, explica que «la Iglesia prevé tres etapas de preparación para el matrimonio: la remota -ya cubierta por los programas de formación para adolescentes-, la inmediata -es decir, los cursillos prematrimoniales, que ya existen y muy numerosos-, y una etapa intermedia, la próxima, que está totalmente sin abarcar». Por eso, ya el año pasado, la Fundación organizó una experiencia piloto con un grupo de novios que resultó muy positiva, según los organizadores y según también las opiniones que vierten sobre ella los jóvenes participantes, algo que puede verse en el vídeo de Youtube, elaborado por ellos mismos, y que puede encontrarse bajo el título Curso de novios Fundación Giftandtask, o también en su página web: www.giftandtask.org Para Isabel Ortega, los novios hoy en día tienen numerosas dificultades, y no es difícil encontrarse matrimonios rotos a causa de un noviazgo mal vivido. «Por un lado, muchas veces el amor que se profesan los novios es un amor débil, no porque ellos lo quieran, sino porque no son conscientes de la profundidad que implica amarse: existe mucha confusión terminológica, los distintos momentos de la dinámica afectiva se falsean y es fácil quedarse en la etapa del sentimiento, hasta romper la relación cuando desaparece. Por otro 2 lado, es frecuente encontrarse con jóvenes, incluso aquellos católicos practicantes, que tienen problemas a la hora de entender qué se está ofreciendo desde la Iglesia: muchos piensan que la Iglesia es un catálogo de noes: Todo está prohibido, si haces esto te condenas... Cuando en realidad la Iglesia propone un amor que construye, que es prometedor, y que dice sí a muchas cosas. Sí a la entrega, pero una entrega total de la persona; sí al deseo, pero sabiendo de dónde brota ese deseo... No se trata de intentar convencer a nadie, sino de abrirles los ojos a los jóvenes, de iluminar las vivencias del día a día que están viviendo, tratando temas de comunicación, de autoconocimiento, de cómo afrontar las crisis, de sexualidad, de paternidad responsable... No se trata únicamente de darles herramientas, sino de, a través del cine y la narrativa, iluminarlo desde la Revelación. No les proponemos un ideal que no se puede alcanzar, o que sólo alcanzan los virtuosos, o que tienen una vida mística, que se dedican todo el día a rezar. Sino de proponer el auténtico amor, que también, es cierto, tiene un componente de reto y de sacrificio, pues el amor no se consigue en un solo día y se mantiene para siempre, sino que es fruto de un trabajo continuado». La teología del cuerpo Las aportaciones que Juan Pablo II hizo con sus catequesis y escritos a todo lo referente a los matrimonios cristianos estaban fundamentadas en su propia experiencia. Antes de ser obispo, ya trabajaba con novios. Tuvo, además, grupos de matrimonios, los Humanae vitae, a los que escribió una regla específica, documento inédito descubierto recientemente. Su amor por la familia, Iglesia doméstica, dio lugar al Pontificio Instituto Juan Pablo II para la Familia, que pensaba anunciar el mismo día de su atentado, el 13 de mayo de 1981. Su teología del cuerpo supuso toda una novedad que planteaba que las parejas volvieran al Principio, al propio plan de Dios sobre el matrimonio, sobre el hombre y la mujer: el hombre y la mujer están hechos para la comunión, que sólo se puede construir si hombre y mujer se dan y se acogen mutuamente.

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